Capítulo 317
Me desperté sintiéndome renovado después de mucho tiempo. Hacía mucho que no recibía la mañana con tanta facilidad. Al levantarme alegremente, de repente me di cuenta de que el espacio a mi lado estaba vacío.
—¿A dónde fue?
Miré a mi alrededor con confusión cuando la puerta se abrió y Clyde, vestido con su uniforme, entró.
—Te has levantado temprano.
—Sí.
¡Ding!
[La constelación “vRadiant Cavev” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Despertarse temprano? Contigo a su lado, ¿cómo podría dormir? -_-^]
Fruncí el ceño al leer el mensaje de patrocinio.
—¿No dormiste nada?
Clyde arqueó las cejas sorprendido.
—¿Cómo pudo alguien tan despistada como tú deducir eso?
Me sentí mal, pensando que en realidad era por mi culpa que no había dormido, lo que me hizo poner cara de culpable. Al ver eso, me despeinó.
—No podía dormir porque tenía cosas en la cabeza. Además, estoy bien aunque no duerma durante unos días.
Puede que Clyde parezca insensible, pero en realidad es del tipo de persona que se sacrifica por naturaleza. Probablemente por eso se ofreció voluntariamente como sacrificio en el Cielo.
Me preocupaba ese tipo tan antipático que no se preocupaba por sí mismo. ¿Debería decirle que dormiré en el anexo? Mientras lo pensaba, los sirvientes entraron en la habitación, prepararon una comida sencilla en la mesa y se marcharon.
Tras mirar la hora, Clyde dijo:
—Come y prepárate, luego vamos juntos al palacio imperial. Todavía tenemos mucho tiempo, así que puedes relajarte.
Asentí y le di un mordisco a las frambuesas cubiertas de miel. Clyde se sentó con naturalidad frente a mí, apoyando la barbilla en la mano, y me miró comer, lo que me hizo sentir un poco cohibida. Entonces, con toda naturalidad, soltó una bomba.
—La verdad es que mis recuerdos volvieron al amanecer. Por eso no podía dormir.
Casi me atraganto con las frambuesas.
—¿De verdad? ¿Te acuerdas de todo?
—No, no todo. Pero tengo muy claro cómo he llegado hasta aquí.
Me decepcionó un poco que no lo recordara todo, pero aun así me alegré por el progreso.
La revelación de Clyde no terminó ahí.
—Hay algo que quiero preguntar. ¿Qué es esa caja tan desagradable que contiene las instrucciones?
¿Podría estar refiriéndose a la ventana de estado?
—Recuerdo haber visto esa ventana, lo que me hizo decidir engañarte. Ahora no siento ninguna otra personalidad, pero en aquel entonces tenía dos personalidades, y no se llevaban bien.
Ahora sabía exactamente cuánto de su memoria había regresado.
—Recuerdas todo hasta el momento en que fuiste absorbido por la grieta en el tiempo y el espacio.
Clyde asintió y continuó:
—Sospecho que tú y Frea estáis experimentando algo similar. ¿Es correcto?
¡Ding!
[La constelación “Moon's Ⓒ 𝒽𝒾𝓁𝒹” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Guau, tiene muy buen instinto, incluso se dio cuenta del extraño comportamiento de Frea antes! Impresionante.]
¡Ding!
[La constelación “Estrella Fugaz ♬” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Él mismo vio la ventana del sistema antes? ¿Es eso siquiera posible?]
¡Ding!
[La constelación “∑Cool Dude™” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Quizás sería posible si el director del canal lo mostrara directamente~ Pero la transmisión de Theresa es realmente sensacional~ ¡Los acontecimientos son inimaginables!]
Clyde parecía tener una cantidad asombrosa de información, y daba la impresión de que ya la había organizado toda. Con alguien como él, pensé que quizá sería buena idea empezar a hablar de la verdadera historia.
—Eres un personaje de un juego que yo he creado.
—¿Un juego?
Cubrí sus párpados con mi mano y usé el poder divino para crear y transmitir una imagen a su mente. Clyde contempló la escena de Seúl y sus labios se abrieron de par en par.
—Esto es…
—Este es el mundo en el que viví originalmente.
¡Ding!
[La constelación “La esposa de Hardy” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡¿Qué?! Muéstranos también ㅠ _ ㅠ.]
¿Eh? Las visiones que veo en mi mente solían ser visibles también para las constelaciones, pero parece que eso ya no era posible. Eso significaba que no tenía nada de qué preocuparme.
Comencé a mostrarle a Clyde los recuerdos que había estado ocultando para evitar que la información se filtrara a las constelaciones. Panteón, la transmisión, la verdadera naturaleza de Ozworld, e incluso la novela sobre la Santa de Arena que había leído. A pesar de la sucesión de escenas impactantes, la expresión de Clyde no cambió en absoluto.
—¿Lo entiendes ahora? —pregunté mientras retiraba la mano.
Clyde respondió como si nada.
—Así que, como dices, nos hemos besado bastantes veces.
¡Ding!
[La constelación “Clyde ♡ Theresa Forever☆” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Por qué solo vosotros lo sabéis? ¡Tengo derecho a saberlo, a verlo, a oírlo, a sentirlo!]
¡Ding!
[La constelación “Solo 5.000 monedas por un beso" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[No me gusta oír que mi chica besa a otro chico ^-^…]
¡Ding!
[La Constelación “♡ Soberano 𝓠 ueen 𝒸𝒶𝓇𝒹 ♡” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Quién te crees que eres? 🖕 Ah, gracias 🖕 po.]
No había mejor manera de distraer a las constelaciones que con este tipo de cebo. El problema fue que yo también me dejé llevar por sus palabras.
—¿P-Por qué de repente estás hablando de besos?
—Solo digo lo que vi —dijo Clyde con una sonrisa pícara antes de soltar un suspiro profundo, con los labios curvados hacia abajo—. Déjame pedirte un favor.
—¿Qué es?
Abrió los brazos hacia mí.
—Abrázame un momento.
Ya era bastante sorprendente que pidiera algo tan vulnerable, pero fue aún más sorprendente que pareciera que estaba pidiendo consuelo.
¿Por qué se mostraba tan directo de repente? Su repentina seguridad me desconcertó un poco, pero Clyde frunció el ceño como diciendo:
—Solo una vez, por favor. Creo que me calmará.
Entonces me di cuenta de que sus manos, extendidas hacia mí, temblaban ligeramente. Aunque había mantenido una expresión tan serena mientras le mostraba mis recuerdos, parecía que, después de todo, no estaba bien.
—¿Estás bien? ¿Pasa algo...?
En cuanto me acerqué preocupada, me rodeó la cintura con sus brazos. En un abrir y cerrar de ojos, estaba sentada en su regazo, con todo mi torso envuelto en su abrazo. No solo le temblaban las manos. Ahora que me tenía tan cerca, lo notaba. Todo su cuerpo temblaba ligeramente.
—Estoy tan enfadado. —Su voz, generalmente grave, se volvió aún más baja, cargada de un peso enorme.
No tardé en darme cuenta de a qué iba dirigida su ira. No mencionó nombres, pero el blanco de su enfado era evidente. Debía de ser Ozworld y el sistema en sí. Pero me costaba no reírme, aunque me daba pena verlo tan disgustado y triste.
Mientras me reía entre dientes, Clyde notó que algo andaba mal y se apartó un poco, con el rostro crispado.
—¿Qué es tan gracioso?
—No quiero reírme, pero no puedo evitarlo cuando veo a alguien de mi lado. Simplemente me hace sonreír.
Clyde soltó una risa nerviosa, su ira momentáneamente apagada por un chapuzón de agua fría.
—¿Así que por eso sonreías como una idiota?
No pude evitar reírme.
Clyde, con gesto de fastidio, ladeó la cabeza con enfado, sintiendo claramente su orgullo herido. La verdad es que la gente solo quiere burlarse de alguien que se hace el duro, ¿no?
—¿Tú también lo encuentras gracioso, verdad?
—Para nada.
—Vamos, mírame. Si tienes confianza, gira la cabeza.
—¡Estás siendo insolente otra vez!
Me reí entre dientes y le agarré las mejillas, intentando obligarlo a girar la cabeza. Pero no se movió, así que me acerqué más, forzándolo a mirarme a los ojos mientras lo provocaba.
—¿Ves? Tú también te ríes.
Golpeó su frente contra la mía con frustración.
—Todo esto es culpa tuya.
En ese momento, ambos nos dimos cuenta de lo enredados que estábamos. Yo le sostenía las mejillas mientras me apoyaba en él, y nuestras frentes se tocaban… Espera, ¿cómo terminamos así?
Estaba a punto de apartar las manos de sus mejillas para remediar la situación, pero él las sujetó. Nuestras narices se rozaron. La distancia entre nuestros labios se acortaba. La mente empezó a nublarse por los latidos acelerados de mi corazón. No podía distinguir si era el mío o el suyo, pero entonces llamaron a la puerta.
—Señora, estoy aquí para ayudarla a vestirse.
El sonido me devolvió a la realidad y rápidamente me aparté de él.
—¡Pasa!
La criada entró con una sonrisa radiante, y luego se quedó paralizada. Nos miró a ambos, poniendo los ojos en blanco, y preguntó con una voz mucho más baja:
—¿Debo volver más tarde?
Agité las manos frenéticamente.
—No, me prepararé ahora mismo.
—No creo que sea una buena idea…
—Está bien.
La criada, con aspecto a punto de llorar, me condujo fuera del dormitorio. No me atreví a mirar atrás a Clyde, pero estaba segura de que la fulminaba con la mirada.
Debía de estar loca. Si la criada no hubiera entrado justo en el momento preciso, podría haber terminado besándolo por culpa del ambiente. ¿Pero de verdad fue solo el ambiente…?
Intenté ahuyentar la duda mientras me presionaba las mejillas, que aún ardían, con las manos. La extraña tensión que me recorría el cuerpo era realmente molesta.
Tras finalizar mis preparativos para entrar en el palacio, me di cuenta de algo.
—Vamos.
Ahora que lo pensaba, se suponía que yo debía tomar la misma aeronave hacia el palacio imperial con Clyde.
—Sí.
Tomé su mano, me ofrecí a acompañarlo y subí a bordo del dirigible. En cuanto se cerró la puerta, mis labios desaparecieron.
—¡Mmm…!
Nuestra piel se apretaba con desesperación, nuestros alientos se escapaban entre besos frenéticos y desordenados. La sensación intensa me erizaba la piel y me mareaba. Tenía la espalda pegada a la pared y, de alguna manera, los pies me levantaban del suelo. Me aferré a Clyde con desesperación. Su cuerpo caliente y firme me daba una increíble sensación de seguridad.
Nos quedábamos sin aliento, besándonos una y otra vez. Sentía como si me colmara de cariño, una suave calidez me subía al estómago hasta desbordarme, dejándome mareada.
Athena: ¡Bieeeeeeeen! Pensé que me iban a joder el momento, pero aquí está. ¡Vivan los noviooooooooos! Por favor, esperaba este momento.