Capítulo 335
Villana streamer Capítulo 335
—¡Presidente!
Observé cómo un grupo de jóvenes, una mezcla de miembros de Clybe y Therdang, corrían hacia mí como perros de caza que habían encontrado a su presa. Seguían tan animadas y bulliciosas como siempre.
—¡Ah! ¿Por qué no te has mantenido en contacto? ¿No nos has echado de menos? ¿Acaso intentabas preocuparnos a propósito?
—¡Uaah, te ves tan linda con tu birrete de graduación!
—¡Por favor, no te gradúes! ¡Por favor, no te gradúes! ¡Por favor, no te gradúes!
—¿Lo sabías? El presidente tiene una forma de hacer que la gente se obsesione contigo.
Uf … qué abrumador.
—¿Viste a Clyde? Hoy llevaba el uniforme completo y el pelo peinado hacia arriba.
Intenté desviar su atención hacia Clyde, pero no funcionó.
—¡Claro que lo vimos!
Al parecer, en efecto formaban parte del Clybe.
—¡No te imaginas lo genial y adorable que se veía cuando amenazaba a la gente para que se alejaran! ¡Kyaaa 0!
—Ya veo…
—¡Toma estas flores, presidente! ¡Felicidades por tu graduación!
—¡Ah, por favor, acepta las mías también!
—¡Las mías también!
De repente, me vi sepultada bajo un montón de flores. A pesar del caos, su sincera intención de felicitarme fue conmovedora.
—Gracias a todas.
Tras algunas risitas, me exigieron, de forma absurda, que siguiera asistiendo a la escuela incluso después de graduarme. Finalmente, me dejaron ir a regañadientes.
Mientras seguía recibiendo ramos de flores de felicitación de varias personas, los guardé todos en mi subespacio. Entonces, una chica que no había visto antes se me acercó tímidamente.
—¡Felicidades por su graduación, presidente!
—Gracias. Pero, ¿quién eres…?
—Soy Lumio.
¿Qué? ¿Lumio, el que solía observarme con esos ojos espeluznantes, siempre al acecho a punto de abrir la puerta de la mazmorra?
Al volver a ver a Lumio después de tanto tiempo, su piel irradiaba salud y sus ojos brillaban con intensidad. Se veía tan llena de vida, casi como otra persona.
—Te ves genial, quizá porque ha pasado mucho tiempo.
—Sí. Desde que mi deseo de toda la vida se hizo realidad, mi salud ha mejorado.
Ni siquiera tuve que preguntarle, ya sabía que su "deseo de toda la vida" era que Clyde y yo fuéramos pareja. Jaja…
—Gracias por las flores.
Tras la marcha de Lumio, aparecieron Reini y Mimosa.
—¿Qué te está tomando tanto tiempo? Necesitamos tomar la foto grupal, así que date prisa.
—De acuerdo, ya voy.
Entonces Mimosa, con una sonrisa traviesa que rápidamente se suavizó hasta convertirse en una sonrisa, exclamó dulcemente:
—¡Damiaaaaan~!
Me giré para ver a Damian, quien, a pesar de haber abandonado los estudios, había venido a celebrar mi graduación y la de Clyde junto con nuestros otros amigos.
Mimosa se corrigió rápidamente y lo saludó con mayor formalidad.
—Mimosa, de la familia Bruni, saluda al duque Karpento.
Damian sonrió y restó importancia al asunto con un gesto.
—Puedes tratarme como antes.
—¡Pero ahora es duque, eso me sería imposible!
Ugh, me sentí mal.
—Hasta luego.
Saludé a Damian con la mano y me escabullí rápidamente, con Reini riendo y siguiéndome de cerca.
—¿Y qué vas a hacer después de graduarte? ¿Te vas a casar enseguida?
Incluso en la vida real, planear una boda lleva al menos un año, y en el mundo de la nobleza, al menos dos. Mientras tanto, pensaba montar un laboratorio de investigación.
Cuando le expliqué mis planes, la expresión de Reini se tornó curiosa.
—¿Piensas convertirte en profesora?
—La verdad es que no lo había pensado.
Sin embargo, mi intención era reformar drásticamente el uso de la magia basándome en lo que había aprendido. Por eso necesitaba el laboratorio de investigación.
—Clyde se unirá a mí. ¿Te gustaría unirte a mi laboratorio después de graduarte?
—Suena interesante… Lo pensaré.
—Te pagaré bien.
—¡No, gracias! ¿Acaso no sabes cuántos problemas me has causado ya con todos esos regalos extravagantes que me obligaste a recibir? ¡Me hice rica de la noche a la mañana!
Nos reímos juntas, pero luego nos detuvimos al mismo tiempo. Fue porque al final del pasillo vimos a Libby de pie con Zakari, y el ambiente entre ellos era extraño.
—¿Están peleando?
—No parece que estén peleando. Libby simplemente parece molesta.
—Mmm…
Tenía la sensación de saber por qué Libby parecía tan desanimada. Ahora que Ilya había retomado su papel como gobernante del cielo, las responsabilidades de Zakari habían aumentado y necesitaba regresar pronto. Pero, a diferencia de antes, con todas las estrictas reglas, podía visitar el mundo humano con más frecuencia, así que aún podía mantener su relación con Libby.
Pero ese era su problema. Sería una tontería interferir en la relación de otra persona.
—¡Vamos, vamos!
Nos marchamos rápidamente antes de que se dieran cuenta de nuestra presencia.
Ya había recogido mis cosas de la residencia y me había despedido de todos los que tenía que ver en el campus. Ahora, era el momento de la foto de grupo.
—Theresa —apareció Clyde, aparentemente habiendo terminado sus tareas personales, y vino a buscarme justo a tiempo.
Reini sonrió con sorna, mirándonos a los dos, y nos saludó con la mano.
—Hasta luego, mayor.
Desde que Clyde y yo nos habíamos convertido oficialmente en pareja, la gente nos daba mucha más privacidad y consideración, lo cual me parecía un poco excesivo.
Negué con la cabeza y entrelacé mis dedos con los de Clyde mientras paseábamos por el campus, recordando todo lo que había pasado. De repente, mientras caminábamos, noté algo extraño.
—…Un momento.
¿Acababa de ver una estatua mía? ¿O me lo imaginé?
Clyde, al ver la nueva estatua de piedra hecha con una forma diferente a la ya existente, respondió con naturalidad:
—¿Ah, esa? La pusieron hace unos días.
—¿Por qué? —pregunté, desconcertada, pero Clyde se limitó a encogerse de hombros.
—¿Quién sabe?
—Esta es la finca de tu familia. Pero, ¿por qué hay dos estatuas mías? ¿No te parece extraño?
—¿Qué es tan extraño? Eres la diosa de esta dimensión… ups.
Rápidamente le tapé la boca, mirando a mi alrededor para asegurarme de que nadie oyera.
—¡Silencio! ¿Y si alguien oye?
Clyde me miró con expresión pícara, como si mi cautela fuera innecesaria, pero asintió.
—Probablemente la mayoría ya se ha dado cuenta, pero si quieres fingir, adelante.
—Una vez que la cronología esté correctamente alineada, toda confusión de memoria desaparecerá. Se solucionará por sí sola.
—Ese no es el verdadero problema aquí…
Molesta por las bromas de Clyde, le di un puñetazo juguetón en el costado.
Después de hacernos un montón de fotos con amigos y profesores, nos escabullimos y nos dirigimos hacia las residencias estudiantiles.
—Entremos un momento. —Señalé hacia el dormitorio de Clyde.
—¿Tienes frío? ¿Por qué aquí...?
En cuanto entramos en la residencia vacía, le di un beso apasionado a Clyde, pillándolo desprevenido. Él me alzó rápidamente y me besó aún con más pasión.
Hubo momentos, incluso estando con él, en los que lo extrañaba tanto que me volvía loca, y no podía evitar expresar esas emociones.
Hoy era nuestra graduación y también su cumpleaños: 31 de enero. Quizás por eso estaba más emocionada de lo normal. Y como hoy habría sido el día en que se habría completado la misión principal si la transmisión hubiera continuado, me pareció especialmente significativo.
¿Ya ha pasado un mes? Con mi deseo, todas las transmisiones fueron borradas. Panteón había caído, convirtiéndose en una dimensión simple donde las constelaciones vivían vidas ordinarias. Hardy y la Unión de Víctimas las vigilaban estrictamente, asegurándose de que ya no pudieran cruzar dimensiones libremente. Explicó que se estaban adaptando a las nuevas reglas y construyendo una nueva sociedad.
Nos quedamos allí, riendo y recuperando el aliento en el aire frío, con las frentes juntas.
—Feliz cumpleaños.
—Gracias. Y enhorabuena por tu graduación.
Nos besamos de nuevo. No fue un beso apresurado y apasionado, sino uno lleno de ternura, impulsado por el amor.
—Te amo.
La voz de Clyde estaba cargada de emoción cuando me dijo que me amaba, y antes de que pudiera responder, me besó de nuevo, su abrazo cada vez más intenso. Tuve la sensación de que, si esto continuaba, nos perderíamos la fiesta de cumpleaños.
Todos los protagonistas masculinos cumplían años el 31 de enero, y después de todo lo que habíamos pasado, habíamos acordado celebrarlo juntos esta vez.
Clyde, perdiendo claramente la paciencia, interrumpió el beso y preguntó:
—¿Nos vamos a casa?
Había abandonado el Ducado de Willow y establecido su propia residencia, cediendo oficialmente el título a su tío Gordon. Habíamos planeado vivir libremente, investigando nueva magia, lejos de las obligaciones familiares.
—No.
—Por favor.
—Te dije que no. Tenemos que prepararnos para la fiesta.
Con aparente resignación, Clyde me abrazó con fuerza y nos teletransportó a su residencia.
—¡Clyde!
En un abrir y cerrar de ojos, me encontré tumbada en su cama.
—La fiesta es por la noche de todas formas. No llegaremos tarde.
—¡Ey!
Clyde tiró a un lado su birrete de graduación y esbozó esa sonrisa burlona tan suya.
—Tú fuiste la que empezó primero.
Y así, este fue mi verdadero final.
<Villana Streamer>
Fin
Athena: Bueno, veo que un par acabó la historia en una cama llenos de pasión jajaja. Ay, chicos, ¡se acabó! ¿Cómo estuvo? ¿Os gustó? Yo me siento agotada porque es la novela más larga en la página hasta la fecha. ¡Pero me gustó!
Sobre todo me ha gustado la evolución de Theresa como personaje y cómo acabó convirtiéndose en quien es. Y me alegro que Clyde fuera su amor verdadero, el más sano de todos y cuerdo, la verdad. Aunque siento cierta pena por los otros personajes. En parte lo siento todo un poco abrupto respecto a ellos; me pregunto si nos contarán más cosas en las historias paralelas. En cualquier caso, espero que maduren lo que les faltaba y puedan ser felices.
Y… diría que me dio pena Ozworld pero es que lo odiaba por todo el egoísmo que tuvo hasta el final. No dudo en que amara a su manera, pero era completamente enfermizo. Mejor muerto.
Ya os traeré luego los extras. Espero que os haya gustado y… ¡hasta la próxima!
Capítulo 334
Villana streamer Capítulo 334
¿Solo ahora se arrepiente? Al ver sus lágrimas, no pude contener la rabia que me invadió y rompí a llorar. Nos miramos en silencio, cada uno con una expresión distinta.
Entre sollozos, hablé:
—Has sido lo peor de principio a fin.
Ozworld escuchó mi reproche y se acercó. No parecía amenazante en absoluto, así que no retrocedí, pero de repente, tenía una daga en la mano.
—Esto es amor.
Colocó la daga en mi mano y la guio hasta su corazón.
—Por mucho que me odies y te niegues a perdonarme, jamás dejaré de amarte. ¿Cómo no va a ser esto amor?
Su voz reflejaba el peso de las comprensiones tardías y el arrepentimiento.
—No puedo estar enfadado contigo. Tú también lo sabes, ¿verdad?
Las lágrimas que derramó cayeron sobre el dorso de mi mano mientras murmuraba.
—Pero aún así no puedo dejarte ir con la persona que amas. Así que debes acabar con esto matándome.
Qué egoísta, incluso hasta el final.
¿Podía siquiera imaginar cuánto había crecido, lo fuerte que me había vuelto tras todas las batallas contra los monstruos? Lo apuñalé sin dudarlo. Los anillos aparecieron, irradiando una luz brillante, listos para hacer añicos el núcleo de Ozworld.
Fue entonces cuando comprendí plenamente lo que quiso decir cuando afirmó haber hecho todo lo posible. Su sistema central estaba al borde del colapso. En su afán por recuperar el centro de datos, había agotado todos sus recursos. Y, aun así, al darse cuenta de que no podía revertir la situación, lo abandonó todo.
La energía azul oscura que fluía por los pilares del servidor se tornó rojo sangre. El sistema parecía estar fallando, ya que el núcleo, que había estado absorbiendo energía de forma constante, se desestabilizó.
Ozworld comenzó a desvanecerse, su cuerpo se desintegraba gradualmente por la interferencia, su imagen se dispersaba como estática. Incluso en ese momento, mantuvo la mirada fija en mí y articuló algo sin emitir sonido.
Aunque había perdido la voz, pude leerle los labios.
Te amo. Esas fueron las últimas palabras de Ozworld antes de desaparecer para siempre.
Ozworld se había fusionado con el centro de datos. Aunque prácticamente había consumido Panteón y podía manipular el sistema a su antojo, era incapaz de retroceder en el tiempo. Esto se debía a que me había convertido en una diosa nativa, escapando a su control.
No sé si debería decirlo, pero Ozworld era la persona más diligente y tenaz que jamás había conocido. Era tan arrogante que nunca se planteó la posibilidad de fracasar. ¿Y por qué habría de hacerlo? Nunca antes había fracasado.
Así pues, Ozworld lo llevó todo al límite, haciendo todo lo que estaba en su mano. Solo cuando no le quedó nada más que la muerte reconoció finalmente su fracaso. Y se derrumbó.
Saqué a Hardy del centro de datos.
—Se acabó.
Clyde no pidió detalles. Simplemente tomó a Hardy de mis brazos en silencio y le pidió a Jyang que lo curara.
En ese preciso instante, llegaron los miembros del comité, tras haber detectado un fallo en el centro de datos.
—Ninguno de los sistemas, salvo la tienda, funciona. ¿Qué ha ocurrido? ¿No habéis tratado con Ozworld?
—Ozworld dejó únicamente la tienda en funcionamiento y desapareció. No hay nada más que se pueda hacer.
En ese momento, los miembros del comité parecieron darse cuenta de algo y hablaron con urgencia.
—El cupón de un deseo. Theresa, tienes suficientes monedas para comprar un cupón de un deseo, ¿verdad?
Sabían que era desvergonzado pedirlo, así que no me lo sugirieron directamente: usar el cupón de deseo para restaurar el sistema de Panteón. Pero su desesperada esperanza era evidente en sus ojos.
Sin responder, miré hacia el balcón al final del pasillo. Parecía que daba a la plaza.
—Hay un alboroto afuera.
—Sí. Las constelaciones se han reunido en la plaza tras enterarse de que estabas arreglando cuentas con Ozworld.
—Ya veo.
Salí al balcón, desde donde pude ver la plaza repleta de constelaciones. En cuanto aparecí, las cámaras se enfocaron en mí. Al parecer, la transmisión interna de Panteón seguía funcionando, ya que mi imagen se proyectó en las pantallas intactas alrededor de la plaza.
—¡Theresa!
Las constelaciones corearon mi nombre con entusiasmo, pero poco a poco se fueron callando al percibir que algo no andaba bien.
—Almacenamiento.
▼
[Almacenamiento]
▹ Cupón de deseo [1.000.000.000 monedas]
Cualquier deseo será concedido una sola vez.
▲
—Compra un cupón de deseo.
Apareció un mensaje de felicitación.
¡Ding!
[¡Felicidades, señorita Theresa!
Te felicitamos sinceramente por haber conseguido el Cupón del Deseo. Tu trayectoria, que ha inspirado y unido a tantos, te ha llevado al gran logro de mil millones de monedas. ¿Sabías que mil millones de monedas contienen la energía suficiente para crear un mundo entero? En cierto modo, has creado un mundo dentro de Panteón llamado «Theresa». Gracias por compartir una historia tan magnífica.
※ Puedes usar la Ficha del Deseo diciendo: “Mi deseo es…”]
Mientras leía el mensaje, sentí que era un reconocimiento de todo el sufrimiento que había padecido, y los recuerdos de todo lo sucedido pasaron rápidamente por mi mente.
Sí. Al final, esta experiencia me benefició. Pero esa fue solo la conclusión, y sobrevivir el tiempo suficiente para alcanzar los mil millones de monedas fue un golpe de suerte del que solo unos pocos privilegiados gozan.
Este viaje había sido especial y aterrador a la vez. No quería volver a pasar por él jamás, y esperaba que nadie más tuviera que hacerlo.
—La misión principal del canal <Villana Streamer> seguramente se completará.
La primera misión que recibí.
[Misión: <La Obra de Dios> Ver el verdadero final en modo difícil]
*Compensación: Fin de la transmisión
*Fracaso: Muerte
El verdadero final era prácticamente seguro. Pero las constelaciones no podrían verlo, porque la transmisión terminaría hoy.
Abrí la boca y hablé.
—Mi deseo es…
El mundo estaba en paz, como si nunca hubiera estado al borde de la destrucción. A pesar de ser invierno, el clima se mantenía templado, casi como si comprendiera el hartazgo de la gente con la nieve.
Las buenas noticias llegaban de todas partes. La más sorprendente fue que las familias Squire y Willow finalmente habían resuelto su rencor centenario.
Entre la gente, Theresa y Clyde eran figuras tan conocidas que casi todo el mundo reconocía sus nombres. Así que, cuando se supo que se habían convertido en amantes, superando la enemistad entre sus familias, las calles se transformaron en una fiesta.
Hubo otras noticias asombrosas. En particular, entre la nobleza, corrían rumores, como leyendas urbanas, de que «el emperador se había vuelto diligente últimamente». Como había bastantes testigos presenciales, pronto todos se dieron cuenta de que era cierto.
Una noticia desafortunada fue la caída de la familia Bernstein. Durante la época en que los demonios campaban a sus anchas, todos sus parientes consanguíneos directos perecieron. Un pariente lejano heredó el cargo, pero restaurar el honor del pasado requeriría tiempo y pruebas contundentes.
—Un momento. ¿Todos los herederos directos de Bernstein murieron? ¿No había un segundo hijo que era un mago genio famoso? Recuerdo que era profesor en Valhalla.
—¿Has estado bebiendo desde el mediodía? Ese segundo hijo murió hace mucho tiempo. A menos que un fantasma haya ocupado el puesto de profesor en Valhalla, estás equivocado.
—Qué raro. Recuerdo perfectamente a un segundo hijo muy guapo. Cabello rojo oscuro y ojos verde intenso.
—¡Te digo que esa persona no existe!
Eloise se mordió la lengua de la sorpresa mientras compraba un jarabe que le gustara exactamente a Theresa en una pequeña tienda de comestibles, después de escuchar la conversación.
«¡Así que al final no me equivocaba!»
Un hombre apuesto, de cabello rojo oscuro y ojos verde oscuro. Había visitado el Ducado Squire apenas el día anterior. Otros miembros del personal estaban absortos admirando su aspecto, olvidando por completo que era profesor en Valhalla. Se trataba del profesor Ilya Bernstein.
Pero este no fue el único caso en el que los recuerdos del otro no coincidían.
—Por cierto, ¿regresó el marqués Vallensia al sur? No lo he visto últimamente.
—¿El marqués Vallensia? ¿Existió tal familia?
—¿Eh? Incluso se alojó en nuestro ducado. Rubio, muy guapo y todo un caballero.
—…Parece un sueño. Esa persona no existió.
Eloise ya había comentado estos extraños sucesos recientes con Theresa. Sin embargo, Theresa se limitó a asentir, murmurando para sí misma como si fuera plausible.
—El flujo del tiempo aún no se ha alineado por completo, por eso está sucediendo esto…
—¿Perdón? Pero el reloj funciona perfectamente, mi señora.
—Mmm. En fin, se resolverá pronto, así que no te preocupes.
—A veces dice cosas muy raras.
Tras comprar los víveres necesarios, Eloise salió a la calle y miró hacia la aguja azul que brillaba intensamente incluso desde lejos. Aquella era la escuela de magia, Valhalla.
—Me pregunto cómo irá la ceremonia de graduación.
Athena: Pues nada. Adiós, Ozworld. No vuelvas nunca.
Capítulo 333
Villana streamer Capítulo 333
Estaba segura de que, hiciera lo que hiciera Ozworld, no perdería la memoria. Esa seguridad provenía de mi experiencia previa al romper su control sobre el tiempo. A pesar de esta seguridad, comprendía la resistencia de Clyde. Ozworld, que me había manipulado de principio a fin, ahora estaba obsesionado conmigo de forma enfermiza; por eso era peligroso.
—Nadie puede detener a Ozworld a menos que renuncie a su voluntad.
Clyde habló, con aparente resignación.
—…El acceso al centro de datos solo está permitido a los gestores de canal. No cooperarán con nosotros, pero puede que con vosotros sea diferente.
Fue entonces cuando sucedió.
—¡Eh, dejad de hablar y vengan aquí! —Jyang, vestido con una túnica tradicional, nos llamó desde entre los callejones—. Si siguen hablando, las constelaciones descubrirán quiénes son solo por sus voces.
—¡Jyang! —Me acerqué a él con expresión de alivio—. ¿Ahora te acuerdas?
Jyang sonrió levemente, aún con aspecto cansado.
—Cuando volviste al presente, todo volvió a mí.
Mientras compartíamos un breve momento de alegría, oímos pasar constelaciones que hablaban fuera del callejón.
—Dicen que si encontramos el centro de datos, podremos manipular el sistema.
—He oído que solo los gestores de canal pueden acceder al centro de datos. Si los atacamos a todos a la vez, quizá podamos atraparlos.
—Ya he oído que Ozworld ha ocupado el centro de datos. Dicen que el nuevo Alpha desapareció porque esa persona estaba bajo su protección. ¿Realmente podemos luchar contra Ozworld?
—¿Para qué pelear? Podemos cooperar. No me importaría que Ozworld se convirtiera en el único gobernante de Panteón. Incluso podría ser más divertido.
Clyde, Jyang y yo escuchamos en silencio hasta que sus voces se desvanecieron, y luego suspiramos al mismo tiempo.
Jyang se encogió de hombros.
—La mayoría de las constelaciones son unos hedonistas insensatos. Que sean seres superiores no significa que sean santos.
Eso se podía deducir simplemente leyendo los comentarios sobre las donaciones, sin necesidad de la situación actual para demostrarlo.
—En fin, eso no importa ahora. Sígueme. Alguien quiere conocerte.
—¿Quién es?
—Los gestores de canal.
Miré a Clyde con sorpresa. Él me miró con complicidad y asintió levemente, animándome a reunirme con ellos.
Seguimos a Jyang a través del abismo para reunirnos con los gerentes del canal. Mientras atravesábamos el abismo de Jyang después de tanto tiempo, una pregunta me vino a la mente de repente.
—Dado que yo también soy una constelación, ¿tengo un abismo?
—No —respondió Jyang con firmeza—. El abismo es un mundo virtual para vagabundos sin hogar. Alguien como tú, que posee una dimensión, no se considera precisamente una constelación.
—Si no era una constelación, ¿entonces qué era?
Clyde respondió por mí:
—Un dios nativo.
Jyang asintió en señal de aprobación.
—Eres un ser muy superior a las constelaciones de Panteón.
Siempre me había sentido un poco diferente a las demás constelaciones, pero no me había dado cuenta de que fuera tan importante. Aunque tenía grandes poderes, seguía considerándome simplemente Shin Jiwoo o Theresa. Que me llamaran «diosa nativa» no me parecía real.
—¿Así que tienes un abismo? —le pregunté a Clyde.
Él asintió.
—Sí.
—¿En serio? ¿Cómo es tu abismo? ¿Puedo verlo?
Clyde sonrió misteriosamente y señaló hacia adelante.
—Más tarde. Ahora mismo, la reunión con los responsables de canal es más importante.
—Eso es cierto.
Seguí a Jyang a través de la puerta hasta la nueva ubicación.
—Este es el Comité de Gestión del Canal.
El interior parecía un típico edificio de oficinas. Al desvanecerse la puerta del abismo, un hombre apareció por una puerta frente a nosotros, con aspecto demacrado. Me saludó cortésmente y se presentó.
—Gracias por aceptar la invitación, señorita Theresa. Soy Beta, presidente del Comité de Gestión del Canal.
La situación en Panteón era mucho peor de lo que parecía.
—Panteón ha fracasado.
Panteón era una especie de utopía. Reunía a quienes no tenían un mundo propio y, mediante la transmisión, los hacía sentir como dioses nativos. Era un servicio increíblemente exitoso. Las constelaciones acudían en masa a Panteón, generando una energía descomunal. Rápidamente se convirtió en la dimensión más influyente. Ahora, sin embargo, su supervivencia dependía de un monstruo nacido de su propio sistema.
—Nos gustaría que te convirtieras en el nuevo Alpha.
El comité buscaba un líder fuerte con la suficiente influencia para manejar la situación, y me consideraron la más adecuada. Afirmaban que todo habría salido bien de no ser por Ozworld, pero me pareció ridículo. El verdadero problema no era Ozworld, sino el propio Panteón.
Rechacé su oferta. En cambio, pedí acceso al centro de datos para poder persuadir a Ozworld.
—Podemos concederle acceso, pero no podemos garantizarle la entrada, ya que Ozworld ha bloqueado el acceso externo.
Fue una respuesta inútil. Aun así, no quedaba otra opción que intentarlo.
Clyde, Jyang y yo estábamos frente a la sala de servidores. La puerta estaba cubierta por una ominosa barrera negra. Beta explicó que solo aquellos con acceso podían ser absorbidos por la barrera.
—Vuelvo enseguida.
Clyde asintió, aunque parecía a regañadientes.
—Esperaré aquí.
Puse la mano sobre la puerta.
¡Ding!
[Acceso concedido.]
El velo negro me envolvió la mano y me engulló al instante. La sensación de ser transportada al centro de datos era similar a entrar en otra dimensión. La densidad de energía central aumentó repentinamente, dificultándome la respiración. Sentía un hormigueo en la piel, como si la electricidad estática la recorriera. Era una sensación extraña y desagradable.
Al abrir los ojos, me quedé momentáneamente sin palabras, abrumada por la visión. Era un mundo en blanco y negro. El cielo era blanco, mientras que el suelo y los incontables pilares que se extendían infinitamente hacia arriba eran negros. Había millones (quizás miles de millones) de pilares negros, espaciados uniformemente y elevándose tan alto que se perdían en el cielo. Al observarlos más de cerca, noté intrincados circuitos grabados en los pilares, con una energía azul oscura que fluía rápidamente entre ellos.
Caminé a través del laberinto de pilares negros, sintiéndome cada vez más inquieta, hasta que encontré el enorme pilar que parecía ser el servidor principal. Ozworld debía estar allí. Al acercarme al servidor principal, lo vi. No estaba solo.
—¿Por qué vienes ahora, Jiwoo?
Hardy yacía en el suelo, sangrando. Damian no estaba por ninguna parte, lo que sugería que no había podido entrar en el centro de datos.
—¡Resiste!
Cuando intenté acercarme a él, Ozworld lo apartó de una patada. La visión de semejante violencia me enfureció. Quise abofetear a Ozworld, pero me detuve, temiendo que pudiera hacerle más daño a Hardy, que aún se debatía entre la vida y la muerte.
—Ni siquiera te das cuenta de que estoy herido, ¿verdad? —murmuró sin emoción mientras se acercaba—. Estoy recuperando los datos, pero parece que he retrocedido demasiado en el tiempo, Jiwoo.
Lo mantuve a la vista, siguiéndolo lentamente.
—Necesitaba tantas monedas que ni siquiera apagar todos los sistemas de Panteón fue suficiente.
Mientras seguía obsesionado con retroceder en el tiempo, le hablé.
—Aunque retrocedas en el tiempo, ya no importará.
Ozworld soltó una risa retorcida.
—Siempre desafías mis expectativas. Nunca pensé que te convertirías en una diosa nativa… —Apoyándose en la columna, me miró de reojo—. ¿Has venido a matarme?
—Sí —respondí sin dudar.
Ozworld se rio entre dientes y manipuló el sistema.
—Abre la tienda. Puedes comprar un cupón de deseo.
No tenía motivos para negarme.
—Almacenamiento.
▼
[Almacenamiento]
▹ Cupón de deseo [1.000.000.000 monedas]
Cualquier deseo será concedido una sola vez.
▲
El sistema, que había estado inactivo hasta hace unos instantes, ahora funcionaba sin problemas como si nada hubiera ocurrido.
¿Cuál era su intención? Mientras lo observaba con recelo, Ozworld sonrió amablemente.
—Si usas el cupón de deseo ahora, puedes matarme.
Se plantó frente a mí, indefenso, como si me retara a hacerlo. Me pareció una extraña forma de coacción.
—Si ibas a tirar tu vida por la borda tan fácilmente, ¿por qué hiciste todo esto?
—¿Fácilmente? —Ozworld rio como un loco—. De verdad que hice todo lo que pude.
Al oír esas palabras, sentí un peso insoportable en el corazón. Sabía qué clase de persona era y sabía lo que "todo" significaba para él.
—Pero, como dijiste, no había nada que pudiera deshacer, Jiwoo —el rostro de Ozworld se contrajo como si estuviera a punto de llorar, como si no pudiera soportar la frustración—. Deberías haberme tenido lástima, Jiwoo. Deberías haberme dejado en paz, sabiendo que nunca podría hacerlo bien desde el principio.
Era un verdadero descarado. Sus palabras, como las de un niño que no para hasta conseguir lo que quiere, me daban asco.
—Deberías haberme perdonado y haberme amado.
No quería sentir dolor, pero no pude evitarlo. Eso empeoró todo.
—Podría cambiar por ti en el futuro. Solo déjame.
Me enfurecía poder oír la sinceridad en su voz.
—Entonces debiste haber arreglado las cosas desde el principio con tus grandes poderes. Al final, lo único que querías era arreglarme a mí. ¡Eso no es amor, es obsesión! —Cuanto más hablaba, más me hervía la frustración por dentro, y al final, le estaba gritando.
Ozworld cerró los ojos un instante. Una vena se le hinchó en la frente y apretó la mandíbula con fuerza. Finalmente, una lágrima resbaló por debajo de sus párpados cerrados.
Athena: No es amoooooooor. Lo que tu sienteeees, se llama obsesióooooon.
Capítulo 332
Villana streamer Capítulo 332
El imperio estaba sumido en el miedo debido a un fenómeno meteorológico anómalo e inesperado. El mundo se acababa. Todos lo presentían. Entonces, ocurrió un milagro.
—¿Qué es eso?
Un árbol gigantesco creció de repente donde antes se alzaba la residencia del marqués Vallensia. El árbol, que irradiaba una luz tenue, alcanzó un tamaño enorme en tan solo cinco días y, a pesar del invierno, lucía un follaje exuberante. Al mismo tiempo, el mundo, que parecía estar al borde del colapso, quedó en un silencio asombroso. Pronto, la gente comprendió que el árbol había salvado al mundo.
—¡Dios no nos ha abandonado!
—Por supuesto. Debe haber habido algún malentendido.
Mientras todos celebraban con brindis.
—¡Guau, es increíble verlo en persona!
Apareció un hombre con rostro de conejo, melena de león y cuerpo humano, mirando a su alrededor. Era el doble de alto que los demás, por lo que era imposible que pasara desapercibido.
—¡Uaaah! ¡Es una bestia mágica! ¡Debe ser una bestia mágica!
La gente entró en pánico al ver a esta extraña criatura cuya identidad se desconocía. Y no fue la única de su especie que apareció.
—¡Guau! ¿Así que el sistema de seguridad estaba desactivado y ahora sí podemos entrar en <La Obra de Dios>?
—¡Me dirijo a Valhalla!
—¿Es este el camino a la residencia del duque Squire?
—¿Dónde están los protagonistas masculinos? ¡De verdad quiero verlos en persona!
—¿De verdad está bien irrumpir así sin más, aunque se haya vulnerado la seguridad?
—¿A quién le importa? Todas las transmisiones están caídas y es molesto, así que esto funciona a la perfección.
Las constelaciones habían entrado en <La Obra de Dios>.
En cuanto salí de la residencia, sentí el frío envolviéndome por completo. El día que me despedí de Sion había sido un agradable comienzo de verano. Quizás por eso el olor del frío invierno me resultaba extraño, pero esta temperatura era más cálida que una manta acogedora.
Por fin había regresado a casa. Ese hecho hacía que incluso el invierno pareciera primavera.
—Esto parece un resfriado normal.
Esa sensación duró poco. Aunque un vistazo rápido sugería que la dimensión se había estabilizado, aún podían existir problemas desconocidos, así que revisé el suelo en busca de cualquier señal de problemas.
—Bien. El núcleo se ha asentado.
El mundo, que antaño dependía de las monedas suministradas por Ozworld, ahora podía existir de forma independiente. Aliviada por esto, me dispuse a ir a buscar a Clyde.
—¡Guau! ¡Es Theresa! ¡Oh, cielos! ¡Creo que soy la primera en encontrar a Theresa! ¡Llevo mucho tiempo queriendo verte! ¡Soy “Niña Pura”!
¿Una cons…telación?
—¿Cómo has entrado aquí?
—Todos los servidores de Panteón se cayeron, así que el sistema de seguridad se desactivó. Normalmente, las constelaciones no podrían entrar en la transmisión, pero gracias a eso, ¡pudimos entrar en <La Obra de Dios>!
—¿Quién hizo esto?
—¡Yo tampoco lo sé! ¡A menos que formes parte del comité directivo, no puedes acceder al sistema de seguridad!
¿Era demasiado descabellado pensar que este fallo del sistema era obra de Ozworld?
—Ah… Entonces, ¿muchas otras constelaciones también deben estar aquí?
—¡Por supuesto! ¡Todo el mundo quería venir!
—Oh…
—Me moría de ganas de ver esa expresión en la vida real.
Distribuí mi energía para encontrar otras constelaciones. El número aumentaba rápidamente.
Las constelaciones invadían Valhalla y husmeaban por todas partes. El lugar donde más se congregaban era el salón principal. Probablemente, al ser el escenario principal de <La Obra de Dios>, su interés parecía ser particularmente intenso.
Me dirigí inmediatamente a la sala principal. Como esperaba, estaba repleta de constelaciones, que pululaban como turistas visitando un lugar famoso. En cuanto me vieron, se emocionaron muchísimo.
—¡Theresa está aquí!
—¡Waaah! ¡Es Theresa!
No percibí ninguna malicia manifiesta en las constelaciones. Sin embargo, sí había una sensación de superioridad. Para ellas, su sentimiento de tener derecho a todo era mayor que cualquier rabieta de un consumidor. Como había dicho Ozworld, yo y esta transmisión éramos sus juguetes, así que creían que podían actuar como les placiera.
La brecha de poder era insuperable.
Comprendí por qué eran así. Pero ahora, la brecha se había reducido lo suficiente como para que ya no tuviera que tolerar sus payasadas. No, habían entrado en un terreno donde jamás podrían desafiarme.
Me llevé un dedo a los labios.
—Shh.
De repente, el bullicioso salón principal quedó en silencio. Las constelaciones, atónitas, me miraron confundidas.
—Parece que necesitamos nuevas reglas. Este no es un mundo para que vivan las constelaciones.
Aparecieron anillos dorados, respondiendo a mi voluntad.
—Regla número uno: Los invitados no deseados deben seguir mis órdenes.
Uno de los muchos anillos desapareció.
—Segunda regla: Los invitados no deseados no pueden destruir este mundo.
Otro anillo desapareció.
—Tercera regla: Los invitados no deseados no pueden entrar en este mundo.
Desaparecieron tres anillos en total. Ahora rodearían la dimensión, funcionando como reglas firmes.
Pronuncié la frase de activación.
—Ahora, salid de mi casa.
Todas las constelaciones que llenaban la sala desaparecieron. No solo las que estaban en la sala, sino también todas las constelaciones que habían entrado en la dimensión sin permiso fueron desterradas a Panteón.
En ese momento, oí una voz cautelosa que me llamaba.
—¿Lady Theresa…?
Los habitantes de la casa del duque Willow, que se habían estado escondiendo de las constelaciones, emergieron con expresiones aturdidas.
Antes de irme, les dije:
—Ahora está todo bien.
A continuación, me dirigí a la residencia del duque Squire. Como era de esperar, los vasallos estaban en plena defensa, ya que las constelaciones también habían irrumpido allí. Pero quien lideraba la defensa no era ni Raoul ni Libby. Era Clyde quien había formado una línea defensiva para proteger la residencia del duque. Seguramente había venido a protegerla, sabiendo que yo estaba en Valhalla.
Inmediatamente corrí hacia Clyde y lo abracé con todas mis fuerzas.
Te extrañé. ¿Cómo estás? Perdón por hacerte esperar tanto. Gracias. Te amo… El abrazo entre nosotros rebosaba de incontables palabras no dichas.
Lo había extrañado muchísimo. Y me embargaba una alegría incomparable. Además, sentía un cariño inmenso que estaba segura de que jamás se rompería.
—Clyde.
Con todas las emociones arremolinándose en mi interior, la única palabra que pude articular fue su nombre. Pero sentí que era suficiente. Porque él lo es todo para mí.
Clyde me abrazó con aún más ternura, como si lo comprendiera todo. Aunque solo habían pasado cinco años desde la última vez que lo vi, había sido muy duro. Ni siquiera podía imaginar cuánto más lo había extrañado.
—Ejem…
Una tos repentina proveniente de cerca me hizo girar la cabeza, sorprendida.
Ah… Claro. Esta es mi casa.
—¡Hija desagradecida! ¿No ves a tu padre aquí parado? —Raoul fingió regañarme, aunque su rostro se contrajo por la emoción mientras se secaba apresuradamente los ojos.
Libby también sonreía como una tonta con los ojos llorosos y los brazos abiertos de par en par.
—¿Hermana? ¡¿Hermana ha vuelto?! —Giuseppe, que había estado escondido por los adultos, salió corriendo, abriéndose paso entre la multitud.
Roseanne también se acercaba, tras haberse enterado de la noticia.
Clyde me susurró al oído:
—Ve con ellos. —Y me empujó suavemente hacia mi familia.
Corrí hacia mi familia, a quienes había echado tanto de menos.
—Sabía que estarías bien. Sabía que estarías a salvo…
No solo mi familia, sino también los vasallos me recibieron con lágrimas en los ojos.
Sí. Esta es mi casa.
Mi hogar. Mi familia. Sentirme parte de algo era tan natural que no quería perderlo jamás. Cuanto más valioso se volvía, más fuerte crecía mi determinación de protegerlo. Aunque deseaba permanecer en el seno de mi familia, aún tenía cosas que hacer.
Hablé con expresión decidida.
—Todavía tengo algunos asuntos pendientes. Volveré cuando estén resueltos.
Aunque mi familia desconocía lo que estaba afrontando, intuían que no era algo común. Quizás incluso se dieron cuenta de que ya no era la sencilla Theresa Squire que habían conocido.
—No iremos a ningún sitio, así que vuelve cuando quieras.
Asentí con la cabeza y volví con Clyde.
—Tenemos que ir a Panteón.
Parecía que Clyde ya había planeado venir conmigo, ya que inmediatamente abrió un portal.
—¿Y los demás?
Con "otros" me refería a los protagonistas masculinos.
—Ilya está al mando de Ozworld Company. Euges está defendiendo nuestra dimensión. Su sentido del tiempo es el más agudo entre nosotros.
—¿Y Damian?
—Está siguiendo la pista de Ozworld con Hardy e intentando localizar el centro de datos.
—¿Crees que la interrupción de las transmisiones es obra de Ozworld?
Clyde asintió.
—Ozworld está intentando desmantelar todo el sistema.
En cuanto volví a la realidad, la donación se detuvo. La constelación indicó que se habían interrumpido todas las transmisiones y que el sistema estaba fuera de servicio. Yo también intenté abrir la tienda, pero solo apareció este mensaje:
[La conexión con el servidor es inestable, por lo que el servicio no está disponible en este momento. Inténtelo de nuevo más tarde.]
Clyde y yo, envueltos en túnicas, nos dirigimos hacia la plaza más concurrida de Panteón, frunciendo el ceño a medida que nos acercábamos.
—¿Qué demonios…?
Panteón estaba cubierto de pantallas en cada edificio, que normalmente retransmitían diversos programas. Pero ahora, casi ninguna funcionaba correctamente. Estaban rotas, agrietadas o se habían caído al suelo.
Clyde chasqueó la lengua.
—Parece que las constelaciones encarceladas en el manicomio han sido liberadas.
Como para confirmar sus palabras, una constelación prendió fuego a la plaza, gritando. Al menos los guardias parecían seguir operativos, pues lo detuvieron rápidamente.
—¿Cómo llegamos al centro de datos?
Clyde hizo una mueca ante mi pregunta.
—¿Vas a encontrar a Ozworld?
—Sí.
Ozworld creía que podía arreglarlo todo retrocediendo en el tiempo y borrando mis recuerdos. Pero se equivocaba.
—El tiempo ya no me importa.
Athena: Me gusta que cada personaje tenga su función aunque Clyde haya sido el elegido como pareja, la verdad. A ver si nos cargamos ya a Ozworld.
Capítulo 331
Villana streamer Capítulo 331
Antes de abandonar el pasado de <La Obra de Dios> y regresar al presente, recorrí el túnel del tiempo que conectaba el pasado y el presente.
—Este túnel fue meticulosamente diseñado para llevarte al lugar deseado en este preciso momento, sin un solo segundo de error.
¡Ding!
[La constelación "El hecho es violencia" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿No fue este túnel algo que se te ocurrió y que construiste después de beber ayer?]
Oye, oye. Eso duele un poco. Solo bebí ayer para que el negocio funcionara bien.
Puede que Sion pensara que simplemente andaba por ahí bebiendo, pero no era así. Viajé a través de todas las dimensiones, ajustando la configuración a mi paso.
Cuando empecé a pensar que Sion podría ser el antepasado de la familia Squire, la familia imperial Rodrigo me vino a la mente de inmediato. ¿Qué pasaría si deshiciera el pacto con el Espíritu Santo que había atado a la familia imperial Rodrigo al imperio y los había cargado con responsabilidades indeseadas?
Si alteraba el pasado imprudentemente, el presente podría convertirse en un caos total. Existía el riesgo de que el imperio desapareciera por completo. Por lo tanto, tuve que ajustar la configuración solo hasta el punto en que el presente no cambiara drásticamente. No fue demasiado difícil. Era como si hubiera adquirido una especie de clarividencia, capaz de ver con claridad qué cambios ocurrirían al modificar una configuración en particular. En esos momentos, me sentía verdaderamente como una diosa.
Descubrí el linaje Rodrigo, eliminé las penalizaciones del contrato y les asigné una nueva configuración. Cuanto mayor fuera su voluntad de proteger el imperio, mayores serían sus habilidades.
Había otros escenarios que quería revisar. En particular, quería evitar las tragedias en el Reino Celestial, pero eso habría alterado demasiado la estructura. Desafortunadamente, tuve que detenerme aquí y volver al presente.
¡Ding!
[La constelación "Apuesta tu vida por Theresa" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Oye, llevo un tiempo preguntándome, ¿no habías perdido el anillo de la mano izquierda antes? ¿Cómo lo encontraste?]
Ah. Ahora que lo pienso, tal vez las constelaciones de aquí aún no lo sepan.
—Conocí a Clyde en una transmisión anterior. Allí me rehízo el anillo.
En ese momento, todas las constelaciones que apoyaban a Clyde, que habían permanecido en completo silencio, estallaron repentinamente.
¡Ding!
[La constelación “El cuñado de Clyde” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿¡¿¡¿¡¿¿¿¡¿¡¿¿¡¿Qué?!??!?!???!?!?!?]
¡Ding!
[La constelación "Pase lo que pase, Clyde es el protagonista masculino" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Sabía que Clyde lo lograría!]
¡Ding!
[La constelación “Clyde Hardcore” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Con razón sospechaba cada vez que le mencionabas a Sion que tenías marido, y resultó ser Clyde!]
¡Ding!
[La constelación “El futuro suegro de Ilya” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Eh …? ¿Y nuestro profesor…?]
¡Ding!
[La constelación "Si ser guapo es un pecado, Clyde merece la pena de muerte" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Dónde está Clyde? ¿Dónde está Clyde? ¿Dónde está Clyde?]
—Lo verás pronto.
Mi respuesta provocó otro revuelo entre las constelaciones.
¡Ding!
[La constelación “Pase Romántico” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Así que Clyde es el principal interés amoroso? Ahora que lo pienso, todos los demás protagonistas masculinos estaban descalificados de todos modos ㅠ.]
¡Ding!
[La constelación “Emperador Pez Luna Euges” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Euges por fin ha entrado en razón… Por favor, llévenlo de vuelta…]
¡Ding!
[La constelación "Damian, mi niño dorado" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[No puedo renunciar a Damian, que es guapo, amable y sexy.]
¡Qué desastre! Negué con la cabeza, despejé todas las ventanillas de donaciones y luego me detuve.
—¿Eh?
Un pequeño jardín, del que no recordaba haber creado, apareció de repente en el túnel del tiempo. Al ver una mesa de té para dos, me pareció que alguien me esperaba.
El jardín estaba repleto de hojas verdes y sanas, bañadas por el sol, y las mariposas revoloteaban a su alrededor. Desde dentro, una mariposa negra, que había estado posada tranquilamente sobre una flor roja, voló hacia mí.
—Hola.
Cuando la saludé, la mariposa negra respondió dando una vuelta antes de dispersarse en humo negro y luego reformarse en forma humana. Era yo. No, era Theresa Squire.
—Finalmente, un saludo como corresponde. Hola, mi creadora.
¡Ding!
[La constelación “Therdang” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡¿Hay dos Theresas?!]
Nos veíamos iguales, pero al mirarnos con atención, nuestras expresiones eran muy diferentes. La «Theresa» sentada frente a mí tenía los rasgos feroces y afilados del modelo original. En comparación, mi apariencia era mucho más dulce.
Sonreí con incomodidad, consciente de la culpa que sentía, e intenté explicarme.
—Disculpa, nada de esto fue intencional. Lo sabes, ¿verdad?
Allí, chasqueó la lengua ante mi explicación sobre cómo convertirla en villana y apoderarse de su cuerpo.
—Qué cobarde. ¿Crees que no sé que esto es solo un juego que has creado? Y, de todas formas, nunca fui una entidad real, solo datos.
Nuestra “Theresa” tenía una personalidad audaz y poderosa.
Se inclinó hacia delante sobre la mesita de té, apoyando la barbilla en las manos, tan cerca que apenas unos centímetros separaban nuestros rostros. Ver un rostro que se había vuelto tan familiar para mí como el mío propio me resultó un poco abrumador ahora que estaba tan cerca.
—Hmph. No parecías sorprendida, así que ya debías haber deducido que yo era la mariposa negra, ¿eh?
—Bueno… me di cuenta de ello de forma natural. Al fin y al cabo, cinco años no es poco tiempo.
Ante esto, la hasta entonces arrogante “Theresa” sonrió dulcemente por primera vez.
—Me gusta tu actitud relajada, cómo sueltas revelaciones increíbles con tanta naturalidad. Odio a la gente que se hace la humilde, pero presume de forma inquietante.
—¿En serio? Jajaja…
—¿Vas a seguir riéndote como una tonta con esa cara tan bonita?
Cuando hice un puchero como si estuviera enfurruñada, “Theresa” se rio entre dientes.
—Pero también me gusta ese lado tuyo tan tonto.
Theresa seguía siendo tan caprichosa como siempre.
—Cuando vuelvas a la realidad, desapareceré. Esperé aquí para despedirme antes de que eso sucediera.
—Oh… —No esperaba que la mariposa negra desapareciera, así que me sorprendió.
—¿Por qué te sorprende tanto? La única razón por la que existo es por el mal funcionamiento del sistema.
Enseguida me di cuenta de cuál era ese fallo.
—Cuando morí en la primera mazmorra, ahí fue cuando ocurrió el fallo, ¿no?
Theresa asintió.
—Ozworld copió tus datos y los transfirió a Panteón, creando un fragmento de mí.
El archivo de copia de seguridad que se generó automáticamente cuando el archivo original se descargó de forma anormal se llamaba “Theresa”.
—Pero ahora que el mundo está completamente construido con tu poder, ya no se necesitan los datos de respaldo. Así que seré absorbida de nuevo por el mundo.
En la expresión de Theresa no había ni rastro de arrepentimiento mientras hablaba. Parecía tomarlo con total naturalidad, como quien dice que por fin vuelve a casa tras un largo viaje. Sin embargo, yo no podía aceptarlo con tanta facilidad.
—¿No quieres recuperar tu cuerpo?
Ante esto, Theresa abrió mucho los ojos como si yo hubiera dicho alguna tontería.
—¿Recuperar mi cuerpo? ¿De qué estás hablando? Ese cuerpo no era más que una cáscara creada para albergarte desde el principio.
Yo había asumido que había tomado posesión del cuerpo de una Theresa original y viva. Pero solo era una cáscara.
—«Theresa» nunca existió desde el principio. No es que me expulsaran del cuerpo y me convirtiera en mariposa; yo era un fragmento que se separó de ti.
Así que explicó que “Theresa” simplemente regresaba al lugar al que pertenecía originalmente.
Al ver la actitud firme y clara de Theresa, me di cuenta de que sentir lástima por ella o mostrar una preocupación innecesaria sería de mala educación. Así que elegí palabras más apropiadas:
—Gracias por ayudarme todo este tiempo.
—No es del todo exacto decir que ayudé, ya que simplemente me movía siguiendo las órdenes de tu subconsciente. Pero esa cortesía no está mal.
Theresa echó un vistazo al túnel y luego se puso de pie.
—Es hora de irse.
También presentí que el túnel del tiempo estaba perdiendo estabilidad, así que me levanté. Nos abrazamos con fuerza.
—Cuídate.
Theresa, que se había transformado de nuevo en una mariposa negra, aterrizó en mi frente y fue absorbida por mí.
¡Ding!
[La constelación “Otaku Inmerso” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Amar plenamente tu mundo y recibir ese amor a cambio es algo verdaderamente extraordinario…]
Aunque solo se trate de un caso, a través de <Santa de la Arena> comprendí por qué todos los streamers que amaban su mundo acababan muriendo. De hecho, yo tampoco estuve del todo a salvo. Casi caí en las redes del demonio Clyde o del Damian de la mazmorra.
—Simplemente tuve suerte.
Sinceramente creí que la dedicación de Clyde me había salvado. Si no hubiera sido por él, este resultado no se habría producido.
¡Ding!
[La constelación "Apuesta tu vida por Theresa" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Si hubiera sido solo suerte, no nos habríamos convertido en tus fans.]
¡Ding!
[La constelación “Haha Boss” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Pero al pensar que era suerte, Theresa completó este mundo como "real".]
De repente, ya no quería pensar que fue suerte.
En fin, cuando llegué al final del túnel, vi una puerta.
Tres pasos. Esos fueron suficientes para encontrarme en el centro de la planta baja de la residencia Valhalla que había usado. El lugar llevaba más de un mes sin mantenimiento y olía a polvo. Aun así, respiré hondo, como para despertar cada célula de mi cuerpo, y exhalé.
Finalmente, estaba de vuelta donde pertenecía.
Capítulo 330
Villana streamer Capítulo 330
Era una época árida y primitiva donde solo el señor feudal podía prosperar. La tierra apestaba a descomposición, las cosechas se marchitaban y el ganado moría de enfermedades. Sin embargo, el señor feudal, codicioso y despiadado, se paseaba con un látigo, golpeando y explotando a los aldeanos, disfrutando de suntuosos banquetes con la riqueza que les exprimía. Era una época de esclavitud.
El señor, enajenado por la locura, imponía impuestos abusivos, y si alguien no los pagaba, lo convertía en esclavo sin dudarlo. La mayoría de los aldeanos estaban al borde de la esclavitud.
Hoy, el señor estaba furioso porque no había habido un plato de pollo en el banquete de ayer y andaba blandiendo su látigo.
—¡Escóndete rápido! ¡Date prisa!
Los que ya eran esclavos y los que aún no lo eran escondieron a un niño en un montón de paja.
El muchacho, de cabello negro azabache, piel de porcelana y ojos gris pálido, era un joven de extraordinaria belleza que había intentado degollar al señor, pero los adultos lo atraparon y lo escondieron en un carro lleno de paja. Era uno de los pocos muchachos plebeyos que aún no habían sido descubiertos por el señor, quien esclavizaba incluso a recién nacidos cuando estaba de mal humor. Era un niño precioso. No solo por ser plebeyo, sino porque era especial.
—Puedo matar al señor.
Cuando el niño, incapaz de reprimir su ira, asomó la cabeza por la paja y expresó su frustración, el anciano que vigilaba lo regañó.
—Baja la cabeza, Sion.
—¡Pero…!
—Si morimos, tú eres el único que puede cuidar y proteger a los niños.
El muchacho llamado Sion se mordió el labio y se escondió entre la paja. Lo único que podía hacer era aguantar, reprimir su ira y esperar hasta ser lo suficientemente fuerte como para atravesar a los caballeros y matar al señor de un solo golpe. Si se lo contaba a los adultos, podrían horrorizarse y encerrarlo en un almacén.
—Dios te observa. Si cometes un asesinato, irás al infierno. El diablo aparecerá.
Le decían esas cosas, intentando convencerlo día y noche, regañándolo. Pero Sion no escuchaba ni una palabra.
No existía ningún dios. Si hubiera existido, un rayo habría fulminado a ese señor codicioso y bestial hace mucho tiempo.
El señor, que incluso codiciaba las ofrendas destinadas al templo, vivía con opulencia y orgullo a pesar de sus pecados. El mundo pertenecía a los malvados. Este hecho enfureció a Sion.
A medida que sus emociones se volvían incontrolables, un extraño poder que había permanecido latente en su interior comenzó a despertar.
Siempre que perdía el control de sus emociones, ocurrían cosas extrañas alrededor de Sion. Algo en su interior se agitaba violentamente, otorgándole una fuerza sobrehumana o la capacidad de destruir cosas. Y está sucediendo ahora.
No, hoy fue diferente. Si hasta ahora solo había podido liberar un poder desconocido a través de barreras resquebrajadas, hoy explotó.
Justo cuando el señor continuaba su alboroto en el exterior, acompañado de más gritos, el carro en el que se escondía Sion se hizo añicos.
—¡¿Qué demonios?! ¡¿Qué has escondido ahí dentro?!
—El carro está roto, mi señor. No hay nada ahí.
—¡Quítate de mi camino!
Sion surgió de entre la paja y golpeó la cabeza del señor al entrar este en el recinto cercado donde se apilaba. Aunque el señor era bajo, era adulto. Sin embargo, Sion, ligero como una mariposa, lo derribó y luego lo molió a golpes con su nueva fuerza.
—¡Aagh! ¡Uaargh! ¡Matad a este mocoso infame de una vez!
Los caballeros, que habían seguido al señor y cometido innumerables atrocidades con él, desenvainaron apresuradamente sus espadas y se abalanzaron sobre él. Pero Sion no tenía miedo. Cuando de repente vio las partículas de luz que llenaban el aire como semillas de diente de león, supo que podía vencer.
—¡Ah…!
—¿Qué es esto?
Inicialmente, la gente se asustó al ver las partículas doradas que llenaban el mundo, pero cuando Sion derrotó a todos los caballeros y acabó con el señor, volvieron en sí.
—¡Oh, no, tonto! ¡El asesinato está prohibido!
—¡Dios se enojará!
Los aldeanos ataron fuertemente al señor y a los caballeros y los arrojaron a un almacén, y entonces comenzaron a preocuparse.
—Los caballeros del castillo pronto notarán algo extraño y vendrán. ¿Qué debemos hacer?
Temblaron de miedo hasta que vieron la luz moverse hacia el templo.
—…Vayamos al templo.
Los aldeanos, fascinados por el extraño y hermoso fenómeno que no comprendían, subieron la colina hacia el templo. Allí presenciaron un espectáculo increíble: estrellas que deberían haber estado en el cielo nocturno habían descendido al suelo, iluminando a una mujer.
La mujer, con su larga cabellera negra ondeando como alas de cuervo, permanecía erguida majestuosamente, creando una semilla dorada. Todos quedaron cautivados por la escena de una belleza sobrecogedora. Era sagrada. No, era imponente y fascinante.
Desde el momento en que vieron a la mujer, un escalofrío les recorrió la espalda, y algunos incluso derramaron lágrimas. Instintivamente lo supieron. Su dios había descendido.
El paisaje de luz, que parecía que iba a durar para siempre, se desvaneció cuando la mujer apretó la semilla en su mano.
Sion creyó que la mujer le miraba a los ojos. Quizá por eso, sin darse cuenta, empezó a caminar hacia ella. Pero justo en ese momento, alguien lo detuvo y lo obligó a arrodillarse en señal de respeto.
La mujer se presentó como Theresa. Pero nadie se atrevía a llamarla así. ¿Pronunciar el nombre de una diosa? Tan solo pensarlo les parecía una blasfemia, y el miedo los invadía. Sin embargo, a pesar del temor que le tenían, sentían un irresistible deseo de acercarse a ella.
Aunque la diosa negó repetidamente ser un dios, ella fue al señor y lo aniquiló junto con sus fuerzas, castigando justamente a los malvados. Al pasar el dios, la tierra maloliente se convirtió en suelo fértil y las cosechas marchitas revivieron.
Sion seguía a la diosa a todas partes, maravillado por los milagros que realizaba. Por alguna razón, la energía que sentía cuando la diosa usaba sus poderes le resultaba familiar.
—Posees maná, ¿verdad?
Sobresaltado por la repentina aproximación de Theresa, Sion se asustó, pero no huyó debido a las palabras que captaron su atención.
—¿Qué es eso? —Sion, ya de por sí agresivo y feroz por naturaleza, estaba tan tenso que su tono era aún más desafiante de lo habitual.
Los aldeanos que habían estado siguiendo a Teresa se postraron inmediatamente.
—¡Oh, Dios mío, por favor, perdona a este niño!
—Ya te dije que no soy una diosa —repitió Theresa, intentando que nadie la escuchara con una expresión que suplicaba que se callaran—. En fin, te llamas Sion, ¿verdad?
—Sí.
—¿Dijiste que derrotaste al señor y a los caballeros tú solo? ¿Aprendiste magia por tu cuenta?
—¿Qué es eso exactamente?
Maná y magia. Sion pensó que la diosa hablaba palabras extrañas e incomprensibles, pero por alguna razón, su corazón palpitaba de anticipación.
—Parece que no lo conoces… Déjame que te lo muestre con un dibujo…
Theresa trazó un hechizo en el aire, notando el asombro de Sion y el alboroto a su alrededor, y enseguida lo comprendió. En esta era, el concepto de magia quizá no existiera. En este tiempo, se necesitarían cinco años para estabilizar el núcleo.
—Déjame enseñarte magia.
Sion asintió, sin siquiera saber qué era la magia. Pero estaba seguro de que se enamoraría de aquella magia, fuera lo que fuese.
Los espectadores que presenciaban la escena vitorearon.
—¡Oh, Sion se ha convertido en el apóstol de los dioses!
—En realidad no soy un dios…
Sion no tenía padres. Por mucho que preguntara a los adultos si habían muerto de enfermedad o a golpes, nadie se lo decía, como si todos hubieran acordado guardar el secreto. Lo protegían y cuidaban con esmero, pero al fin y al cabo, no eran su familia.
Sion siempre había conocido la soledad, pero nunca se le hizo más fácil sobrellevarla. Además, cuando los aldeanos lo trataban con un aire de superioridad, como si esperaran algo de él, se sentía asfixiado. A menudo sentía que algún día tendría que liderar a esa gente, pero nadie sabía cómo.
El único líder que había conocido era aquel señor despreciable. Por eso, los momentos que pasaba con Teresa eran tan valiosos para él.
—¡Señorita Theresa!
Pasaron cinco años, y el pequeño Sion había crecido más que Theresa. A medida que crecía, empezó a parecerse a Theresa de una forma extraña.
Siempre que Theresa miraba a Sion con expresión pensativa, a veces decía:
—Puede que estés… No, no es nada —y ahí lo dejaba.
—¡Señorita Theresa! ¿Dónde está? —Sion corrió hacia donde Teresa cuidaba un árbol, llamándola a gritos—. ¡Por fin puedo controlar cien mariposas a la vez!
—¡Uf…! ¡Qué ruido!
Sion se acercó a Theresa, que estaba tumbada en la hierba con resaca, y le pellizcó la nariz.
—¡Uf, hueles a alcohol! Dijiste que ibas a trabajar ayer; ¿por qué bebiste?
Theresa, luchando contra la resaca, yacía en el césped, fingiendo ser una joven melancólica con expresión triste.
—Hay cosas en el mundo adulto que no entenderías, niño.
Jugaba con un anillo en su dedo anular izquierdo, que solía tocar. A menudo hacía comentarios extraños sobre haber dejado a su marido en el pasado o sobre tener un marido esperándola en el futuro.
Sion se preguntó si incluso los dioses se casaban, y de ser así, si su cónyuge era un ángel o algo parecido. Pero pronto perdió el interés. Estaba en una edad en la que el matrimonio y los cónyuges no eran temas de interés.
Theresa estaba muy ocupada. Desde la desaparición del señor, se hizo cargo de la administración del territorio, nombrando a Sion su sucesor y viajando fuera de él. Decía que era para estar al tanto de la situación política, pero Sion pensaba que solo era una excusa para salir a beber.
Sion contempló el pequeño retoño junto a Theresa. Era un árbol extraño con un brillo suave.
Theresa miró el árbol, que ahora era tan alto como ella, y dijo:
—Por fin se ha estabilizado.
Desde el principio, le había dicho a Sion que planeaba quedarse allí cinco años. Y ahora, era hora de marcharse.
Sion, visiblemente abatido, preguntó:
—¿Cuándo piensas ir?
Theresa, sintiendo lástima por Sion, respondió con una sonrisa amarga:
—Hoy.
Sion apretó los puños con emoción y de repente abrazó con fuerza a Theresa.
—¿De verdad tienes que irte?
—Lo lamento.
Ninguna persuasión la detendría de marcharse.
Sion había llegado a comprender que el mundo que Theresa cargaba era mucho más grande y pesada de lo que él podía imaginar. Era lógico, ya que ella no era solo la guardiana de este pequeño territorio, sino una diosa que velaba por el mundo.
—Gracias por todo.
Sion, decidido a despedirse de su única familia, se despidió entre lágrimas. Theresa también se emocionó; le temblaba la barbilla y empezó a llorar.
—Asegúrate de mantenerte sano y feliz. Eres mi familia.
Los dos, con rostros parecidos, lloraron juntos mientras rememoraban el tiempo que habían pasado juntos y se preparaban para despedirse.
Sin querer llamar la atención, Theresa desapareció silenciosamente en un lugar donde no había nadie alrededor.
Sion regresó al castillo, mirando por la ventana con el corazón apesadumbrado. Los recuerdos del tiempo que pasó con Theresa lo inundaron. La mayor parte consistía en investigar y practicar magia, algo que ambos amaban profundamente.
—Lord Sion.
En ese preciso instante, el anciano que lo había protegido con desesperación del señor se acercó para contarle algo importante. El anciano le entregó a Sion una vieja llave de bronce y le compartió una noticia impactante.
—Esta tierra le pertenecía originalmente, lord Sion.
Sion, que no era del todo ajeno a la situación, esperaba convertirse en el nuevo señor. Pero nunca se había dado cuenta de que había sido noble desde el principio.
—El señor nunca regresó de la guerra, y un hombre llamado Grelic, que decía ser su primo, se apoderó de este lugar.
Sion finalmente comprendió por qué los aldeanos habían estado tan desesperados por esconderlo.
—Si Grelic hubiera sabido que existía un heredero legítimo como tú, incluso siendo un recién nacido, seguramente habría intentado matarte.
Porque él era su última esperanza. Lo habían estado protegiendo hasta que tuvo edad suficiente para reclamar lo que le correspondía y regresar a su puesto original.
—Sion Squire. Ese es su verdadero nombre, mi señor.
—Squire…
Así que ese era su apellido.
Sion, ya adulto, sabía perfectamente lo que debía hacer como señor del territorio de los Squire. Con el rostro de un hombre que había dejado atrás su niñez, declaró:
—Difundiré la magia por todo el mundo como apóstol de la Diosa Demonio y escribiré un libro sagrado para nuestro dios.
Así comenzó el nacimiento de la Diosa Demonio Theresa.
Athena: Ah, pues supongo que era su antepasado entonces jaja. El inicio de la casa Squire. Por eso ella se sentía conectada con la diosa demonio… era ella misma.
Capítulo 329
Villana streamer Capítulo 329
Dos personas estaban conversando.
—Este invierno es tan terrible que vemos nieve todo el tiempo.
—Hace apenas unos días hubo una ola de calor.
—En fin, solo tenemos que aguantar hasta que vuelva Theresa, así que resistamos hasta entonces.
—Lo sé. Mmm… Creo que es hora de invocar a la mariposa. ¿Empezamos?
Fruncí el ceño profundamente.
—¿De qué se trata todo esto?
Cuando las mariposas Squire convocadas por Raoul y Giuseppe se dispersaron, la nieve blanca desapareció, dejando al descubierto una aldea desolada.
—Mientras existan las mariposas Squire, los desastres naturales serán algo menos graves, pero sus ciclos se están acortando.
¡Ding!
[La constelación “Explicación de errores” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Parece que Ozworld dejó de suministrar monedas al canal? Ese tipo de cosas suceden cuando un canal está a punto de desaparecer.]
De alguna manera habían transcurrido diez minutos, y la pantalla del televisor se apagó y se fue desvaneciendo lentamente.
Comprendí lo que Ozworld pretendía con todo esto. Borró por completo cualquier lugar al que pudiera regresar para mantenerme en el sitio que él había elegido para mí.
—¡Maldito loco!
Creía comprender la retorcida lógica del loco llamado Ozworld. Pero cada vez que encontraba una nueva forma de fastidiarme, dejaba de intentar entenderlo. Cuanto más sabía, más se revelaba su verdadera naturaleza: pura maldad. El simple hecho de ser capaz de amar jamás iba a cambiar esa esencia.
Para Ozworld, escapar de los límites de su naturaleza no se trataba de reprimir su instinto gobernante ni de atesorar algo precioso. Se trataba de no cometer actos malvados. ¿Por qué no entiende que esto es lo que realmente importa?
¡Ding!
[La constelación “¿Esto es una broma?” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿No sería mejor para todos que este imbécil muriera rápido? ¿Acaso la misión principal no está a punto de terminar?]
¡Ding!
[La constelación “Todo esto está guionizado LOL” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Me estoy aburriendo, así que espero que Ozworld traiga pronto un nuevo streamer para la transmisión~ Ya que todo está guionizado de todos modos, deberían variar un poco.]
¡Ding!
[La constelación “Instructor Profesional” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[A quien todavía crea que esto está guionizado… Simplemente, vete.]
¡Ding!
[La constelación “Todo esto está guionizado LOL” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Esto es real? Si lo es, Panteón está condenado. ¿Por qué las constelaciones son tan ingenuas hoy en día? Jajaja.]
¡Ding!
[La constelación “Niño Puro” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡No hay remedio para la estupidez!]
—Condenado, ¿eh?
Hasta ahora, nunca había pensado en otro deseo que no fuera destruir Ozworld. Entonces, comprendí lo que realmente quería. Algo que deseaba aún más que la muerte de Ozworld: la desaparición de la transmisión. Mientras Panteón existiera, esto seguiría ocurriendo sin cesar.
Ahora que lo pensaba, debía haber reunido ya unos mil millones de monedas.
—Configuración de transmisión.
▼
[Configuración de transmisión]
Nombre del canal: Villana Streamer
Calificación del canal: Diamante
Clasificación del canal: 1.º
Patrocinio: 2.000.000.000 monedas
▲
—Guau…
Las donaciones habían superado con creces mis expectativas, alcanzando la asombrosa cifra de 2 mil millones de monedas. Parecía que todas las monedas que recibía por transmitir en el canal <Santa de la Arena> se habían acumulado sin ser utilizadas.
¡Ding!
[La constelación “Performance Obsession” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Qué locura! Nunca había visto 2 mil millones de monedas; y la reacción de BJ tras alcanzar el hito de las monedas de deseo es algo inédito]
¡Ding!
[La constelación “Broadcast Genius Theresa” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Esto es lo que significa ser fiel a uno mismo? Ella es tan coherente.]
En ese momento, mi estado era más bien de incapacidad para comprender la realidad de la situación que de calma o distanciamiento.
¡Ding!
[La constelación “Materialismo” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Guau, jajaja ! Con esa cantidad podrías comprar dos cupones de deseos, ¿verdad? ¿Se pueden comprar varios cupones de Wish? ¡Eso sería genial!]
¡Ding!
[La constelación “Jugador experimentado” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Solo puedes obtener un cupón de deseo por canal, así que eso no es posible.]
Al principio de la transmisión, dudaba de que fuera posible comprar un cupón de deseo, pero ahora me decepcionó no poder comprar dos. Sin duda, es un momento agridulce.
Aunque la línea temporal principal de <La Obra de Dios> no duró ni un año, el tiempo que viví en ella abarcó varias décadas. De repente, recuerdos de aquella época me inundaron la mente. Al recordarlo, fue una sucesión interminable de sucesos increíbles. Y el más increíble de todos fue Ozworld.
Pero al final, sí que conseguí el cupón de deseo.
Inmediatamente abrí la tienda.
—Tienda.
¡Ding!
[La tienda no está disponible en este momento.]
—¿Qué?
Tenía el dinero, pero no puedo gastarlo. ¿Qué sentido tiene eso?
¡Ding!
[La constelación “Asesino de signos de interrogación” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Qué demonios...? ¿Por qué no abre la tienda? ¿Acaso el presidente O está haciendo su trabajo así?]
¡Ding!
[La constelación “Teórico de la Conspiración” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Quizás se deba a que el servidor de Ozworld Company se cayó? Acaba de aparecer una alerta de última hora.]
¿Pudo haber sido Hardy quien hizo eso? Mientras fruncía el ceño, las constelaciones seguían charlando a través de las donaciones.
¡Ding!
[La constelación “Instructor Profesional” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Podría ser un problema del canal o algo así.]
¿Acaso Ozworld saboteó la tienda para que no pudiera pedir mi deseo? Era una historia muy plausible.
¡Ding!
[La constelación “El Minion de Theresa” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Acabo de presentar una queja ante la Comisión Reguladora del Canal!]
Tras dudar un instante, formé un corazón con las manos. Era la primera vez que hacía algo así, por lo que el movimiento me resultó muy torpe.
¡Ding!
[La constelación “El Minion de Theresa” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Ah … no me arrepiento de nada, aunque muera ahora mismo!]
¡Ding!
[La constelación “Rey de la Muralla de Hierro Theresa” ha patrocinado 1.000.000 de monedas]
[¡Guau, esta es la primera vez que Theresa reacciona, ¿verdad?]
¡Ding!
[La constelación "Apuesta tu vida por Theresa" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Ni siquiera puedo felicitar sinceramente la felicidad de otra persona… tanta envidia… celos… rencor… ira… resentimiento… desesperanza… dolor…]
En ese instante, algo blanco comenzó a caer del cielo.
—¿Nieve?
Apenas unos momentos antes, parecía principios de verano, y de repente estaba nevando.
¡Ding!
[La constelación “Detective” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Aunque te encuentres en una zona horaria diferente, no puedes escapar al alcance de la extinción. Parece que este lugar también está mostrando signos de destrucción acompañados de un rápido cambio climático.]
¡Ding!
[La constelación "Ozworld es el mundo real" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Parece que Ozworld va a obligar a terminar la transmisión y pagar la multa… Si quieres eliminar la pena de muerte, costará un montón de monedas; realmente se ha vuelto loco de amor.]
¡Amor, mis narices! Esto no era más que la locura de un lunático.
Ozworld intentaba borrar mi mundo, pero no me preocupaba en absoluto. El verdadero problema era que la fuente que mantenía el mundo había desaparecido, ¿verdad?
—Entonces lo crearé yo misma.
Esta era la oportunidad perfecta para poner a prueba mi poder recién despertado.
Me dirigí al edificio más cercano desde donde me encontraba. Una estructura rectangular que recordaba al Partenón estaba convenientemente vacía.
—Perfecto para trabajar, ya que no hay nadie alrededor.
¡Ding!
[La constelación “Romance Pass” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Esto suena más a género negro.]
Primero, liberé el potencial del planeta. Al llevar al límite la abundante energía maná de la atmósfera, las partículas flotaron como estrellas en el espacio. Luego, al abrir la palma de la mano, la energía maná comenzó a concentrarse. Era como una lluvia de meteoritos cayendo desde todas direcciones.
¡Ding!
[La constelación "Apuesta tu vida por Theresa" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Esto parece un poder que solo pueden usar seres superiores, ¿verdad? ¿Cuándo despertó Theresa?]
¡Ding!
[La constelación "Odio el romance" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Qué ocurrió durante el paréntesis?]
El maná formó un gran flujo que atravesó simultáneamente el pasado, el presente y el futuro.
Había experimentado directamente la sensación de que Ozworld manipulara el tiempo. Gracias a eso, ahora podía distorsionar fácilmente el flujo temporal desde el pasado, donde yo existía, hasta el presente, donde debería existir. Igual que el tiempo en una mazmorra fluye de forma distinta a la realidad. Así que estaba «mazmorrando» esta línea temporal pasada.
Creé una diferencia temporal donde un año en el pasado equivaldría a un día en el presente, y luego generé un núcleo para mantener la dimensión. La luz se concentró ante mí formando una pequeña esfera. Finalmente, el núcleo completo se asemejó a una semilla de durazno. Al desvanecerse la luz, una semilla pesada reposó en mi mano.
—Ahora solo necesito plantarlo y terminar de estabilizarlo.
Al final, terminé convirtiéndome en un creador de verdad, en lugar de solo uno con nombre propio.
…O eso creía, cuando mis sentidos, desconectados del exterior tras usar semejante poder, regresaron y percibí una extraña presencia. No era solo una o dos; eran bastantes. Volví la cabeza y me encontré de inmediato con las miradas de personas que me observaban con expresión de asombro, boquiabiertas.
¿Llamé demasiado la atención?
Mmm. Ahora que lo pensaba, seguro que habría llamado la atención. Sobre todo estando en un templo, de todos los sitios. ¿Qué se creen que era?
Sonreí con torpeza y decidí saludarlos para causar una buena impresión.
—¿Hola?
—¡Kyaaaak!
Lo que recibí a cambio fueron gritos y reverencias.
—¡Dios!
—¿Perdón?
—¡El dios ha descendido! ¡Ríndanle homenaje! ¡Arrodíllense! ¡Inclínense!
—¡No, espere! ¿Podría, por favor, no hacer una reverencia ante mí? ¡Solo soy una persona normal…!
—¡Ay! ¡Dios está enojado!
¡Ding!
[La constelación “Haha Boss” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Yo estoy feliz.]
Capítulo 328
Villana streamer Capítulo 328
Al ver a Hardy murmurar débilmente, de repente comprendí lo pesada y abrumadora que podía ser la devoción ciega que una criatura siente hacia su creador. Él aún añoraba y lloraba a Frea. A menos que una creación estuviera maldita desde el principio, como Ozworld, y fuera incapaz de amar a otros, amará y añorará eternamente a su creador. Sentí como si una piedra me oprimiera el corazón. No poder amar a alguien era terrible, pero estar destinado a amar al propio creador también era una maldición.
En algún momento deseé ser amada por todos. Por eso creé a Libby. Pero ya no. Ahora comprendía que podía ser amada sin ser una figura creadora. Así que quise romper este círculo vicioso. Quise darles libertad a mis protagonistas masculinos, no reprimiendo sus emociones ni diciéndoles que no me amaran, sino permitiéndoles amar a alguien por su propia voluntad.
En ese instante, los anillos que me rodeaban reaparecieron, brillando suavemente como si me reconfortaran. Hardy sonrió dulcemente al verlos.
[“Ese es tu mundo.”]
—¿Mi mundo?
[“Sí. No el mundo que creó Ozworld, sino el mundo que tú creaste. Ese mundo está dentro de ti.”]
El núcleo, a diferencia del poder sagrado o la magia, manifestaba sus habilidades según la individualidad del usuario. Mi rasgo personal parecía ser la «creación». Las plantas mágicas que crecían en el planeta Signio probablemente eran resultado de este rasgo. Necesitaría usar este poder con mayor intención para comprenderlo por completo.
—¿Crees que puedo enfrentarme a Ozworld?
[“Nadie puede asegurarlo. Es un monstruo.”]
Yo sentí lo mismo.
[“Ozworld tiene un extraordinario sentido para manipular el tiempo. No porque haya obtenido el reloj de bolsillo de Frea, sino porque tenía un talento natural.”]
Hardy me reveló el apodo secreto de Ozworld.
[“Es un coleccionista de deseos.”]
En cuanto oí eso, algo me vino a la mente.
«Kike y Benito. Los gemelos dragón; podían conceder deseos». Se ofrecieron a concederme el mío si me convertía en la novia del dragón.
[“Ozworld ha moldeado el mundo con el tiempo y los deseos. Pero no era infalible, así que Panteón siguió añadiendo nuevas reglas.”]
Entonces, cuando incluso Ozworld, que tenía un don para encontrar resquicios legales o infringir descaradamente las normas y pagar multas, llegó al punto en que ya no podía actuar con libertad, me conoció.
[“Ozworld no podía seguir haciendo lo que quisiera para siempre. Nuestra alianza ha estado esperando el día en que Ozworld llegara a un punto sin retorno.”]
Una sonrisa autocrítica se dibujó en mis labios. Sí, nada podía deshacerse realmente. El único que no lo sabía era Ozworld.
Entonces, Hardy hizo un gesto como si comprobara algo y me miró. Instintivamente comprendí que estaba a punto de marcharse.
[“Esta será la última vez que nos veamos así.”]
No parecía que se refiriera simplemente a reunirse a través de la vieja pantalla del televisor.
—¿Qué quieres decir? ¿Qué piensas hacer?
[“Significa que no tendremos tiempo para reunirnos así porque estaremos ocupados.”]
Eso era mentira. De repente me pregunté por qué Hardy no había pensado en su vida después de matar a Ozworld. ¿Podría ser porque sabía que no sería posible?
[“Gracias, Theresa.”]
Me llamó Theresa en vez de Shin Jiwoo, como siempre, y agitó la mano.
—¿Qué piensas hacer?
Él respondió a mi pregunta con esto:
[“Espero que te conviertas en el protagonista de una historia donde vivas feliz para siempre.”]
Abrí los ojos como si despertara de una pesadilla. Cuando la luz que me había envuelto antes de ver a Hardy se desvaneció y recuperé la vista, lo primero que hice fue buscar a Clyde.
¿Estaba la Alianza de Víctimas decidida a poner fin a su relación con Ozworld aunque eso significara su aniquilación?
Clyde ya había buscado el Planeta Signio para enfrentarse a su pasado, completamente preparado para ser aniquilado. Pero ahora, no había rastro de él. Era como si Clyde no existiera en absoluto.
—¿Qué está sucediendo?
Fruncí el ceño, intentando encontrar a alguien más, cuando de repente me di cuenta de que el paisaje que me rodeaba era extraño.
—¿Dónde estoy?
Por más que lo miraba, no me parecía un lugar conocido. La arquitectura a lo lejos y el paisaje circundante me recordaban a una época muy anterior a la Edad Media. Me sentía como…
—¿Roma?
Los enormes edificios de piedra se parecían mucho a los del Imperio Romano.
—La ubicación está sin duda dentro del Imperio Rapshia… ¡Oh no! ¿Acaso he terminado en otra época?
Justo en ese momento, apareció una ventana de misión.
¡Ding!
[Misión: Regreso a <La Obra de Dios> completada]
▸ Recompensa: Televisión actual
※ Di “Reclamar” para recibir el Espejo del Tiempo frente a la streamer.
Al ver que la misión se había completado, confirmé que tenía la intención de regresar a <La Obra de Dios>.
—¿Hasta qué punto del pasado terminé?
Al mirar a mi alrededor, noté que la mariposa negra había desaparecido. Era extraño que la mariposa negra, que había estado siguiendo a Clyde, hubiera regresado de repente, pero lo más raro fue la voz. La mariposa negra había hablado. Y usó mi voz.
No fue solo una alucinación.
¡Ding!
Mientras reflexionaba sobre esto, el sonido de notificación me sacó de mis pensamientos y revisé la ventana del sistema.
[Bloqueo del acceso a un servidor conectado a través de una ruta anómala.]
—¿Se va a reanudar la transmisión original?
La ventana del sistema se actualizaba constantemente, confirmando mi suposición.
[…Buscando un nuevo servidor…]
[…Conectando…]
[Comienza la transmisión.]
¡Ding!
[La constelación “Haha Boss” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Eh? ¡La transmisión está en marcha!]
Las constelaciones, que debían de estar esperando, enviaron una avalancha de donaciones.
¡Ding!
[La constelación “Nacida del corazón de Theresa” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Sabía que volverías ㅠㅠㅠㅠ.]
¡Ding!
[La constelación "Si te gusta, haz sonar la sirena" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ]
¡Ding!
[La constelación “Solo deambulo por los 10 mejores canales” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Dónde está este lugar? Nunca antes había visto este lugar.]
¡Ding!
[La constelación “Joven adicta al Rofan” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Llevas ropa única. Se especuló con que habías caído en otra dimensión, y parece que tenían razón.]
Todas estas eran constelaciones familiares.
Agité la mano en el aire como una experta en streaming.
—Ha pasado mucho tiempo, chicos.
¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding!
La abrumadora notificación sonó como un coro de vítores. Las constelaciones estaban, sin duda, muy contentas. Bueno… no todas.
¡Ding!
[La constelación "Boicot a Ozworld” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Panteón es un desastre por culpa de Ozworld, ¿y quién en su sano juicio consume esta transmisión?]
Parece que reinaba el caos en Panteón. No era de extrañar. Las constelaciones no se quedarían de brazos cruzados mientras alguien capaz de manipular el tiempo sin ser detectado actuaba impunemente. Y la Unión de Víctimas tampoco desaprovecharía esta oportunidad.
—Acabo de regresar de una transmisión que existió en los primeros días de Panteón.
¡Ding!
[La constelación “Otaku Inmerso” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Así que fuiste absorbida por el espacio-tiempo y terminaste en una línea temporal diferente ㅠㅠ . Ojalá hubiéramos podido ver esa transmisión también.]
—Yo también hice transmisiones allí. Para las constelaciones de aquella época.
¡Ding!
[La constelación "Odio el romance" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Probablemente no queden muchas constelaciones del Panteón primitivo.]
—Aunque lo fueran, sus apodos y su forma de hablar serían tan diferentes a las de ahora que no los reconocería.
¡Ding!
[La constelación “Legal Bueno” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Cuando el flujo del tiempo se alinee, todos recordarán los acontecimientos del pasado.]
¿Alinear el flujo del tiempo? Más o menos lo entendía, pero aún no me quedaba del todo claro. En fin…
—No sé qué es “Current Television”, pero reclamaré el premio primero. ¡Reclamar!
En cuanto dije «Reclamar», apareció ante mí un pequeño televisor del tamaño de la palma de la mano. Era un aparato sencillo con solo un botón de encendido/apagado, así que lo encendí de inmediato. La pantalla mostró una explicación.
[Manual de usuario de “Current Television”]
Al encenderse, el televisor mostrará la situación actual en <La Obra de Dios> durante 10 minutos. El dispositivo se desechará automáticamente después de su uso.
Tras leer el manual de usuario del artículo, tuve la certeza.
—Así que esto significa que definitivamente he viajado al pasado, mucho antes de que comenzara el juego.
El manual de usuario desapareció y la pantalla del televisor cambió. Pero por mucho que esperé, la pantalla permaneció completamente blanca, sin que se viera nada.
—¿Qué es esto? Los diez minutos van a pasar así. ¿Cómo pueden dar esto como recompensa?
Entonces me percaté de que algo se movía en la pantalla blanca.
—Padre y Giuseppe.
Ver a mi amada familia me hizo llorar de emoción.
Capítulo 327
Villana streamer Capítulo 327
Los anillos impedían el paso a cualquiera. Además, erradicaron a todos los monstruos de la zona como si los hubieran evaporado. Pero a menos que se cerrara el portal en el cielo, era como echar agua en un pozo sin fondo.
Extendí el pulgar y el índice, los levanté hacia el portal y luego los cerré como una almeja. Al hacerlo, tracé una línea hacia abajo como si sellara un sobre, y el agujero en el cielo se cerró.
Este método era similar a cómo se utilizaba el poder divino. De hecho, ningún aprendizaje es jamás inútil.
Creo que la afinidad del planeta conmigo estaba amplificando aún más mi poder.
En contraste, el planeta era intensamente hostil hacia Ozworld. El ambiente debía de ser incómodo, como estar rodeado de espinas punzantes, pero Ozworld permanecía fijo en mí con una mirada inquebrantable. Mientras tanto, los protagonistas masculinos, ahora liberados de la horda de monstruos, se acercaron y comenzaron a enfrentarse a Ozworld. A su alrededor, personas que no eran objetivo de la purificación de los anillos permanecían de pie como para protegerlo.
Fue un tenso enfrentamiento. Aunque nos superaban en número considerablemente, por alguna razón, sentí que no nos vencerían fácilmente.
Al despertar mi núcleo, comprendí algo. Incluso un mismo núcleo podía variar según el receptáculo que lo contuviera. Del mismo modo que la inteligencia y los límites mágicos de un personaje diferían según su potencial en <La Obra de Dios>, también lo hacía el núcleo. Esto significaba que no todas las constelaciones poseían habilidades equivalentes.
Me había vuelto mucho más fuerte, pero aún sentía la distancia que me separaba de Ozworld. Aunque la había acortado considerablemente en comparación con antes de mi despertar, todavía no podía afirmar que tenga ventaja. Para ser precisa, no podía medir su poder.
Ozworld era un monstruo que había crecido devorando una cantidad inimaginable de tiempo. A pesar de que este planeta era un campo de batalla desfavorable para él, su mera presencia hacía imposible garantizar nuestra seguridad.
Sin embargo, creía que incluso a Ozworld le resultaría difícil hacerme daño de forma tan imprudente. De no ser así, ya me habría hecho daño cientos de veces.
Así que hice una propuesta.
—Abandona este planeta inmediatamente. Y no vuelvas a aparecer ante mí jamás.
Esta era la oferta más indulgente que podía hacer, considerando nuestro pasado. Con Clyde y Hardy aquí, tenía que impedir que Ozworld se acercara a ellos. De lo contrario, sin duda los mataría a ambos.
Ozworld pareció comprender lo que intentaba evitar; su expresión, aunque airada, mostraba una sonrisa.
—Puedo irme de aquí. Pero no puedo aceptar la segunda parte. ¿Cómo podré vivir sin ti? —Mientras decía esto, miró a los protagonistas masculinos uno por uno, calculando con la mirada el momento oportuno para acabar con ellos.
Euges, que nunca antes había experimentado tal grosería, soltó una risa seca:
—¡Ja!
Ozworld me habló con voz suave, como intentando persuadirme.
—¿Qué puedo hacer para que vuelvas?
—No hay nada que puedas hacer para deshacer esto.
—Dije que me equivoqué. Puedo hacer lo que quieras y arreglar cualquier cosa, ¿cuál es el problema?
—¿Entonces puedes enviarme con la persona que realmente amo?
La expresión de Ozworld se contrajo entre los celos y la ira.
—¿Qué quieres decir con amor verdadero, Jiwoo?
—¿Lo ves? No tienes ninguna intención de darme lo que quiero.
Era una pregunta que, en primer lugar, no esperaba que respondiera afirmativamente.
En ese instante, mis sentidos agudizados detectaron una enorme onda de energía. El lugar era el Palacio Imperial. Claramente, algo había ocurrido entre Ozworld, Hardy y Clyde en esta línea temporal.
Los protagonistas masculinos eran similares a mí en poder, pero su talento en combate era muy superior. Cualquiera de ellos podría haber comprendido fácilmente la situación y haber actuado.
Llamé al más fuerte de ellos, Ilya.
—Ilya.
Respondió como si ya supiera lo que iba a decir:
—Voy a comprobarlo.
En ese instante, Ozworld echó un vistazo al aire, como comprobando algo que solo él podía ver, y sonrió con sorna.
—Está a punto de derrumbarse, así que no hace falta que se vaya, lord Ilya.
—¿Qué está a punto de colapsar?
Ozworld señaló hacia abajo con el dedo.
—Este mundo.
Al mismo tiempo, mi audición se entorpeció como si estuviera sumergida en agua. Aunque estaba firmemente plantada en el suelo, sentí una vertiginosa sensación de caída. En una especie de cámara lenta, me esforcé por girarme y abrir una puerta dimensional.
El planeta pronto explotaría. Una aguda premonición me envolvió por completo, desperdiciando todo mi potencial.
Empujé a todos los protagonistas masculinos, que corrían a protegerme, hacia la puerta dimensional. Confiaba en que la mariposa negra había salvado a Clyde y Hardy.
Justo cuando yo misma estaba a punto de entrar por la puerta dimensional…
—¿Adónde crees que vas, cariño?
Ozworld, que aparentemente existía en un flujo temporal normal mientras yo no, me rodeó la cintura con sus brazos por detrás.
¿Cómo logró atravesar los anillos que me protegían? ¿Encontró alguna forma de contrarrestarlos?
Ozworld, como burlándose de mis intentos de escapar, me abrazó con ternura, rozando suavemente su mejilla contra la mía. Quise matarlo al ver su sonrisa, tan llena de alegría.
—No tiene sentido malgastar tu energía yendo a “ese mundo”, ya que de todos modos pronto desaparecerá.
—¿Qué significa eso?
—Me aseguraré de que tus protagonistas masculinos desaparezcan sin sufrir.
Al tocar Ozworld la puerta dimensional, la flor se marchitó al instante. Las enredaderas se secaron y se volvieron negras antes de desmoronarse.
Rechinando los dientes, retrocedí el tiempo con todas mis fuerzas. Luego, con la sensación de un chasquido, le di una bofetada. La cabeza de Ozworld se ladeó ligeramente y soltó una risita.
—¿…Has retrocedido el tiempo?
—Sí, cabrón.
Intenté abofetearlo de nuevo, pero el suelo tembló y se resquebrajó bajo mis pies, dejándome flotando en el aire. Estábamos a punto de ser aniquilados junto con el planeta. Así que, como en Ozworld, intenté abrir un portal para escapar.
¡Ding!
[No tienes acceso a esta constelación. Si necesitas registrarte de nuevo, ponte en contacto con Panteón.]
Parecía que usar el núcleo para viajar entre dimensiones era una habilidad controlada por el sistema. Para evitar su interferencia, tendría que recurrir a un poder como el que usé para crear la puerta dimensional, algo puramente mío.
—No hay tiempo para peleas de enamorados, Jiwoo. Deja de ser tan terca y ven conmigo. —Ozworld me extendió la mano, sintiéndose completamente a gusto en este mundo donde el magma al rojo vivo hacía erupción por todas partes.
Antes de que pudiera agarrarme, la mariposa negra voló hacia mí.
—Vamos.
Instintivamente, agarré la mariposa negra.
Una luz brillante envolvió mi visión.
Un chisporroteo. El ruido familiar de un televisor me hizo abrir los ojos y vi un espacio que reconocí. Un televisor viejo, un sofá desgastado. Al poco rato, la pantalla en blanco y negro se encendió, mostrando a Hardy. Pero no era el chico que yo conocía; era un adulto maduro. Debió de haber madurado hasta convertirse en adulto tras despertar como el adversario del planeta.
[“Ha pasado mucho tiempo, ¿verdad?”]
Suspiré aliviada.
«Parece que el futuro no ha cambiado». Me preocupaba que todo se hubiera arruinado tras la explosión del planeta Signio.
[“Sí. La santa Frea hizo retroceder el tiempo.”]
—¿Ella hizo retroceder el tiempo?
[“Sí. Cuando se difundieron las noticias sobre ti y Ozworld del futuro, las constelaciones se reunieron y recaudaron mil millones de monedas. Así, Frea obtuvo un reloj de bolsillo que podía retroceder en el tiempo.”]
—¿Te refieres al reloj de bolsillo que usaba Ozworld?
[Así es. Después de retroceder en el tiempo, Frea negoció con Ozworld la seguridad del planeta a cambio de transferir la propiedad del reloj de bolsillo. Y bueno… no entraré en detalles sobre lo que sucedió después.]
Suspiré suavemente y Hardy esbozó una sonrisa amarga.
[“El amor de verdad ciega a la gente, ¿verdad?”]
Frea amaba a todo el mundo. Al intentar tomar una decisión por el bien de todos, acabó perdiéndolo todo.
Ozworld nunca podría cambiar; estaba destinado a ser el villano.
[“Pero, por suerte, mientras que todos los demás olvidaron el tiempo retrocedido, Clyde conservó sus recuerdos y se preparó para el desastre que se avecinaba. Gracias a ello, pudo despertar sano y salvo como el adversario.”]
Hardy continuó con una sonrisa fruncida.
[“Es una lástima que Frea haya retrocedido el tiempo a un punto anterior a nuestro encuentro, así que los recuerdos de ese momento se han perdido. Por lo que vi de tu programa, creo que podríamos haber sido buenos amigos.”]
—Todavía podemos ser amigos.
Los ojos de Hardy se abrieron de par en par por la sorpresa, como si no lo hubiera considerado.
[“…Tienes razón. Podemos.”]
¿Había vivido tan consumido por la venganza que formar nuevas relaciones se había vuelto algo ajeno para él? En su mundo, había sido un protagonista querido por todos, como Libby, y eso me daba lástima.
—El propósito de tu vida es destruir Ozworld. ¿Has pensado en qué harás después?
["…No."]
—Entonces ven donde estoy. Tengo más que suficiente para darte de comer.
Mi audaz declaración hizo que Hardy estallara en carcajadas.
[“¡Jajaja ! Ah , ¿en serio, tú…?”]
No pudo continuar, y negó con la cabeza con una amplia sonrisa. Luego, me miró con una sonrisa que aún permanecía en su rostro.
[“Si hubieras sido mi creadora, creo que habría sido verdaderamente feliz. Tengo envidia de Clyde.”]
Capítulo 326
Villana streamer Capítulo 326
Fue antes de que Libby golpeara a Ozworld. Una puerta dimensional se abrió en medio del desierto más desolado del planeta Signio.
Acompañada del característico crujido de una puerta sin lubricar, la puerta se abrió y Libby y tres hombres entraron. Fruncieron el ceño al contemplar el árido paisaje arenoso. Habían oído que este planeta era mayormente desierto, pero la realidad era peor de lo que esperaban.
—Algo no me cuadra.
La enorme tormenta de arena que se divisaba a lo lejos, las dunas desmoronándose y las sutiles vibraciones del suelo parecían extrañas. Pero lo verdaderamente peculiar eran las plantas mágicas que crecían muy cerca, en medio del desierto, como un oasis.
—Es una dimensión prácticamente sin magia, entonces, ¿cómo es posible que haya plantas mágicas aquí?
Euges examinó la energía mágica con detenimiento y enseguida comprendió quién era el responsable.
—Theresa debió de ser la responsable.
—En efecto, si lo piensas bien, solo Theresa podría crear un fenómeno tan extraordinario en otra dimensión.
Ilya habló al grupo.
—Deberíamos poder rastrear la ubicación de Theresa basándonos en este mana.
—Lo haré.
Damian tardó solo unos segundos en localizar a Theresa.
—La encontré.
Dicho esto, sus figuras brillaron y se teletransportaron instantáneamente al lugar donde estaba Theresa. Y entonces…
—¡¿Qué le estás haciendo a mi hermana?!
Aunque el ataque de Libby fue bloqueado de inmediato, dio tiempo suficiente para que Theresa escapara. Además, cuando los hombres atacaron Ozworld simultáneamente, la situación cambió rápidamente. Ozworld estaba siendo invadido.
—Hermana, ¿estás bien?
Al notar la diferencia de poder, Theresa habló con urgencia con Libby, quien había venido a protegerla.
—Clyde está aquí. El Clyde de la línea temporal original, con una máscara de mariposa negra.
—¿Qué? Dijo que no vendría con nosotros a proteger el imperio, ¿cómo es que de repente está aquí?
—Él trajo a Ozworld. Pretende matarlo con una paradoja temporal.
Libby finalmente comprendió las palabras de Theresa y se puso seria.
Theresa miró la mariposa blanca que revoloteaba cerca de Libby y dijo:
—Con el poder de tu mariposa, puedes llevar a Clyde de vuelta a la dimensión original.
—¿Y qué hay de mi hermana? ¡Vine a buscarte!
—Estaré bien —dijo Theresa, señalando la puerta dimensional que estaba creando—. Puedo regresar por ahí.
A regañadientes, Libby aceptó y partió en busca de Clyde. Era una tarea sencilla. La mariposa blanca leyó el testamento de Libby y la transportó hasta donde se encontraba la mariposa negra.
—¡Sénior!
En cuanto Libby vio a Clyde, que estaba a punto de enfrentarse a sus versiones pasada y presente al otro lado de una pared, supo que tenía que empujarlo a través de la puerta dimensional.
La mariposa se transportó a sí misma y a Clyde al frente de la puerta dimensional que Libby había creado.
«¿Nos enviaste aquí para hacer algo tan imprudente?» Libby quiso preguntarle, pero antes de que Clyde pudiera moverse de nuevo para encontrar Ozworld, habló apresuradamente:
—¡Mariposa, llévate a este hombre!
—¡Qué estás haciendo…!
Afortunadamente, la mariposa blanca, siguiendo su voluntad, apareció y llevó a Clyde a través de la puerta dimensional.
—¡Huf!
Ese era el problema. Libby había podido respirar y moverse libremente en esa dimensión extraña gracias a la protección de la mariposa. Pero ahora que la mariposa blanca había regresado a la dimensión original con Clyde, Libby se desplomó en el acto. La hostilidad y la agresión del mundo, algo que jamás había experimentado, la abrumaban.
No podía soportarlo mucho más. Tenía que regresar a través de la puerta dimensional.
Libby se arrastró por el suelo, envuelta por la terrible sensación de cómo se le secaba toda la humedad del cuerpo. ¿Lograría llegar a la puerta?
No creía poder. Aun así, habiendo cumplido la petición de su hermana, tal vez esta misión podría considerarse un éxito.
Justo antes de que su visión se nublara…
—Libby. Respira más despacio.
Libby obedeció la voz familiar y respiró hondo. Las punzadas que la atravesaban se desvanecieron rápidamente y recuperó la visión, que parpadeaba. Era como si su cuerpo se hubiera adaptado mágicamente a la dimensión.
«¿Quién me ayudó?»
Mientras Libby miraba a su alrededor confundida, notó una mariposa negra posada tranquilamente en el suelo. Era la mariposa negra de Theresa, una pareja con la suya blanca.
—Eres la mariposa de mi hermana, ¿verdad? ¿Fuiste tú quien me habló? —El único ser vivo a la vista era la mariposa negra. Estaba segura de que era la que la había ayudado y volvió a preguntar—: ¿Fuiste tú quien me ayudó? No sabía que las mariposas podían hablar… Pero ¿por qué tu voz se parece tanto a la de mi hermana?
La mariposa negra permaneció en silencio.
—Gracias por ayudarme.
Libby estaba a punto de levantarse cuando oyó un sonido como de algo quemándose y miró al cielo.
—Ay dios mío.
El cielo se abrió con un ruido extraño, revelando un vacío completamente negro. De ese vacío, algo ominoso comenzó a emanar. Era evidente que Ozworld había invocado a esas criaturas para secuestrar a Theresa y eliminar a cualquiera que se interpusiera en su camino. Su presa era obvia.
Al ver un monstruo que se acercaba a toda velocidad, Libby invocó su magia con determinación. Pero su intento desesperado fracasó estrepitosamente.
—Deja de perder el tiempo y vuelve tú también.
«¡Realmente es la voz de mi hermana!»
Antes de que Libby pudiera siquiera cuestionar la identidad de la mariposa negra, fue arrastrada más allá de la puerta dimensional.
No tenía ninguna duda de que Libby lo lograría. Así que me concentré en el nuevo problema que tenía entre manos.
¡Ding!
[La constelación “vRadiant Cavev” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Qué son esas cosas? ¡Lleva ya al niño a casa! -_-^]
El cielo se abrió y monstruos surgieron del portal oscuro, emanando un aura ominosa. Para entonces, tres protagonistas masculinos habían aparecido a mi alrededor, rodeándome.
—¿Estás bien, Theresa?
Casi lloré al oír la pregunta preocupada de Damian. Estaba tan angustiada pensando que podría haber muerto tras su desaparición, pero al verlo sano y salvo, me sentí aliviada.
—Sí, estoy bien.
Ilya, observando a los monstruos que se acercaban, dijo:
—Si cruzamos la puerta dimensional que acabamos de atravesar, podremos irnos inmediatamente. Aunque parece que también podría haber enemigos al otro lado.
Euges chasqueó la lengua al desatar una cadena de explosiones, atacando a los monstruos en una amplia zona.
—¿Qué otra opción tenemos? Tendremos que irnos. Al fin y al cabo, a menos que quienes crearon la puerta dimensional la abran, no les queda más remedio que acampar a su alrededor.
Eché un vistazo a la puerta dimensional, donde la flor aún no había florecido del todo, y calculé el tiempo necesario para que se abriera por completo.
—Simplemente abriré este portal.
Necesitaba cinco minutos. Solo cinco minutos más y podría abrir esta puerta.
Ilya asintió.
—Te daremos algo de tiempo.
Inmediatamente, comencé a infundir magia en el portal dimensional. A cuatro minutos del final, aparecieron más monstruos. Sin embargo, por alguna razón, el mundo que parecía estar al borde de la destrucción quedó repentinamente en silencio.
¿Había cambiado la actitud del emperador Signio? ¿Pero dónde estaba Clyde? Confiaba en que estuviera a salvo con la mariposa negra, pero me preocupaba porque Ozworld era muy impredecible.
Quedaban tres minutos. Soldados con uniformes de combate aparecieron entre los monstruos. Todos corrían hacia mí. ¿Eran secuestradores enviados por Ozworld?
Quedaban dos minutos. Oí un grito. Ojalá no fuera uno de los protagonistas masculinos.
Y quedó un minuto.
—Con eso basta.
Ozworld me tomó de la mano y me giró suavemente. Su impecable traje rojo estaba desaliñado, pero su rostro lucía terso, sin un solo rasguño. A pesar de la feroz batalla que había librado, su rostro seguía siendo de una belleza impecable.
—Si vuelves, tendrás que mudarte de nuevo —dijo con esa cara tan guapa.
—Aunque tenga que mudarme, no será a tu lado.
Miré a Ozworld con odio, y él me miró con una mirada sombría.
—Quiero matarte, Ozworld.
—Algún día te dejaré matarme. Pero hoy no será. —Una risa amarga escapó de sus arrogantes palabras.
¿Cómo iba a derrotar a ese loco que creía que podía salirse siempre con la suya? Por mucho que me hiciera fuerte, siempre existía una brecha insalvable entre nosotros.
Mientras rechinaba los dientes de frustración, un hombre de traje se acercó apresuradamente y me dio una noticia inesperada.
—¡Señor, Hardy ha despertado como el adversario del planeta y ha atacado al emperador Signio!
Por eso el planeta se quedó repentinamente en silencio.
Al enterarse de que Hardy había despertado como el adversario del planeta, Ozworld frunció el ceño. Era la expresión que ponía siempre que ocurría algo muy molesto.
—Yo me encargaré de esto, así que ocupaos de esa parte y que todos se retiren.
—Sí, señor.
Ozworld simplemente me sujetó y colocó su mano sobre la puerta dimensional. Al hacerlo, la flor que casi había florecido por completo comenzó a marchitarse.
En ese momento, una rabia incontrolable se apoderó de mí. No podía perdonarlo por seguir controlándome y actuando según sus propios caprichos.
Entonces, algo extraño se agitó en mi interior. No era magia ni poder divino. El poder que hacía florecer las flores con la lluvia recorría mi cuerpo con fuerza, desde mi corazón hasta mi sangre. Liberé ese poder en un estado de plena elevación espiritual.
—¡Vuelve!
Anillos dorados se formaron a mi alrededor y se expandieron rápidamente. Mientras la hermosa luz lo iluminaba todo, los monstruos cercanos se desvanecieron sin dejar rastro. La flor en la puerta dimensional había florecido por completo.
Ozworld me miró con incredulidad. Lo miré con frialdad, luego desvié la vista hacia los anillos que me rodeaban.
Me sentía como si me hubiera convertido en un planeta con anillos. Quizás no era una sensación tan descabellada. Al fin y al cabo, me había convertido en una estrella por derecho propio.
Capítulo 325
Villana streamer Capítulo 325
Clyde, que había rebotado cerca de mí tras el ataque de Ozworld, aterrizó suavemente en el suelo y preguntó:
—¿Cuánto tiempo tardará?
Al ver que la flor acababa de abrirse hasta la mitad de la puerta, respondí:
—¡Diez minutos! ¡Estará listo en diez minutos!
En cuanto oyó la respuesta, Clyde salió disparado como una flecha.
En realidad, diez minutos no bastaban para que la flor floreciera por completo. Así que tenía que esforzarme.
Usando un poder que superaba con creces mis límites, de repente escupí sangre negra. No me sorprendió. Era de esperar al usar un poder que sobrepasa mis límites. La sensación, una que ya había experimentado, me invadió el cerebro como si me quemara. Sentía la cabeza como si se me derritiera y mi consciencia se nublaba, pero me obligué a abrir los ojos con fuerza.
La flor estaba floreciendo. Los capullos que habían estado floreciendo lentamente ahora lo hacen con mayor rapidez.
¡Vamos, florece más rápido!
Mientras gritaba en silencio, oí un ruido extraño que atravesó mis oídos ensordecidos. No era un simple estallido de sonido. Levanté la vista, conmocionada.
—Loco.
Una grieta se estaba formando en la dimensión. Un evento así no podía ser causado por fuerzas ordinarias. Para ser más precisos, nadie presente podía provocar tal fenómeno. Eso significaba que algo externo a la dimensión estaba fracturando el espacio-tiempo para acercarse a nosotros.
La grieta comenzó a emitir una luz extraña y formó un portal. Algo se acercaba de una manera inusual. No fue difícil identificar al intruso.
—¡Clyde!
Aunque llevaba una máscara de mariposa negra, siempre lo reconocí. Y el hombre del traje rojo que estaba con él era Ozworld.
«¿Qué hacen esos dos aquí? ¡Si el presente y el pasado se encontraran, serían aniquilados!»
Un momento. ¿Aniquilación? En cuanto pensé en la palabra "aniquilación", comprendí de repente por qué estaba sucediendo esto. ¡Clyde vino aquí deliberadamente para aniquilar Ozworld!
«¿Crees que voy a dejar que eso pase sin más?»
Por suerte, el presente y el pasado aún no se habían encontrado. Pero era evidente que los seres del pasado, al presentir algo extraño, vendrían hacia acá.
Detuve de inmediato la creación de la puerta dimensional y, en su lugar, erigí un muro enorme para impedir que los forasteros se acercaran. Solo Clyde, que acababa de cruzar desde una dimensión externa, Ozworld, y yo existíamos dentro del área protegida que había establecido.
Para solucionar esta emergencia, tenía que abrir la puerta dimensional. Sin embargo, crear la puerta dimensional impidiendo que el presente y el pasado se encontraran resultaba extremadamente difícil.
Mi maná se agotaba rápidamente. Los hechizos que antes brillaban con intensidad parpadeaban como un letrero de neón roto. Si tan solo la mariposa negra hubiera seguido mi control, esto se habría resuelto enseguida. ¡Maldita sea!
Mientras yo intentaba desesperadamente mantener la magia, los dos hombres luchaban con fiereza. Era una situación en la que tanto la versión presente como la pasada luchaban a muerte. Me dolía la cabeza solo de pensarlo.
Entonces, una fuerza con forma de media luna atravesó las plantas mágicas y voló rápidamente hacia mí.
—¡Malditos dementes…!
¡¿Están intentando matarme?!
Desplegué rápidamente un escudo para bloquear el ataque. Teletransportarme sería la forma más sencilla de esquivarlo, pero si lo hacía, la puerta dimensional sería destruida por ese ataque, así que no tuve otra opción.
—¡Ugh!
Al bloquear un ataque mortal, el escudo se resquebrajó como una telaraña. El tremendo impacto hizo que brotara más sangre negra de mi interior. Tras escupirla, me limpié la boca bruscamente con la manga. Apenas había evitado la catástrofe… Pero mis pensamientos se vieron interrumpidos. De repente, caí rendido y mis piernas cedieron.
Mi maná parecía casi agotado, así que saqué rápidamente una poción que Reini había preparado desde mi subespacio y me la bebí de un trago. Entre ellas había algunas pociones de recuperación, por lo que mi mareo y el zumbido en los oídos mejoraron gradualmente.
Gracias, Reini. Cuando regrese al Imperio Rapshia, la colmaré de regalos.
Apenas logré recuperarme, los dos hombres que habían estado peleando como locos aparecieron a ambos lados. Parecían haber venido a comprobar si estaba bien tras el reciente ataque. Antes de que pudiera gritarles que pararan, alguien me abrazó y me llevó lejos.
—Jiwoo.
Una voz acalorada, casi al borde de las lágrimas, me envolvió. Ni siquiera el emperador Signio podría emocionarse jamás, pues jamás podría replicar los sentimientos que transmitía esa voz que me oprimía el corazón.
—Te extrañé.
Esas palabras me enfurecieron incontrolablemente.
—¡Suéltame! ¡Suéltame antes de que te mate!
Ozworld no me soltó, ni siquiera cuando forcejeé violentamente, arañándolo y golpeándolo. Era evidente que no tenía intención de dejarme ir, ya que me sujetaba con fuerza.
Un egoísta y egocéntrico ser despreciable hasta el final. Quise insultarlo con todas mis fuerzas, pero las palabras se me atragantaron.
—Me equivoqué. Nunca lo volveré a hacer, ¿no puedes perdonarme solo esta vez? —Lloraba, suplicando perdón—. Por favor, vuelve, Jiwoo.
Eran las palabras que tanto había anhelado escuchar, pero oírlas ahora me revolvió el estómago. Porque ya era demasiado tarde para arrepentirse. Sabía perfectamente que incluso ese instante era él dándome la respuesta que buscaba, como si resolviera un acertijo.
Con el rostro frío como el hielo, hablé.
—Shin Jiwoo ha muerto.
—Jiwoo.
Y aun así, seguía llamándome Jiwoo de forma repugnante.
—Me viste morir justo delante de ti.
Ese fue nuestro final. Pero Ozworld no parecía pensar lo mismo, y empezó a decir tonterías.
—Se puede deshacer.
—¿Qué?
—Si borramos solo ese recuerdo, todo estará bien. Nunca lo volveré a hacer, así que no habrá problema.
Lo aparté con todas mis fuerzas y retrocedí. ¿Cómo podía alguien ser peor cuanto más lo conocías?
—Mientras sigas siendo ese tipo de persona, no importa cuántos recuerdos borres, nunca te amaré.
Ozworld habló con una voz lúgubre y sombría.
—Primero, salgamos de aquí. Además, el núcleo que absorbiste es…
Antes de que pudiera terminar de hablar, una flecha transparente atravesó el hombro de Ozworld y sobresalió. Era una flecha mágica disparada por Clyde.
Las flechas mágicas tenían la propiedad de atacar únicamente al objetivo designado, como misiles teledirigidos, así que no corría ningún peligro. Pero ver la lluvia de flechas disparadas con tanta densidad frente a mí me erizó la piel.
Ozworld se quitó la flecha del hombro sin quejarse. Las demás flechas mágicas se desintegraron antes de alcanzarlo. Cuando se disipó el denso humo que se había elevado de las flechas rotas, apareció Clyde, aún con su máscara de mariposa negra.
—No me gusta pelear, lord Clyde. Si uso la fuerza, todo a mi alrededor se convierte en un desastre.
—¿Ah, sí? ¿Entonces qué tal si simplemente te mueres en silencio?
Al percibir la tensión, usé rápidamente magia de teletransportación mientras ambos se enfrentaban. Necesitaba abrir la puerta dimensional. Pero cerca de ella, me topé de repente con el emperador Ozworld, quien de alguna manera había entrado en la pared.
Ozworld por aquí, Ozworld por allá. Veo su cara irritante por todas partes, ¿podría mi vida ser peor?
Ozworld, de pie frente a la flor a medio abrir en la puerta, me preguntó:
—Si esta puerta se abre, ¿puedes regresar al mundo donde vivías?
En lugar de responder, busqué a Clyde con la mirada. ¿Dónde se había metido después de la pelea de hace un momento?
Al percibir mi confusión, Ozworld me dijo:
—Clyde salió a buscarte después de darse cuenta de que habías desaparecido.
—…No.
Preocupado de que el pasado y el presente pudieran encontrarse, intenté usar magia de teletransportación, pero Ozworld me bloqueó con poder sagrado.
—No puedes ir allí, Theresa. —Sin detenerse ahí, se acercó a mí y me arrastró hasta colocarme frente a la puerta dimensional—. Debes hacer florecer esta flor. Si florece por completo, parece que podrás abrir la puerta.
¿En qué estás pensando?
Ozworld, de pie detrás de mí como si fuera a abrazarme, soltó una risita baja.
—Estoy pensando en abrir esta puerta e ir a tu mundo contigo.
—¿De verdad crees que haría eso con alguien como tú?
—¡Maldita sea! —Ozworld murmuró algo incomprensible y me abrazó—. Me estoy volviendo loco porque me gusta que me hables mal. Me hace sentir como el verdadero Ozworld.
—¡Maldito loco!
Este hombre, ni en el pasado ni en el presente, había estado nunca cuerdo. Intenté zafarme de sus brazos, pero no fue fácil.
El actual Ozworld había absorbido toda la energía del Planeta Signio y se encontraba en un estado de poder anormal. Me agarró la mano y me obligó a tocar la puerta. Forzando la magia en mi cuerpo a fluir, los hechizos se extendieron por todas partes, igual que antes. Este lunático estaba, una vez más, leyendo mis recuerdos y obligándome a recrear la magia que había usado.
—¡Suéltame, cabrón!
…Justo cuando grité y forcejeé.
—¡¿Qué le estás haciendo a mi hermana?! —Libby apareció con una luz brillante y lanzó un puñetazo hacia Ozworld.
Athena: JAJAJA. ¡Toma puñetazo! ¡Hermana al rescate!
Capítulo 324
Villana streamer Capítulo 324
Clyde fue el primero en reaccionar a esas palabras.
—¿Qué queréis decir con ese decreto? —Su voz era gélida, con un aura que sugería que podía atacar en cualquier momento.
Ozworld, aparentemente más frustrado por sus propias emociones descontroladas, cerró los ojos lentamente y luego los volvió a abrir. Parecía estar intentando ordenar sus pensamientos. Entonces, como si tomara una decisión, fijó su mirada en mí con una claridad recién descubierta y habló:
—No hay forma de probar el matrimonio entre tú y Theresa. No me importa si decís amaros.
Mientras Ozworld continuaba hablando, mi expresión se tornó más tensa.
—Convertiré a Theresa en la Santa de la Arena.
Esto no era propio del emperador Signio. En absoluto.
¡Ding!
[La constelación “Moon's Ⓒ 𝒽𝒾𝓁𝒹” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Ozworld se ha vuelto loco? ¿De repente quiere convertir a Theresa en la Santa de la Arena?]
Clyde soltó una risa amarga.
—¿Estáis loco, Majestad? ¿Queréis convertir a mi esposa en emperatriz?
—Esto no es una sugerencia. Es un decreto imperial.
En ese instante, Clyde se movió en un abrir y cerrar de ojos, alcanzando a Ozworld y lanzando un puñetazo. Pero el ataque falló. Como si lo esperara, Ozworld atrapó el puño de Clyde. Sin embargo, Clyde pareció imperturbable y, mostrando una clara intención de matar, advirtió a Ozworld.
—¡Deja de decir tonterías o te mato!
—En eso podemos estar de acuerdo.
Ozworld extendió su mano libre para golpear a Clyde, pero este la bloqueó. En ese tenso enfrentamiento, Ozworld, con los ojos llameando de celos, le dijo a Clyde:
—Quiero matarte más que a nadie.
¡Ding!
[La Constelación “♡ Soberano 𝓠 ueen 𝒸𝒶𝓇𝒹 ♡” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Estoy muy confundida ahora mismo… ¿Acaso Ozworld siempre fue capaz de obsesionarse así con alguien?]
Me interpuse rápidamente entre ellos, creando cierta distancia.
—Basta, Majestad. Prefiero morir antes que convertirme en la Santa de Arena.
Ozworld me agarró la mano con la que intentaba apartarlo.
—No. Te convertirás en la Santa de Arena, o Clyde morirá.
—No lo permitiré.
Ozworld soltó una risita nerviosa en respuesta a mi gélida advertencia.
—Se descubrió que la marioneta de madera que me atacó ayer era obra de la familia Ananuka.
—¿Qué dijisteis?
—Significa que la familia Ananuka se ha rebelado. A estas alturas, la duquesa Ananuka debe estar arrestada y de camino al palacio imperial.
Clyde, enfurecido, intentó matar a Ozworld de nuevo, pero yo lo contuve desesperadamente.
La invención de una rebelión que involucrara a la familia Ananuka también ocurrió en la novela original.
—Sé que toda la rebelión fue orquestada por vos, Majestad.
—¿Qué importa eso? Lo importante es que considero a la familia Ananuka unos traidores —dijo Ozworld con voz suave, como si compartiera un momento tierno con un amante, tomándome la mano mientras continuaba—. Si te conviertes en la Santa de la Arena, lo terminaré exiliando a Clyde del planeta Signio.
Eso significaba que, si no obedecía, todo el linaje Ananuka sería exterminado. Eso incluiría a Clyde, que había sido adoptado por la familia.
Miré a Ozworld con expresión inexpresiva y dije:
—Ya ni siquiera lo estás fingiendo, ¿verdad?
Ozworld hablaba como si rememorara los breves momentos de felicidad que una vez compartimos, pero ahora veía que no era así. Estaba mucho más influenciado por el futuro de Ozworld de lo que había previsto.
—Si no me hubieras provocado, habría sido el amante ideal que deseabas.
Ozworld seguía siendo Ozworld. No se había convertido gradualmente en un villano, ni era del tipo que podía reformarse.
—Por eso te dejo.
En el instante en que la expresión de Ozworld se endureció al oír mis palabras, aproveché la oportunidad para teletransportarme con Clyde de vuelta a su finca. Allí se encontraba Luin. Tal y como Ozworld había dicho, Luin estaba siendo escoltada, rodeada de caballeros.
Di la orden a los caballeros:
—¡Alto!
Se detuvieron inmediatamente.
—Bloquead a cualquiera que intente acercarse.
Los caballeros obedecieron mi orden y abandonaron la finca para vigilar la entrada de intrusos. Mientras tanto, Clyde liberó a Luin de sus ataduras.
—¡Huye, Clyde! Si no lo haces, ¡Su Majestad lo hará…!
Clyde tranquilizó a Luin.
—Encontraré la forma de sobrevivir, así que no te preocupes. El emperador planea atacar el planeta Ananuka. Primero tenemos que impedirlo.
Luin cerró los ojos con fuerza.
—Así que hemos llegado a esto.
En ese instante, un trueno retumbó en el cielo como si estuviera a punto de desgarrarlo. La tierra tembló violentamente. Al mismo tiempo, me invadió una sensación de pavor. En cuanto comprobé la situación exterior, suspiré.
—¿Acaso Ozworld está intentando destruir este planeta?
El mundo exterior era un caos absoluto. El cielo se partía, la tierra se agrietaba y la energía del planeta se evaporaba. Era la señal de la destrucción del planeta. La razón era evidente.
Estaba intentando crear una excusa para justificar el ataque a la familia Ananuka por la supuesta rebelión. Y había otro motivo. Intentaba amenazarme. Era como si me dijera: "¿Seguirás negándote a venir a mí?".
—Llévate a la duquesa y ve al planeta Ananuka —le dije a Clyde—. Si utilizas el poder de la mariposa negra al máximo, deberías poder bloquear a cualquier intruso externo.
Clyde frunció el ceño mientras me agarraba la mano.
—¿No vienes con nosotros?
—Si desaparezco, tal vez el emperador loco recobre un poco el juicio.
¡Ding!
[La constelación “vRadiant Cavev” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Quién te dio permiso para irte? -_-^]
¡Ding!
[La constelación "Solo 5.000 monedas por un beso" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Todavía no estoy lista para dejarte ir ^-^…]
Sinceramente, era agridulce. Nunca esperé que nuestra despedida llegara tan de repente. Me sentía intranquila y preocupada, no quería separarme de Clyde, pero era la mejor opción.
—Dado que soy la razón por la que el emperador tomó esta decisión, si desaparezco, no tendrá motivos para atacar a la familia Ananuka.
En ese caso, Frea estaría perdida. Tendría que negociar su seguridad ofreciendo su billete de un deseo.
De repente, abracé a Clyde con fuerza.
—Nos vemos luego.
Clyde, al darse cuenta de que nuestra despedida era inevitable, me abrazó con fuerza.
—Iré a buscarte.
Tras un abrazo desgarrador, solté a Clyde y me teletransporté inmediatamente a un nuevo lugar. Era un bosque fuera de las murallas del castillo, donde no había nadie.
—Concéntrate. Necesito concentrarme. —Seguía murmurando las mismas palabras como si recitara un conjuro.
La verdad era que aún no tenía suficiente maná para realizar viajes dimensionales. Pero no podía esperar a que todo estuviera perfectamente alineado. Usar magia en una situación donde todo estuviera a mi favor era casi imposible, sobre todo en este contexto bélico.
—Está bien. Puedo hacerlo.
Confiaba en mí misma y en las habilidades que había acumulado con el tiempo.
—La magia no me traicionará.
¡Wooong! Mientras me concentraba, el maná que emanaba de las plantas mágicas respondía a mi voluntad.
Aunque el mundo se desmoronaba, las zonas donde crecían las plantas mágicas permanecían a salvo. Era como si supieran que se trataba de una crisis, y emitían un maná aún más poderoso.
Docenas de círculos mágicos dorados se desplegaron alrededor del lugar donde me encontraba. Para viajar entre dimensiones, se necesitaba mucha magia.
¡Ding!
[La constelación “†Ángel Oscuro†” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[He visto muchas formas de poder llamadas magia, pero la magia de Theresa es singularmente hermosa.]
¡Ding!
[La constelación “Estrella Fugaz ♬” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Siento que estoy vislumbrando cómo este streamer ve el mundo.]
Enredaderas mágicas se alzaron, formando un arco. Las enredaderas, envueltas en luz, brotaron hojas y capullos, que luego comenzaron a florecer desde abajo hacia arriba. Era como la puerta de una mazmorra. O como el abismo.
Estaba creando una forma de viajar entre dimensiones, aprovechando las similitudes entre mi mundo y Panteón. Este método se inspiró en la forma en que Jyang había usado el abismo para moverse entre lugares de Panteón.
Por ahora, la magia tomaba forma tal como la había imaginado, sin obstáculos. Si lograba abrir la puerta y desaparecer antes de que Ozworld me encontrara, todo habría terminado. Pero las cosas no iban a ser tan sencillas.
Los círculos mágicos que llenaban el entorno brillaron aún más intensamente en respuesta a un impacto externo.
Finalmente, los repetidos impactos externos hicieron que los círculos se rompieran uno a uno. La velocidad a la que se rompían era tan rápida que me mordí el labio de la frustración.
El uso de magia poderosa genera inevitablemente fuertes ondas de energía. Aunque había combinado varios hechizos para alterar las coordenadas, preveía que Ozworld lo notaría.
La persona que intentaba acercarse a este lugar como un loco ahora mismo era Ozworld.
—¡Déjame en paz, Ozworld!
En ese momento, Clyde, a quien creía que había ido al planeta Ananuka, atacó repentinamente Ozworld. Pero no estaba solo. Hardy también luchaba contra Ozworld a su lado.
Capítulo 323
Villana streamer Capítulo 323
Un viejo televisor emitía una pantalla llena de estática. ¡Chhhhhkk!
[“Creo que yo también te quiero.”]
Entre el ruido, se podía oír la voz de Theresa.
[“Hablo en serio. Te quiero.”]
Su rostro surcado de lágrimas, lejos de ser bonito, era lo más adorable del mundo. Tanto que sentía como si le arrancaran el corazón.
[“Está bien. Te amo.”]
No podía oír la voz de la otra persona. Pero para Ozworld, que miraba fijamente la pantalla con los ojos inyectados en sangre, solo la voz de Theresa era claramente audible.
Creo que yo también te quiero. En serio. Te quiero. De verdad, te amo. Estaba diciendo que amaba a otra persona. Con sus hermosos ojos llenos de lágrimas y su dulce voz, se lo confesaba con todo su corazón.
No. Sin duda, confundió sus emociones porque estaba enfadada. ¿Amor? Claro. Esa emoción podría ser amor. El tipo de amor que un creador siente por su creación. Y ahí se quedaría. No era amor verdadero.
La única persona a la que Theresa podía amar de verdad era a sí misma, no a su creación. Porque el hecho de que lo amara no podía ser un error.
De repente, Ozworld lanzó un puñetazo hacia atrás. Su puño impactó contra el hombre que se había acercado por detrás, haciendo volar todo a su alrededor con el impacto. Incluso la vieja pantalla del televisor se apagó por la onda expansiva.
Aunque el rostro del hombre estaba oculto tras una máscara de mariposa, era imposible confundir su identidad. Ozworld, incapaz de reprimir su furia y odio, pronunció el nombre del hombre:
—Clyde.
Una sonrisa burlona se dibujó en los labios que se veían bajo la máscara.
—Como dijiste, aprender es importante. Sabía perfectamente dónde te esconderías y qué tramarías —dijo Clyde, como si se hubiera equivocado—. Ah, probablemente no te acuerdes de mí, ¿verdad?
—Estás siendo demasiado confiado.
—¿Ya no te puedes permitir el lujo de hablar con cortesía mientras vas en contra de los instintos del gobernante?
Ozworld no podía negar que le irritaba bastante que Clyde hablara como si lo supiera todo sobre él.
—Entiendo tu deseo de sentirte recompensado por toda la preparación que has hecho para enfrentarme.
Cuánto tiempo duraría eso, no lo sabía.
¡Crack! El poder del núcleo de Ozworld sacudió el tiempo y el espacio con un simple ataque. Abrumador sería la palabra adecuada para describirlo. Pero en lugar de temer o desesperar, Clyde se rio.
—Te lo dije, ¿verdad? Por eso aprender es tan importante.
Clyde ni siquiera movió un dedo, como si hubiera previsto por completo la jugada de Ozworld. No había necesidad de defenderse, pues el tiempo y el espacio habían absorbido todo el poder de Ozworld.
Una grieta apareció en el aire. Era distinta de la fisura en el espacio-tiempo. Clyde había transformado el poder de Ozworld en un portal.
Todo sucedió en un instante. Tal como lo había planeado en incontables simulaciones en su mente, saltó al portal junto con Ozworld.
—Amo, es hora de despertar.
Desperté al oír la voz de Motie desde el pasillo.
«Ya es de mañana», pensé, y una sonrisa se dibujó en mis labios al abrir lentamente los ojos. Era porque estaba en brazos de Clyde. Su abrazo, con un agradable aroma, era amplio y firme. A diferencia de su carácter arisco, irradiaba una cálida ternura.
Me acurruqué más en los brazos aún cerrados de Clyde.
—Despierta, Clyde.
Era imposible que no hubiera oído la voz de Motie. Así que fingía dormir.
—¿Por qué te aferras a mí mientras me dices que despierte?
Como era de esperar, Clyde ya estaba despierto y aprovechó la oportunidad para abrazarme e impedir que escapara.
¡Ding!
[La constelación “vRadiant Cavev” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[[¡Qué asco lo cariñosos que sois por la mañana! -_-^ ¿Vais a parar?]
¡Ding!
[La constelación "Solo 5.000 monedas por un beso" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Yo puedo hacerlo mejor que ese tipo ^-^…]
¡Ding!
[La constelación “Amuleto de la Honestidad ☆” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Se ven bien juntos, pero los hombres patriarcales sin duda tienen mucho que decir.]
Me escapé rápidamente de su abrazo antes de que Clyde pudiera seguir burlándose de mí.
—Date prisa y prepárate para el trabajo.
Clyde, tumbado perezosamente, me miró con descontento.
Mientras tanto, usé magia para prepararme para salir de golpe. Al abrir la puerta del dormitorio, con las partículas mágicas restantes flotando a mi alrededor como polvo dorado, Motie, que me esperaba fuera, hizo una reverencia respetuosa.
—Lord David está en el comedor. Estaba preparando su comida favorita, así que no pude detenerlo.
Incliné la cabeza, sin saber cuál era mi comida favorita, y de repente recordé la tostada que había comido en Panteón.
—¡Tostada de Fuego Zorro! —exclamé, saludando a Clyde, que se acercaba con desgana—. Voy al comedor. Prepárate y ven.
—¿Qué? ¿Estás diciendo que te quedarás a solas con ese tipo...?
—¡La duquesa también debe estar allí!
No solo estaba presente Motie, sino que varios otros sirvientes habían venido a atendernos. Interrumpí rápidamente las palabras celosas de Clyde, ignorando cualquier vergüenza, y me teletransporté al comedor.
David estaba allí solo, tostando con esmero una montaña de pan. Cuando me vio, me saludó con rostro inexpresivo, como un oficinista sin alma. «Buenos días».
—Sí, ¿dormiste bien? ¡Guau, llevaba muchísimo tiempo antojándome de Tostada de Fuego Zorro, gracias!
Cuando me senté, genuinamente feliz, David esbozó ligeramente una sonrisa.
La tostada que hacía tiempo que no comía, seguía estando deliciosa. Tras disfrutarla con una sonrisa y beberme un vaso de zumo, David, que había terminado de brindar y se había sentado, habló con expresión bastante seria.
—Señorita Theresa.
Parecía que tenía algo importante que decir.
—Anoche sentí que Kike y Benito se acercaban. Tomé medidas para evitar que descubrieran que tú y Clyde estabais aquí, pero no puedo garantizar cuánto tiempo durará.
Creía entender a qué se refería. Esto era el "pasado".
—Más o menos lo sé. Recuerdo que poco después, Kike y Benito lograron encontrarte.
—Pero probablemente este sea el “presente”. Uno de los asistentes es un títere de la compañía. —David, sabiendo que yo estaba transmitiendo desde una línea temporal pasada, se refirió deliberadamente a la “Compañía Ozworld” simplemente como la compañía.
Agradecí su gesto considerado. ¿Pero una marioneta? ¿Había algo así?
No creía que Ozworld no me encontrara. Pero oírlo dicho en voz alta todavía me inquietaba.
¿Qué haría él después de encontrarme?
Nos habíamos separado de la peor manera. La relación se había deteriorado hasta el punto de ser irreparable, y yo no tenía ningún deseo de arreglarla. Lo único que Ozworld, incapaz de aceptar esta realidad, haría sería borrar mis recuerdos de nuevo y atraparme en un mundo de su propia creación.
—Hay indicios de que el amo está interviniendo en otras dimensiones para rescatarte. Probablemente habrá acciones importantes pronto.
—¿Por qué me cuentas esto? ¿Acaso no eres su hombre?
David confesó con una sonrisa incómoda, como si admitiera algo preocupante.
—A veces, en una vida larga, uno se encuentra cuidando algo inexplicablemente débil. Este es uno de esos momentos.
—¿Eh?
—Digo que soy fan.
Lo miré boquiabierta, sorprendida, y le pregunté confundida:
—¿Eres mi fan?
—Sí. Soy tu fan. Uno de esos Therdang o lo que sea.
No tienes que decir tanto.
¡Ding!
[La Constelación “♡ Soberano 𝓠 ueen 𝒸𝒶𝓇𝒹 ♡” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[No sé de qué trata la conversación, pero me he dado cuenta de que yo también me he convertido en Therdang.]
En ese preciso instante, la voz de Clyde resonó desde la entrada del comedor.
—¿Cuánto tiempo más vais a charlar? —Su tono era amenazante, dando a entender que no lo dejaría pasar si la conversación no terminaba pronto.
—Si ya has llegado, al menos podrías hacer notar tu presencia —le reprendí levemente, y Clyde se burló.
En fin, algo tímida, le extendí la mano a David.
—Gracias por ayudarme. Y… por decirme que eres fan.
David sonrió, como aliviado de haber confesado que era fan.
—Es lógico querer ayudar a mi streamer favorito.
Justo cuando íbamos a estrecharnos la mano, Clyde intervino repentinamente, agarró la mano de David y se la estrechó en su lugar.
—Ah, gracias. ¿Eras David? Si alguna vez necesitas algo, te lo pagaré después. Puedes gastar lo que necesites en una excursión por aquí o algo así. —Entonces, como si el asunto hubiera terminado, soltó rápidamente mi mano y me condujo hacia el portal.
David negó con la cabeza, incrédulo, pensando que eran celos infantiles. Yo sentía lo mismo, pero el tierno intento de Clyde de limpiarme las migas de los labios me hizo pasar por alto ese detalle.
—¿Pero por qué nos desplazamos hoy en día a través de un portal?
—Hay una llamada de emergencia. Parece que hay un intruso en el palacio imperial.
Eso me recordó lo que había dicho David.
—¿Podría ser una marioneta?
—Sí. Dicen que es una marioneta de madera.
Fruncí el ceño al comprobar la distribución del maná en la atmósfera. A este nivel, no debería haber ningún problema al usar magia a gran escala.
Las plantas y los animales mágicos se reproducían y crecían rápidamente por sí solos, sin mi intervención. Como resultado, el planeta Signio se volvía cada día más rico en maná. Así que la magia no era el problema. Lo que importaba ahora eran los pensamientos de Clyde.
En cuanto llegamos al atraque vacío de la aeronave, me detuve.
—Tengo algo que decirte, Clyde.
Al ver mi semblante serio, se detuvo y me miró de frente.
—Como sabes, este lugar es mi pasado. Así que tengo que regresar a la época en la que vivía.
Clyde sabía, por los recuerdos que le había compartido, que nos volveríamos a encontrar en un futuro lejano. Eso significaba que estaríamos separados durante mucho tiempo. O, mejor dicho, que Clyde tendría que afrontar ese tiempo solo.
Con expresión decidida, le dije:
—Si es demasiado difícil, puedes renunciar a mí.
Sin embargo, Clyde acalló mis palabras de rendición con un beso apasionado.
—Dime que persevere y que vaya a buscarte, aunque sea difícil. Porque prefiero morir antes que renunciar a ti.
Eso era demasiado egoísta. Era egoísta, pero sinceramente, ese era mi verdadero sentimiento.
—Nunca te rindas conmigo.
—Bien.
—Pase lo que pase, nos volveremos a encontrar.
—Sí.
Solo entonces pareció satisfecho Clyde cuando se inclinó para besarme de nuevo, justo cuando…
—Theresa —la fría voz de Ozworld pronunció mi nombre.
—Su Majestad.
Me sorprendió tanto encontrarme con Ozworld en ese momento que me pilló desprevenida cuando añadió fríamente.
—¡Venid aquí inmediatamente! ¡Es un decreto imperial!
Athena: Solo muérete ya. Quiero que Theresa sea feliz, y con Clyde, ya que por fin quiere a alguien de verdad.
Capítulo 322
Villana streamer Capítulo 322
La situación se agravó rápidamente.
—Mucho gusto. Me llamo Luin y pertenezco a la familia Ananuka.
Cuando llegué a la finca de Clyde con David, la duquesa Ananuka ya nos estaba esperando.
¡Ding!
[La constelación “LOFrea's HusbandVE” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Nunca vino cuando Frea se lo pidió, ¿pero ahora viene al planeta Signio con tanta facilidad?]
La única razón por la que habría venido a Signio sin una convocatoria del emperador era obvia. Debió de venir a verme tras enterarse del matrimonio de Clyde. Ni siquiera tuve que adivinarlo. La mirada curiosa de Luin reveló el motivo de su visita.
Presenté mis respetos rápidamente.
——Es un placer conocerla, duquesa. Me llamo Theresa. Y este es… —Dudé, sin saber cómo reaccionaría David, y lo miré. Él la saludó de inmediato con una elegancia natural.
—Me llamo David, soy un conocido y socio de la señorita Theresa. Terminé aquí debido a un pequeño incidente en la dimensión en la que me encontraba.
—¡Ay, Dios mío! —Luin parecía genuinamente compasivo—. Al menos acabaste en un planeta con amigos.
Clyde, aparentemente desprevenido ante la situación, se acercó a Luin con expresión de desconcierto.
—¿Por qué has venido hasta aquí si no te encuentras bien?
—¿Cómo no iba a venir al saber que tenías esposa? —Luin me sonrió amablemente mientras me miraba—. Jamás imaginé que la extranjera que Su Majestad buscaba sería la esposa de Clyde. Un reencuentro a través de las dimensiones, un amor predestinado.
Respondí rápidamente:
—Por favor, siéntase libre de hablar con confianza, Su Excelencia.
Luin no perdió tiempo, dejó de lado las formalidades y tomó mi mano.
—Oh, ¿está bien?
En ese momento, David dio un paso atrás e hizo una reverencia.
—Entonces os dejo para que disfrutéis de vuestro tiempo.
Cuando intentó excusarse, los ojos de Luin se abrieron de par en par y lo agarró.
—En un día tan feliz, debes unirte a nosotros. Ya estábamos preparando una fiesta, así que es perfecto. Celebremos juntos la llegada de David.
—Estoy bien, pero…
—¡Vamos, vámonos antes de que se enfríe la comida!
La fiesta improvisada resultó ser más divertida de lo esperado. Sorprendentemente, la conversación giró casi exclusivamente en torno a David.
—Hay muchas historias sobre zorros de nueve colas que se abstienen de comer humanos porque quieren convertirse en humanos. ¿Es cierto?
David se burló.
—A los zorros de nueve colas les disgusta esa historia más que a nadie.
¡Ding!
[La constelación “†Ángel Oscuro†” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Un ser superior como un zorro de nueve colas jamás querría convertirse en humano.]
David me miró brevemente antes de continuar.
—Pero en una vida larga, hay momentos en que uno se siente atraído por algo absurdamente efímero. Como un accidente.
Luin, que había vivido 1200 años, asintió comprendiendo.
—Los humanos con poder divino suelen vivir más de 1000 años. Incluso sin él, viven más de 300. Sin embargo, la esperanza de vida de los extranjeros es, como máximo, de 100 años. Tuve un buen amigo, pero nuestro tiempo juntos fue demasiado breve.
Me preguntaba si mi esperanza de vida también se había alargado desde que recibí el poder divino de Gufel.
—Ahora que poseo poder divino, ¿mi vida se extenderá hasta los mil años?
—Solo se han dado tres casos de extranjeros que han obtenido poderes divinos, así que no estoy segura.
Esos tres éramos Hardy, Clyde y yo. Hardy no era extranjero, pero solo Ozworld y Frea lo sabían.
Así que todavía no sabía cuánto tiempo viviría.
Entonces Luin recordó algo de repente y preguntó:
—¿Mencionaste que sois son de razas diferentes?
Asentí y expliqué:
—Sí. Clyde es mitad humano y mitad demonio. Aunque su lado demoníaco ha desaparecido, su raza no ha cambiado, por lo que su esperanza de vida y sus habilidades deberían seguir siendo las mismas.
Mientras respondía, me di cuenta de que no había pensado en eso antes. ¿Qué pasaría con la gente que quedara atrás si yo muriera? Incluso si no fuera por fracasar en una misión o por algún accidente desafortunado, si muriera simplemente porque mi esperanza de vida fuera menor, Clyde, con su vida relativamente más larga, se quedaría solo…
—¿Tienes miedo de morir antes que yo?
De alguna manera, Clyde intuyó exactamente lo que me preocupaba. Me quedé momentáneamente sin palabras ante su perspicacia, pero entonces me tomó la mano.
—Si quieres, prefiero morir yo, así que no te preocupes.
¿Se supone que esto es una solución?
Miré a Luin y le di una palmada en el muslo a Clyde. Él rápidamente cambió de actitud con una sonrisa pícara.
—¿Y si morimos juntos el mismo día?
Me quedé totalmente sorprendida.
—Dices las cosas más ridículas.
A pesar de regañarlo por sus palabras absurdas, no pude evitar reírme. ¿Sería porque sabía que esa era la forma en que Clyde demostraba cariño? De alguna manera, su discurso sobre morir juntos me resultaba entrañable.
¡Ding!
[La constelación “La esposa de Hardy” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Por qué me emocionó eso? ¿Acaso mi tipo ideal siempre es un hombre que quiere morir conmigo?]
La fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche. Comí, bebí y charlé hasta que el sueño me venció y empecé a cabecear.
Cuando desperté brevemente, Clyde me estaba acostando en la cama. Se dio cuenta de que estaba despierta y me acarició suavemente la cabeza.
—¿Estás despierta?
Su suave tacto me sentó tan bien que llevé su mano a mis labios y la besé con un sonoro chasquido. Una mano que se portaba tan bien merecía un elogio.
—Esto hace que no quiera irme.
Clyde aún tenía que volver a la fiesta. Pero, tal vez porque mi beso había despertado algo en él, pronto se encontró respirando con dificultad mientras presionaba sus labios contra los míos. La temperatura ligeramente fresca de la habitación se igualó a la de su cuerpo.
Antes de que pudiera meterse del todo bajo las sábanas, le aparté el hombro. Si esto continuaba, la gente empezaría a sospechar. Así que decidí mandarlo de vuelta a la fiesta.
—Deberías ir.
Comprendió por qué lo rechazaba, pero, reacio a irse, me abrazó con fuerza. Y entonces me susurró:
—Te amo.
Mi corazón, que ya latía con fuerza por el beso, sentía que iba a estallar. Mareada y con la cabeza ligera, murmuré sin querer:
—¿Por qué me quieres?
Clyde soltó una risita suave y me miró a los ojos.
—¿Necesito una razón para amarte?
—Antes me odiabas. Y como sabes, soy la creadora, así que tal vez simplemente te sientes atraído emocionalmente hacia mí.
—Así que crees que soy un tonto, ¿eh
—Eso no es todo.
Clyde me mordió el labio en broma y continuó con su típica expresión de exasperación.
—¿Crees que el amor solo surge por grandes razones? Para nada. El amor puede surgir en un instante, como cuando recoges un guante que alguien dejó caer y vuestras miradas se cruzan. —Hablaba del amor como si fuera una emoción trivial.
Me di cuenta de que, inconscientemente, había creído que el amor era algo grandioso y trascendental. Para mí, el amor era un acto en el que alguien ajeno a mi mundo irrumpía en mi vida, me absorbía, me sacudía y se apoderaba de todos mis sentidos. Siempre pensé que el amor verdadero se sentía como ser las únicas dos personas en un mundo vacío.
—Sobre todo cuando eres tan hermosa, tan encantadora y me tratas mejor que nadie. ¿Cómo no amarte?
Clyde desdeñó lo que todos llaman amor especial, considerándolo simplemente una emoción.
En ese momento lo comprendí. Su amor era el más profundo que jamás hubiera conocido. Mientras que los demás buscaban un amor posesivo, solo él me tomó de la mano y me guio hacia un mundo más amplio. Finalmente entendí que él, quien poco a poco se fue infiltrando en cada instante de mi vida, era el más digno de amor.
Siempre había pensado en el amor como algo predestinado, como si amar a mi rival, a mi amigo, a mi colega y a mi creación fuera diferente de lo que se sentía por un amante. Pero no era así. Sin darme cuenta, empecé a llorar y, tontamente, me confesé.
—Creo que yo también te quiero.
Clyde sonrió mientras me secaba las lágrimas.
—Lo sé.
Su respuesta indiferente me dejó frustrada, así que lloré aún más e insistí.
—Lo digo en serio. Te amo.
—¿Por qué crees que te besé? ¿Piensas que soy una basura?
En ese momento, no sabía si lloraba por la culpa que sentía por darme cuenta tan tarde de mis sentimientos o por el enfado que me producía su actitud. En ese instante, comprendí de repente por qué Ozworld me había dicho que no sabía nada.
—No sabes nada.
Puede que él dijera que el amor no era gran cosa, pero me di cuenta de que estaba completamente inmersa en su amor, y no había nada más sorprendente. Este fue el amor más significativo que jamás había experimentado.
—¿Por qué lloras como un bebé? ¿Y quién dice que no lo sé? —Me secó las lágrimas con cuidado y me arropó—. Duerme un poco. Vuelvo enseguida.
Cerré los ojos, que se me habían llenado de lágrimas, y respondí:
—Está bien. Te quiero.
Me pareció ver a Clyde riendo en silencio con una expresión de felicidad.
Athena: Aishh. Chica, esto es lo que quería para ti.
Capítulo 321
Villana streamer Capítulo 321
Hardy ladeó la cabeza, dejando ver su confusión.
—Esto es realmente extraño.
Me miró a mí, a Clyde y a David por turnos, murmurando: “Esto es realmente extraño”, varias veces más.
—Nunca ha habido un caso en el que personas de fuera del mismo mundo siguieran llegando.
Fue un acontecimiento inusual, probablemente porque todos estábamos agrupados en la misma categoría de "transmisión". Aunque yo también sentía que algo extraño estaba sucediendo, Clyde reaccionó con indiferencia.
—Que no haya ocurrido antes no significa que no vaya a ocurrir ahora. Podría ser por la influencia de las plantas mágicas que crecen.
—Sí, eso sin duda podría influir —dijo Hardy encogiéndose de hombros como si no le importara—. Entonces, ya que es tu amigo, ¿quieres llevártelo contigo? Creo que tu amigo zorro preferiría eso a estar en un refugio temporal para forasteros.
Asentí rápidamente en señal de aprobación. Era porque no quería que David y Ozworld se conocieran.
—Me llevaré a David con nosotros.
Aunque Clyde no parecía del todo satisfecho con mi decisión, no puso objeciones.
Hardy soltó una risita, divertido por la expresión hosca de Clyde.
—Muy bien. Terminemos el informe mañana y demos por concluido el día. Deberías ponerte al día con tu viejo amigo.
—Sí, gracias por entender —respondí apresuradamente, tratando de impedir que Hardy siguiera molestando a Clyde, y luego me dirigí rápidamente al muelle.
Permanecimos en silencio, como si estuviéramos ensayados, hasta que abordamos el dirigible. Cuando por fin estuvimos solos, fui el primero en hablar.
—¿Sabes dónde estamos?
David asintió.
—Este es el Panteón de primera generación, el mundo donde nació mi maestro.
—Así es. Pero, ¿cómo has llegado hasta aquí?
—No fue por elección propia. Me vi absorbido por una grieta en el espacio-tiempo debido a un hombre que llevaba una máscara de mariposa negra.
Parece que no sabía que el hombre de la máscara de mariposa negra era Clyde.
Clyde permaneció en silencio, visiblemente incómodo, antes de hablar finalmente.
—¿Quién es este hombre? No lo recuerdo en absoluto.
—Él es de Panteón. Sabes que transmito a las constelaciones, ¿verdad?
Clyde, que había asimilado la información sobre Panteón y las constelaciones a partir de los recuerdos que le mostré, lo entendió rápidamente y asintió.
En ese momento, David era quien menos entendía la situación. Suspiró y preguntó:
—¿Puedes explicarme qué está pasando?
Clyde se dirigió a los protagonistas masculinos allí reunidos.
—Estamos al borde de la destrucción.
Actualmente, el Imperio Rapshia sufría un clima extremo: ventiscas seguidas de lluvias torrenciales y ahora una ola de calor abrasadora, a pesar de ser diciembre. Esto llevaba ocurriendo un mes. Pero eso no era todo. La desertificación se extendía rápidamente y los expertos pronosticaban que, de continuar a este ritmo, todo estaría muerto en 30 días.
Si bien muchos lamentaban la ira de los dioses, la verdad era otra. Aquello no fue más que la violencia unilateral de un loco.
—Aun así, tenemos ventaja sobre Ozworld.
Clyde observó a Libby, quien emanaba una luz radiante en un salón donde la entrada de forasteros estaba estrictamente controlada por orden de Euges. En la espalda de Libby ondeaban alas de mariposa blancas, y ante ella se abría una especie de portal mágico. Estas alas solo eran visibles para Clyde, probablemente debido a la influencia de la mariposa negra que una vez lo había elegido.
En ese momento, Damian, que estaba suministrando la energía del núcleo al portal dimensional que Libby estaba creando, preguntó:
—¿No dijiste que ella es la protagonista femenina de este mundo?
Clyde asintió. Libby era un ser muy cercano al creador, que encarnaba innumerables deseos.
Clyde había regresado a <La Obra de Dios> para usar los núcleos que había recolectado y despertar por completo a Libby y Euges. Sin embargo, Libby ya estaba en proceso de despertar a un ser de dimensión superior. Era similar a Ilya, quien había despertado tras absorber el poder que dejó Theresa. No, ella era aún más especial. Se había conectado con la creadora, compartiendo con ella un par de alas de mariposa y, por lo tanto, su destino.
Como Theresa era especial, Libby también se había vuelto especial. Ambas compartieron su crecimiento.
Una de las razones por las que Theresa logró resultados extraordinarios en comparación con sus esfuerzos fue que le otorgó todo lo bueno y especial a su protagonista. Lo mismo ocurrió con Libby. Al quererse mutuamente, los beneficios fueron recíprocos, creando una relación simbiótica perfecta, casi envidiable.
En ese instante, Euges, que había estado sumergido en el desagradable agua verde para completar su despertar como constelación, emergió de la gran bañera del vestíbulo. Euges se secó la cara mojada con la mano y salió de la bañera. Miró a Clyde, recordando los recuerdos que el sistema le había obligado a olvidar.
Cuando Euges lo pensó bien, todos los allí reunidos representaban una amenaza para el imperio. Ya era bastante indignante que Damian fuera el líder de Stigmata, pero pensar que había dos demonios viviendo abiertamente en la casa del duque... Era tan ridículo que Euges no pudo evitar reír.
Clyde miró a Euges, que se secaba el cuerpo mojado con magia mientras se acercaba.
—Habéis despertado una hora antes de lo previsto, Majestad.
—¿Debería considerar un honor que alguien a quien no sé si es un ángel o un demonio me siga tratando como a un emperador?
Clyde, siempre dispuesto a responder con sarcasmo, contestó con indiferencia a la burla de Euges:
—Eso depende de vuestras preferencias personales. Pero la puerta se abrirá pronto, así que concentraos en normalizar vuestros sentidos, Majestad.
Ilya, que estaba ayudando a Damian a crear el portal dimensional, miró a Clyde, que estaba allí tumbado.
—¿Qué harás cuando todos nos vayamos de aquí?
Clyde hizo un gesto de desdén con la mano, como si la pregunta fuera innecesaria.
—Os esperaré a todos.
—Ya sabes a qué me refiero. ¿No será peligroso? —señaló Ilya, a lo que Clyde respondió con expresión exasperada.
—Ya tengo edad suficiente para manejar esto sin que me estén dando la lata, ¿no crees? Ve y trae a Theresa de vuelta rápido.
De lo contrario, este mundo, aislado de su fuente de energía, colapsaría sin problemas.
—Todo se solucionará cuando regrese Theresa —dijo Clyde con una sonrisa, dándole un codazo a Ilya, que estaba colaborando en la creación del portal dimensional—. ¿No confías en mí?
Ilya parecía concentrada en su tarea, sin siquiera mirar a Clyde, pero una leve sonrisa se dibujó en sus labios.
En ese instante, Euges, ya adaptado a su nuevo cuerpo, abrió los ojos y se acercó al portal dimensional para echar una última mano. Al desvanecerse la luz, apareció una puerta desgastada y descolorida. Era el portal que conducía al canal de la <Santa de la Arena>.
Libby, con su habitual semblante afable reemplazado por una mirada firme y fría, habló con decisión:
—Si estáis listos, ¿nos vamos?
Todos asintieron y, sin dudarlo, abrieron la puerta y entraron. En cuanto desaparecieron, Clyde borró la sonrisa pícara de su rostro.
—Tiene una intuición muy aguda.
¿Sería porque eran gemelos? Ilya presentía que algo andaba mal y le inquietaba que Clyde se quedara atrás.
Clyde chasqueó los dedos y al instante se transformó en el traje de combate negro que usaba como el hombre de la máscara de mariposa negra. Les había dicho a todos que todo se resolvería una vez que Theresa regresara, pero era mentira. La única forma de resolver esta situación era destruir Ozworld. Y solo había una forma de destruir Ozworld.
Una paradoja temporal. Para intentarlo, Clyde también tenía que correr el riesgo de entrar en el canal <Santa de la Arena>.
Clyde se puso la máscara de mariposa negra por última vez.
—No es que esto vaya a impedir mi destrucción.
Una paradoja temporal no se podía evitar simplemente cubriéndose el rostro. Claro que ganaría algo más de tiempo que si lo tuviera descubierto. Los registros del tiempo explicaban que la incomodidad instintiva llevaría a los yo del pasado y del presente a reconocerse mutuamente.
Clyde sacó un collar que llevaba escondido entre la ropa. El collar tenía un anillo de bodas. Aunque su tiempo pronto se acabaría, haciendo que los años que había soportado esperando volver a verla parecieran inútiles, no importaba.
—Desde el momento en que te arrojaron al fuego en mi lugar, decidí que, si pudiera, moriría por ti.
Tras besar el anillo, Clyde abrió un portal. Su destino era la Compañía Ozworld.
Athena: No… No quiero tragedias, no quiero dramas. ¡No quiero que te mueras, Clyde! Así que no me hagas llorar.
Capítulo 320
Villana streamer Capítulo 320
Hice un último intento por persuadirla.
—El hecho de que Ozworld me haya encontrado en el futuro significa que tu plan ya ha fracasado.
La expresión de Frea se ensombreció cuando le dije sin rodeos la cruda verdad: estaba equivocada. Pero pronto se armó de valor y se armó de determinación.
—Gracias por decírmelo. Gracias a ti, Theresa, me he dado cuenta de que necesito mantenerme concentrada y convencerlo como es debido.
En cuanto oí su resolución, pensé: No tiene remedio.
El fin de este mundo podría llegar aún más pronto. Pero no tenía ningún deseo de quebrantar la voluntad de Frea de salvar el mundo o el Mundo de Oz.
—Si esa es la conclusión a la que has llegado, no te lo impediré. Pero, ¿puedo pedirte una cosa? En el último momento, por favor, piensa en Hardy.
Frea me miró con un dejo de suspicacia y preguntó:
—¿Por qué me pides que piense en Hardy?
—Conocí a Hardy en el futuro. Me dolió verlo sufrir durante el resto de su vida, tras haber perdido a todos sus seres queridos.
Hardy era querido por todos en esta dimensión. Por eso, era probable que Frea se insensibilizara ante la tragedia que le esperaba. Viendo lo bien que le iba cada día, entendía que pudiera olvidarlo. Pero él sufriría durante más tiempo que nadie.
Aun así, como su creadora, Frea debería sentir cierta responsabilidad e intentar evitar su desgracia. Si fuera yo, sin duda lo haría.
Frea se mordió el labio como si le hubiera tocado la fibra sensible, y luego inclinó la cabeza en señal de respeto.
—Gracias… por decírmelo también.
Le devolví un leve asentimiento y pasé a su lado. Ahí terminó nuestra comprensión y cooperación. Teníamos creencias y esperanzas diferentes, así que no había nada que hacer. Pero me consoló el hecho de que al menos pude decir algo en nombre de Hardy.
Al entrar en una zona tranquila y vacía, noté que la atmósfera a mi alrededor cambiaba. El tiempo se había detenido.
—Llegas más tarde de lo que esperaba.
Ya me esperaba que Jyang apareciera, dado el caos que las revelaciones explosivas de Ozworld habían provocado hoy entre las constelaciones.
—Oye. No me contaste nada de esto —dijo Jyang, con expresión preocupada, al borde del colapso—. Por tu culpa, todo Panteón está patas arriba. ¿En qué estabas pensando?
—Esto tampoco formaba parte de mi plan.
Desde que llegué aquí, todo había sido un percance tras otro, así que no había tenido tiempo para pensar.
—Pero tal vez esto sea lo mejor.
—¿Qué?
Yo, sin embargo, conocía el futuro.
—¿Qué tal si renuncias a tu puesto de gerente de canal y te dedicas a ser un médico que trata streamers? He estado en Panteón, y en aquella ocasión me diste un consejo: tener cuidado con Ozworld.
Jyang frunció el ceño, aparentemente sin entender por qué de repente estaba mencionando Ozworld.
—Él va a Panteón.
Con esa sola frase, los ojos de Jyang se abrieron desmesuradamente por la sorpresa al comprender todas las implicaciones.
—Eso es imposible. Ozworld es solo un personaje. —Incluso al decir eso, la expresión de Jyang se tornó más seria, al darse cuenta de que no era del todo imposible—. Pensaré en lo que dijiste.
—Eso es todo lo que pido.
Con eso, había hecho todo lo que estaba en mi mano. Ahora, era cuestión de tiempo.
Tras la partida de Jyang, continué mi camino. Pero al llegar a los aposentos de los caballeros para encontrar a Clyde, me topé con una situación inesperada.
—Hola. ¿Es Clyde...?
—¡Oye! ¡La esposa de nuestro hijo menor está aquí!
—¡¿Qué?!
Los caballeros, al saber quién era yo, armaron un alboroto, y otros que parecían haber aparecido de la nada se abalanzaron sobre mí. Reaccionaron con asombro o desesperación al verme.
—¡¿Qué demonios?! ¡¿Es realmente hermosa?! ¡Esto no puede ser real!
—¿Por qué ese mocoso lo tiene todo? ¡¿Por qué la vida es tan injusta?!
Mi idea de los caballeros era que debían ser solemnes y estrictos, pero aquí todos parecían un poco desquiciados.
—¡Dejad de hacer ruido y apartaos!
En ese instante, Hardy, elegante y felino, se abrió paso entre la multitud. Con su singular apariencia, Hardy, tan guapo que bien podría considerarse bello, destacaba aún más. Me miró con una sonrisa pícara.
—¿Has venido a buscar a tu marido? Sígueme.
Seguí a Hardy, evitando a los caballeros que gemían de desesperación.
—Hemos capturado a un nuevo extranjero, pero es un caso peculiar, así que Clyde lo está investigando. Hoy saldrá un poco tarde.
La novela no mencionaba la aparición de ningún extranjero importante. Así que pensé que podría ser un personaje secundario sin importancia, pero dadas las circunstancias, como Clyde y yo, me picó la curiosidad.
—¿Te importa si echo un vistazo también?
—Claro. Pero el extranjero ni siquiera puede hablar, así que quizá no haya mucho que ver.
Le respondí que no había problema y luego le sugerí sutilmente que dejara de lado el discurso formal.
—Puedes hablar conmigo con total naturalidad.
Aunque Hardy pareciera un simple estudiante de secundaria, me llevaba varios cientos de años. Y como habíamos hablado informalmente un par de veces en el espacio onírico de mi mente, usar un lenguaje formal resultaba incómodo. Hardy, a quien no le gustaban especialmente las formalidades, acogió con agrado mi sugerencia.
—¿De acuerdo? Tú también puedes hablar conmigo con naturalidad. Si eres la esposa de Clyde, eso te convierte en mi amiga.
—Bueno.
En un ambiente bastante amigable, entramos en lo que parecía ser una prisión utilizada para detener a prisioneros.
De repente, se oyó un estruendo. Hardy frunció el ceño y corrió hacia el sonido, y yo, instintivamente, lo seguí. Allí encontramos a Clyde enfrentándose a un enorme zorro de nueve colas.
¡Ding!
[La Constelación “♡ Soberano 𝓠 ueen 𝒸𝒶𝓇𝒹 ♡” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Qué hace aquí un zorro de nueve colas?]
Un momento. Ese se parece al zorro de nueve colas que conozco. Con voz débil y dubitativa, llamé al zorro:
—¿David?
El zorro se transformó rápidamente, con un resoplido, en la familiar forma de David.
—¿Qué hace usted aquí, señorita?
Eso era precisamente lo que quería preguntarle.
Ozworld se dirigía a la sala de reuniones cuando de repente se detuvo y miró hacia un lado. Más allá del pasillo arqueado, vio una ardilla dorada, envuelta en maná, que trepaba a un árbol. Era la prueba de que la influencia del jardín creado por Theresa ya se extendía por todo el palacio imperial.
Theresa se estaba arraigando profundamente en este mundo. Todo lo recién nacido mostraba un ferviente afecto hacia la nueva dueña del planeta. Era una sensación bastante extraña.
Ozworld sentía que, de alguna manera, podía comprender el mundo. Pero, al mismo tiempo, la emoción de experimentar algo desconocido se vio brutalmente eclipsada por otra sensación extraña. El hecho de que ella no solo le tuviera antipatía, sino que lo odiara abiertamente, fue un shock tremendo.
En realidad, Ozworld había engañado a Theresa. Actuó como si solo hubiera visto sus recuerdos más felices, pero había presenciado todo hasta el momento de su separación.
Su yo futuro había nacido incapaz de amar, y por eso perdió el único amor que jamás conoció. Debido a esto, Ozworld llegó a comprender la forma de amor que anhelaba y se dio cuenta de que él poseía una ventaja que su yo futuro jamás tendría: la ausencia de errores del pasado.
Como no había jugado con Theresa ni la había engañado, Ozworld se sentía merecedor de su amor. Por eso aprender era importante. Estaba seguro de que podía amar a Theresa a la perfección, sin un solo defecto.
Un deseo como nunca antes había sentido Ozworld lo invadió por completo. Quería poseerla por completo, tal como la recordaba. De hecho, deseaba que ella lo mirara con esos hermosos ojos, que lo abrazara, que lo acariciara.
—Te amo.
Tan solo recordar esas palabras, oídas únicamente a través de la memoria, hacía que Ozworld se volviera irrespirable.
Ozworld preguntó al sirviente que lo seguía en silencio a su lado:
—¿Cómo progresa la rebelión de la Casa Ananuka?
—Está preparada.
La frase "la rebelión está preparada" sonaba extraña, pero tanto Ozworld como el sirviente la pronunciaron con naturalidad.
La Casa Ananuka no había hecho nada malo. O, mejor dicho, sí había algo: que Frea Ananuka, nacida en esa casa, era muy especial. Y habían aceptado a Clyde como uno de los suyos.
De hecho, Clyde no había cometido ningún delito... hasta ayer. Al convertirse en el esposo de Theresa, había cometido un pecado. Un crimen terrible que debía ser erradicado.
Ozworld suspiró en silencio al pensar en su caballero, a quien una vez había apreciado bastante. Debería haberlo matado cuando Frea sugirió su ejecución por primera vez. En retrospectiva, había sido un error garrafal.
En realidad, la razón por la que Ozworld obligó al grupo de doce caballeros a convertirse en trece, solo para mantener a Clyde cerca, fue culpa de Frea. Fue una maniobra para obtener ventaja creando una situación que ni siquiera Frea —quien parecía comprender el funcionamiento de este mundo— pudo prever. Ese objetivo se había logrado, pero con la aparición de Theresa, todo se convirtió en un completo fracaso.
Ozworld ya sabía lo irritante y problemático que era observar el amor de otra persona, pero ahora que era él quien se encontraba en esa situación, estaba resultando ser un verdadero dolor de cabeza.
—Dile a Frea que le estoy dando una oportunidad para enmendar sus errores.
—Como ordenéis.
Ozworld se giró de repente y miró en silencio al sirviente que había respondido con cortesía. Luego ladeó ligeramente la cabeza.
—Algo extraño se ha colado dentro.
—¿Perdón? No estoy seguro de qué me queréis decir...
Antes de que el sirviente pudiera terminar la frase, Ozworld le cortó la cabeza con una espada que nadie le había visto desenvainar. Acto seguido, una muñeca de madera cayó al suelo.
Los ojos de Ozworld se entrecerraron al ver la muñeca de madera. No era una persona disfrazada, sino una muñeca de madera. Estaba hecha con tal detalle que, si acaso, su perfección hacía aún más evidente que no provenía de este mundo. Claramente venía de más allá de esta dimensión.
Athena: Ah, no. Igual de ido de la olla.
Capítulo 319
Villana streamer Capítulo 319
Ozworld salió a la terraza, se tumbó en una cama larga y me observó trabajar con calma. Comencé a decorar el jardín para que estuviera a la altura de la grandeza del palacio imperial. Como Ozworld era el dueño de este jardín, cuanto más extravagante fuera, mejor para él.
¿Cuántas horas habían transcurrido?
¡Uf! Con esto debería ser suficiente, ¿verdad?
Orgullosa tras haber puesto todo mi empeño en el trabajo, me di la vuelta. Pero para mi sorpresa, Ozworld, que yo creía que estaría admirando el jardín, se había quedado dormido.
—Eh.
Me acerqué a él, algo desconcertada. Estaba profundamente dormido. Me costaba creerlo. Me había traído hasta aquí sin acompañantes y se había quedado dormido completamente desprevenido. Su expresión era de absoluta paz. Incluso dejando de lado su actual cargo como gerente de canal, el emperador del que había leído en la novela no era alguien que actuara con tanta imprudencia.
¿Por qué se comportaba así ahora? Como si confiara en mí.
Ojalá Ozworld hubiera permanecido siempre detestable para poder empujarlo al abismo sin la menor compasión. Pero, contrariamente a lo que esperaba, el emperador de Signio, a quien creía irredimible, resultó ser sorprendentemente común y corriente. Me encontré deseando comprender por qué alguien como él se vería envuelto en un destino tan extremo.
Como si yo pudiera llegar a comprender a este hombre. Solté una risita silenciosa, burlona de mí misma, y estuve a punto de irme, sin querer volver a ver su rostro desprevenido.
Justo entonces, Ozworld, a quien creía dormido, me agarró.
—¿Por qué me odias?
Por un instante, sentí un vuelco en el corazón. Sin embargo, intenté mantener la calma y apartar su mano. Pero Ozworld, como para fastidiarme, me la sujetó con delicadeza, como si fuéramos amantes.
Con expresión seria, hablé.
—Jamás os he odiado, Majestad. Esto podría malinterpretarse si alguien nos ve, así que por favor, soltadme.
—Te dejaré ir si me dices por qué me odias.
—Ya os dije que no os odio.
Ozworld abrió los ojos y me miró. Su mirada, recostada con pereza en la cama inclinada, me resultó tan familiar que me dejó sin aliento. Esos ojos que anhelaban constantemente mi afecto. Los ojos de alguien profundamente enamorado.
—Theresa.
Jiwoo.
Sentía como si estuviera alucinando. Él era mi trauma, la cicatriz más profunda que jamás sanaría. Siempre había pensado que viviría atrapada en ese recuerdo, triste y débil el resto de mi vida. Que solo matándolo y deshaciéndome del objeto de mi odio terminaría este ciclo. Pero ahora… lo estaba llevando mejor de lo que esperaba.
Mi mirada se posó en una mariposa negra que no había visto antes. Clyde no estaba por ningún lado. Parecía que la mariposa negra, siguiendo a su nuevo dueño, había venido a mí por su cuenta. Sin dejar de mirarla, le hablé.
—Sí, os odio.
Mi voz, al hablar de odio, era más clara y serena que nunca. Por primera vez, pensaba en Ozworld sin sentirme abrumada por las emociones.
—Supongo que tengo una naturaleza retorcida. Tiendo a odiar a la gente que es mejor que yo. Lo siento.
Ozworld se incorporó y se sentó en la cama.
—Eso no parece propio de ti. Debo haber hecho algo mal.
¡Ding!
[La Constelación “♡ Soberano 𝓠 ueen 𝒸𝒶𝓇𝒹 ♡” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Alguien envenenó Ozworld? Esto es ridículo... ¿Acaba de decir que tal vez hizo algo mal? ¿Escuché bien?]
También sentí cierta inquietud porque aquello no parecía propio del Ozworld que yo conocía. Pero, aun así, este hombre no era el mismo Ozworld que recordaba. Su voz, su tono y su actitud eran sutilmente diferentes a lo que yo conocía. Entonces, me di cuenta de algo.
—Habéis visto mis recuerdos.
El día que nos encontramos en la mansión de Frea, comprendí que debió de haber visto algo cuando intentó leer mis recuerdos.
Ozworld preguntó con calma:
—¿A qué recuerdo te refieres? Si te refieres a los momentos en que yo, con un aspecto algo diferente, te besaba una y otra vez en una casa extraña, entonces sí, lo vi.
Su repentina revelación provocó un gran revuelo entre las constelaciones.
¡Ding!
[La constelación “¿Soy una constelación?”" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Qué demonios está diciendo, streamer?]
¡Ding!
[La constelación “Estrella Fugaz ♬” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Se produjo un desfase horario en este streaming? Eso explica por qué un canal extraño ocupó repentinamente el primer puesto.]
—Esa era yo, sin duda, en el futuro. Mi aspecto era ligeramente diferente, pero eras tú, claramente —dijo Ozworld con tono seguro. Continuó, jugueteando con mi anillo de bodas como si quisiera quitármelo—. ¿Entiendes ahora por qué no te creí?
No pude evitar soltar una risita para mis adentros. Era gracioso que pareciera haber visto solo los recuerdos más bonitos.
—Clyde y yo sí estamos casados. Si aún lo dudas, estoy dispuesta a celebrar otra boda.
Mientras seguía mencionando mi matrimonio con Clyde, Ozworld se frotó los ojos brevemente. Parecía que intentaba mantener una expresión neutral.
En ese preciso instante, durante el breve silencio, llegó el chambelán. Al ver que Ozworld me sujetaba la mano, vaciló un momento, pero luego habló con calma:
—Majestad, es hora de la reunión. —Fingió no haberse percatado de lo que ocurría.
Ozworld soltó lentamente mi mano y se puso de pie.
¿Cómo reaccionaría a mi rechazo? ¿Intentaría encerrarme en algún sitio? ¿O le haría daño a Clyde? Esta vez no pensaba dejar que hiciera lo que quisiera. Sin embargo, para mi sorpresa, Ozworld fue bastante tranquilo.
—Pido disculpas por lo de hoy. Mis acciones fueron excesivas.
Lo miré incrédula. ¿Disculparse? ¿De verdad acababa de decir eso? Claro, después de reiniciar el tiempo incontables veces, el Ozworld que me había enseñado sus costumbres ya no dudaba en disculparse. Aunque, en realidad, nunca se disculpó por cosas por las que debería haberse arrepentido.
—…Está bien.
Antes de dirigirse a la sala de reuniones, Ozworld dijo:
—Te daré tu recompensa mañana.
—¿Qué?
Confundida por su repentina declaración, señaló el jardín.
—Dije que te recompensaría.
—Oh… Sí. Me siento honrada de que te haya gustado.
—No es que sea un honor. Incluso si lo hubieras dejado hecho un desastre, te habría dado una recompensa igualmente.
Mientras permanecía allí de pie, incapaz de decir nada, Ozworld soltó una risita.
—Me disculpé por haber ido demasiado lejos, pero nunca dije que no me gustarías.
—Soy una mujer casada.
—Lo sé —dijo Ozworld, y se dirigió a la sala de reuniones tras decir eso.
Lo vi alejarse, completamente desconcertada. ¿Lo sabes? ¿Eso es todo lo que tienes que decir?
En ese momento, el chambelán me habló.
—Puede regresar ahora, Lady Theresa.
Ya eran las cuatro de la tarde, y aunque no había hecho mucho, estaba mentalmente agotada, así que me alegré de que me dejaran ir.
—Puedes venir mañana a la misma hora.
No pude evitar suspirar al oír esas palabras. Al menos ya había terminado por hoy.
Clyde solía terminar también por estas fechas. ¿Quizás siguiera en el palacio?
Mientras me dirigía a los aposentos de los caballeros, me encontré con Frea, que parecía completamente sorprendida. Me estaba esperando en la entrada del Palacio Imperial.
¿Se enfadaría por haberla engañado? ¿O intentaría matarme por interferir en su misión? Cualquiera de las dos reacciones habría sido comprensible.
—¿Es cierto que Su Majestad te ama?
Asentí a regañadientes.
—Ahora no lo sé, pero en la línea temporal de la que provengo, sí.
Esa admisión también significaba que Frea había fracasado. Ahora que era consciente de su fracaso, probablemente intentaría arreglar el futuro de alguna manera.
—¿Piensas pedir un deseo si consigues reunir mil millones de monedas?
Sospechaba que el deseo de Frea sería que Ozworld se enamorara de ella una vez que reuniera mil millones de monedas. Parecía la opción lógica, ya que resolvería la misión principal y cumpliría su deseo. Pero Frea me sorprendió con un deseo inesperado.
—Concederé lo que Su Majestad desee.
—¿Qué? ¿No desearás que él te ame?
La expresión de Frea se endureció como si hubiera oído algo desagradable.
—¿Acaso parezco alguien que desearía algo tan vulgar?
—Simplemente pensé que era lo sensato. Resolvería la misión principal.
¡Ding!
[La constelación “LOFrea's HusbandVE” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Guau! ¿Acaso los niños de hoy en día son todos así? ¿Por qué son tan calculadores? ¿Crees que el amor obtenido a través de un deseo es amor verdadero?]
¡Ding!
[La constelación “Amuleto de la Honestidad ☆” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿No deberías centrarte primero en sobrevivir? ¿Y qué tiene de especial el amor? ¡Me alegro de haberme cambiado del canal de Frea a este! ¡Esto es refrescante! ^0^]
Frea me miró con lástima.
—Nunca has experimentado el verdadero amor, ¿verdad?
Con esa sola frase, de repente me convertí en una villana que no comprendía la belleza del amor.
—Frea, ¿no se supone que debes salvar al mundo?
—Por supuesto que sí.
Nos miramos, sin entendernos en absoluto. Entonces lo comprendí. Frea creía en Ozworld. Creía que él cambiaría, que podía persuadirlo. Por eso actuaba así. Recordé lo que Ozworld había dicho una vez.
No deberías confiar en tu creación.
Frea había confiado en su creación y había sido traicionada.
Athena: Aunque es verdad que Ozworld aquí se ve… diferente. Pero se ve claramente que traicionó y se volvió en lo que conocemos.
Capítulo 318
Villana streamer Capítulo 318
Estábamos a punto de llegar a la capital. Clyde se apartó, intentando calmarse; su pecho se agitaba como el de una bestia salvaje mientras trataba de reprimir la emoción. Yo también recuperaba el aliento, con la frente apoyada en la suya. Sentía un hormigueo en las yemas de los dedos.
La interrupción forzada de nuestro beso solo intensificó el anhelo. No era solo yo quien se sentía desesperada; Clyde también parecía contenerse a duras penas mientras frotaba su frente contra la mía y luego me daba un beso en la mejilla. Sus labios, que me hacían cosquillas en la piel, no mostraban intención de detenerse, como si quisiera reavivar la llama.
Lo detuve rápidamente.
—Tenemos que bajar ahora, así que detente.
Clyde dejó escapar un sonido de disgusto mientras se rascaba la garganta.
—Esto me está volviendo loco. ¿Cómo se supone que voy a parar ahora? —Me abrazó con fuerza, frotando su mejilla contra mi cuello, con una expresión a la vez patética y tierna mientras luchaba por contener su deseo.
Sin pensarlo, le di una palmadita en la cabeza y un rápido beso en los labios, dejando escapar un suave sonido. Parecía que tenía debilidad por todo lo que fuera tierno.
Clyde me miró fijamente con ojos feroces.
—¿Lo estás haciendo a propósito?
—¿Qué?
—¿Estás intentando que me arresten por traición?
—¿De qué estás hablando? ¡Muévete ahora, necesito arreglarme la ropa! —le reprendí mientras lo empujaba, y finalmente suspiró y me bajó.
¡Ding!
[La constelación “Moon's Ⓒ 𝒽𝒾𝓁𝒹” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Esto es intenso.]
¡Ding!
[La constelación “Estrella Fugaz ♬” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Así que por eso es la número uno? Entendido.]
¡Ding!
[La constelación "Solo 5.000 monedas por un beso" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Mientras ella sea feliz, yo estoy satisfecho^-^…]
¡Ding!
[La Constelación “♡ Soberano 𝓠 ueen 𝒸𝒶𝓇𝒹 ♡” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Quién te crees que eres para seguir presumiendo?]
Mediante magia, alisó cuidadosamente la ropa arrugada.
Para entonces, la aeronave ya había llegado a la plataforma de aterrizaje y la puerta se abrió. Afuera esperaban el chambelán y algunos altos funcionarios del palacio, todos de pie con respeto. El chambelán hizo una reverencia y me dijo:
—Yo mismo te acompañaré a la sala de audiencias. ¿Vamos?
Justo antes de seguir al chambelán, Clyde me llamó:
—Esposa.
Me giré, desconcertada, y él dio un paso al frente y me besó en los labios.
—Vuelve a casa temprano —dijo Clyde con una sonrisa, claramente a propósito.
Antes de que pudiera reprenderlo con la cara enrojecida, un grupo de hombres que se acercaba se me adelantó.
—¡Fwit! ¡Nuestro hijo menor es único!
—¿Qué es esto? ¿De verdad tenía una esposa secreta? ¿Y encima es guapísima?
—¡Oye, el más pequeño! ¡Te ves bien!
Todos llevaban el mismo uniforme que Clyde. Debían de ser los trece caballeros. Clyde frunció el ceño, visiblemente irritado, mientras los miraba fijamente.
—¡Guau, mira esos ojos! Alguien va a morir hoy.
—¿No dicen que la gente se tranquiliza después de casarse?
—Nuestro hijo menor tiene un carácter de mil demonios. ¿Quién no se ha arrancado un diente de un puñetazo?
—¿Nadie, verdad?
Los caballeros, llenos de picardía, me saludaron con expresiones divertidas.
—¡Hola, señorita! ¡La próxima vez saludémonos como es debido!
—¡Ven a visitar los aposentos de los caballeros!
Ya agotada por su energía inagotable, solté una risa a medias.
—No os metáis en lo que no os importa —les advirtió Clyde con severidad, y luego me dejó ir—. Ten cuidado. Si ocurre algo, ven a buscarme. —Parecía preocupado, sabiendo lo que Ozworld podría estar planeando a continuación.
Lo tranquilicé con una sonrisa, dándole una palmadita suave.
—Nos vemos en casa.
Clyde sonrió, claramente complacido con mis palabras. Los caballeros, al ver esto, silbaron y armaron tal revuelo que más gente comenzó a congregarse a su alrededor. El chambelán, que parecía conocer demasiado bien el carácter bullicioso de los caballeros, pareció a punto de suspirar.
Temiendo que nos castigaran por atentar contra la dignidad imperial, envié rápidamente a Clyde con los caballeros y seguí al chambelán a la sala de audiencias. Mientras caminaba por el pasillo alfombrado de rojo, mirando por las ventanas arqueadas, la luz del sol parecía inusualmente nítida ese día.
¿El aire de este planeta siempre había sido así de bueno?
¡Ding!
[La constelación “Cueva radiante” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
¿Por qué sonríes así? ¿Acaso el mundo te parece hermoso porque estás saliendo con alguien? -_-^]
Intenté reprimir una sonrisa y pensé:
«Ni siquiera me lo has confesado formalmente, y ni siquiera hemos hablado de salir, así que ¿a qué te refieres con salir? Además, estaba de buen humor porque había dormido bien. Desde luego, no era por Clyde».
Absorta en mis pensamientos, pronto me encontré frente a la sala de audiencias. Tras el anuncio de mi llegada por el chambelán, las puertas se abrieron. En cuanto entré, hice una reverencia a Ozworld, que estaba sentado en el trono, mirándome fijamente.
—Theresa, la extranjera, saluda a Su Majestad el Emperador.
La mirada de Ozworld se posó en la mano que sostenía mi falda.
—Ahora tienes un anillo.
Al oír esas palabras, instintivamente miré el anillo de bodas en mi mano izquierda antes de volver a bajarla.
—Sí. Aunque mi esposo ha perdido la memoria, no negó nuestro matrimonio e incluso preparó este anillo para mí.
—¿En serio? Pero recuerdo haber pagado generosamente a los caballeros, y sin embargo el anillo parece bastante simple. —Ozworld, por alguna razón, seguía provocando peleas, claramente insatisfecho.
Le di una respuesta perfecta que no dejó lugar a más quejas.
—Esta es una réplica exacta de nuestro anillo de bodas original. Guarda recuerdos más preciosos para mí que cualquier joya, así que tiene un gran significado para mí.
—Recuerdos, dices. —Sonrió levemente, pero no insistió en el tema.
¡Ding!
[La constelación “†Ángel Oscuro†” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Esto es extraño… ¿Soy el único que piensa que Ozworld parece celoso?]
¡Ding!
[La constelación “LOFrea's HusbandVE” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Celoso? Claramente se está burlando de ella porque sabe que el matrimonio es falso jaja]
Aunque el interés de Ozworld resultaba extrañamente inquietante, si simplemente estaba disgustado por una mentira, era un alivio. Sin embargo, la inquietud persistía, así que le pregunté:
—¿Qué deseáis que haga por vos, Majestad?
Quería terminar esto rápido para poder explorar el desierto con Clyde y llenar el planeta de plantas mágicas. Cuanto más maná y criaturas mágicas tuviera el planeta, más ventajoso sería para mí. Aún no tenía suficiente maná absoluto en este planeta para realizar el nivel de magia que deseaba.
Evité deliberadamente usar el poder divino tanto como me fue posible. Aunque solo era una corazonada, sentí que el planeta reaccionaba de forma más favorable conmigo cuando no lo usaba.
Ozworld, con una actitud algo desinteresada, dijo:
—Protégeme. Eso es lo que harás.
La pregunta «¿Por qué yo, teniendo vosotros trece caballeros, los más fuertes del imperio?» me vino a la mente, pero simplemente hice una reverencia.
—Entendido.
—Entonces sígueme.
Ozworld me acompañó mientras atendía sus deberes oficiales. Parecía algo inusual, ya que todos con quienes nos cruzábamos me miraban con ojos muy abiertos, lanzándome miradas furtivas que me hacían sentir incómoda. Ozworld, sin embargo, parecía completamente indiferente. Tomó té conmigo e incluso compartimos comidas. Ahora, estaba concentrado en el papeleo, diciéndome que leyera un libro o algo así mientras él se sumergía en su trabajo.
¿Qué estaba intentando hacer?
De alguna manera, Ozworld notó mi mirada de reojo y, sin levantar la vista de sus papeles, me preguntó:
—¿Estás aburrida?
—…No.
—Te has tardado en responder por alguien que no lo es —dijo Ozworld con su característica sonrisa lenta, dejando la pluma y levantando la vista—. Llevamos un rato sentados. Vamos a dar un paseo.
Salir a un espacio más abierto me parecía mejor que estar encerrada en la oficina, solos los dos. Esperaba encontrar un jardín grandioso a la altura del esplendor del palacio, pero me sorprendió descubrir un paisaje bastante decepcionante al llegar al sendero.
¿Por qué estaba tan árido el jardín del palacio imperial?
¡Ding!
[La constelación “†Ángel Oscuro†” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Pensé que te interesaría, así que te lo cuento: desde que Gufel dejó su puesto de santa, el ambiente dentro de los muros se ha ido deteriorando.]
Así que eso era.
Ozworld notó mi sorpresa ante el entorno y comentó:
—Tu especialidad era convertir desiertos en paisajes verdes, ¿verdad?
—Sí, es correcto.
—Entonces intenta cambiar también este lugar.
¿Os referís a ahora mismo?
—Sí. Si logras adaptarlo a mis gustos, te recompensaré.
No me resultaba difícil, así que no tenía motivos para negarme. De hecho, con la experiencia que había adquirido transformando desiertos en bosques, confiaba en poder hacer un buen trabajo. Y algo en su forma de hablar, como si me retara a hacerlo, despertó en mí una extraña sensación de competitividad.
—Voy a intentarlo.
Capítulo 317
Villana streamer Capítulo 317
Me desperté sintiéndome renovado después de mucho tiempo. Hacía mucho que no recibía la mañana con tanta facilidad. Al levantarme alegremente, de repente me di cuenta de que el espacio a mi lado estaba vacío.
—¿A dónde fue?
Miré a mi alrededor con confusión cuando la puerta se abrió y Clyde, vestido con su uniforme, entró.
—Te has levantado temprano.
—Sí.
¡Ding!
[La constelación “vRadiant Cavev” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Despertarse temprano? Contigo a su lado, ¿cómo podría dormir? -_-^]
Fruncí el ceño al leer el mensaje de patrocinio.
—¿No dormiste nada?
Clyde arqueó las cejas sorprendido.
—¿Cómo pudo alguien tan despistada como tú deducir eso?
Me sentí mal, pensando que en realidad era por mi culpa que no había dormido, lo que me hizo poner cara de culpable. Al ver eso, me despeinó.
—No podía dormir porque tenía cosas en la cabeza. Además, estoy bien aunque no duerma durante unos días.
Puede que Clyde parezca insensible, pero en realidad es del tipo de persona que se sacrifica por naturaleza. Probablemente por eso se ofreció voluntariamente como sacrificio en el Cielo.
Me preocupaba ese tipo tan antipático que no se preocupaba por sí mismo. ¿Debería decirle que dormiré en el anexo? Mientras lo pensaba, los sirvientes entraron en la habitación, prepararon una comida sencilla en la mesa y se marcharon.
Tras mirar la hora, Clyde dijo:
—Come y prepárate, luego vamos juntos al palacio imperial. Todavía tenemos mucho tiempo, así que puedes relajarte.
Asentí y le di un mordisco a las frambuesas cubiertas de miel. Clyde se sentó con naturalidad frente a mí, apoyando la barbilla en la mano, y me miró comer, lo que me hizo sentir un poco cohibida. Entonces, con toda naturalidad, soltó una bomba.
—La verdad es que mis recuerdos volvieron al amanecer. Por eso no podía dormir.
Casi me atraganto con las frambuesas.
—¿De verdad? ¿Te acuerdas de todo?
—No, no todo. Pero tengo muy claro cómo he llegado hasta aquí.
Me decepcionó un poco que no lo recordara todo, pero aun así me alegré por el progreso.
La revelación de Clyde no terminó ahí.
—Hay algo que quiero preguntar. ¿Qué es esa caja tan desagradable que contiene las instrucciones?
¿Podría estar refiriéndose a la ventana de estado?
—Recuerdo haber visto esa ventana, lo que me hizo decidir engañarte. Ahora no siento ninguna otra personalidad, pero en aquel entonces tenía dos personalidades, y no se llevaban bien.
Ahora sabía exactamente cuánto de su memoria había regresado.
—Recuerdas todo hasta el momento en que fuiste absorbido por la grieta en el tiempo y el espacio.
Clyde asintió y continuó:
—Sospecho que tú y Frea estáis experimentando algo similar. ¿Es correcto?
¡Ding!
[La constelación “Moon's Ⓒ 𝒽𝒾𝓁𝒹” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡Guau, tiene muy buen instinto, incluso se dio cuenta del extraño comportamiento de Frea antes! Impresionante.]
¡Ding!
[La constelación “Estrella Fugaz ♬” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Él mismo vio la ventana del sistema antes? ¿Es eso siquiera posible?]
¡Ding!
[La constelación “∑Cool Dude™” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Quizás sería posible si el director del canal lo mostrara directamente~ Pero la transmisión de Theresa es realmente sensacional~ ¡Los acontecimientos son inimaginables!]
Clyde parecía tener una cantidad asombrosa de información, y daba la impresión de que ya la había organizado toda. Con alguien como él, pensé que quizá sería buena idea empezar a hablar de la verdadera historia.
—Eres un personaje de un juego que yo he creado.
—¿Un juego?
Cubrí sus párpados con mi mano y usé el poder divino para crear y transmitir una imagen a su mente. Clyde contempló la escena de Seúl y sus labios se abrieron de par en par.
—Esto es…
—Este es el mundo en el que viví originalmente.
¡Ding!
[La constelación “La esposa de Hardy” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¡¿Qué?! Muéstranos también ㅠ _ ㅠ.]
¿Eh? Las visiones que veo en mi mente solían ser visibles también para las constelaciones, pero parece que eso ya no era posible. Eso significaba que no tenía nada de qué preocuparme.
Comencé a mostrarle a Clyde los recuerdos que había estado ocultando para evitar que la información se filtrara a las constelaciones. Panteón, la transmisión, la verdadera naturaleza de Ozworld, e incluso la novela sobre la Santa de Arena que había leído. A pesar de la sucesión de escenas impactantes, la expresión de Clyde no cambió en absoluto.
—¿Lo entiendes ahora? —pregunté mientras retiraba la mano.
Clyde respondió como si nada.
—Así que, como dices, nos hemos besado bastantes veces.
¡Ding!
[La constelación “Clyde ♡ Theresa Forever☆” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Por qué solo vosotros lo sabéis? ¡Tengo derecho a saberlo, a verlo, a oírlo, a sentirlo!]
¡Ding!
[La constelación “Solo 5.000 monedas por un beso" ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[No me gusta oír que mi chica besa a otro chico ^-^…]
¡Ding!
[La Constelación “♡ Soberano 𝓠 ueen 𝒸𝒶𝓇𝒹 ♡” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Quién te crees que eres? 🖕 Ah, gracias 🖕 po.]
No había mejor manera de distraer a las constelaciones que con este tipo de cebo. El problema fue que yo también me dejé llevar por sus palabras.
—¿P-Por qué de repente estás hablando de besos?
—Solo digo lo que vi —dijo Clyde con una sonrisa pícara antes de soltar un suspiro profundo, con los labios curvados hacia abajo—. Déjame pedirte un favor.
—¿Qué es?
Abrió los brazos hacia mí.
—Abrázame un momento.
Ya era bastante sorprendente que pidiera algo tan vulnerable, pero fue aún más sorprendente que pareciera que estaba pidiendo consuelo.
¿Por qué se mostraba tan directo de repente? Su repentina seguridad me desconcertó un poco, pero Clyde frunció el ceño como diciendo:
—Solo una vez, por favor. Creo que me calmará.
Entonces me di cuenta de que sus manos, extendidas hacia mí, temblaban ligeramente. Aunque había mantenido una expresión tan serena mientras le mostraba mis recuerdos, parecía que, después de todo, no estaba bien.
—¿Estás bien? ¿Pasa algo...?
En cuanto me acerqué preocupada, me rodeó la cintura con sus brazos. En un abrir y cerrar de ojos, estaba sentada en su regazo, con todo mi torso envuelto en su abrazo. No solo le temblaban las manos. Ahora que me tenía tan cerca, lo notaba. Todo su cuerpo temblaba ligeramente.
—Estoy tan enfadado. —Su voz, generalmente grave, se volvió aún más baja, cargada de un peso enorme.
No tardé en darme cuenta de a qué iba dirigida su ira. No mencionó nombres, pero el blanco de su enfado era evidente. Debía de ser Ozworld y el sistema en sí. Pero me costaba no reírme, aunque me daba pena verlo tan disgustado y triste.
Mientras me reía entre dientes, Clyde notó que algo andaba mal y se apartó un poco, con el rostro crispado.
—¿Qué es tan gracioso?
—No quiero reírme, pero no puedo evitarlo cuando veo a alguien de mi lado. Simplemente me hace sonreír.
Clyde soltó una risa nerviosa, su ira momentáneamente apagada por un chapuzón de agua fría.
—¿Así que por eso sonreías como una idiota?
No pude evitar reírme.
Clyde, con gesto de fastidio, ladeó la cabeza con enfado, sintiendo claramente su orgullo herido. La verdad es que la gente solo quiere burlarse de alguien que se hace el duro, ¿no?
—¿Tú también lo encuentras gracioso, verdad?
—Para nada.
—Vamos, mírame. Si tienes confianza, gira la cabeza.
—¡Estás siendo insolente otra vez!
Me reí entre dientes y le agarré las mejillas, intentando obligarlo a girar la cabeza. Pero no se movió, así que me acerqué más, forzándolo a mirarme a los ojos mientras lo provocaba.
—¿Ves? Tú también te ríes.
Golpeó su frente contra la mía con frustración.
—Todo esto es culpa tuya.
En ese momento, ambos nos dimos cuenta de lo enredados que estábamos. Yo le sostenía las mejillas mientras me apoyaba en él, y nuestras frentes se tocaban… Espera, ¿cómo terminamos así?
Estaba a punto de apartar las manos de sus mejillas para remediar la situación, pero él las sujetó. Nuestras narices se rozaron. La distancia entre nuestros labios se acortaba. La mente empezó a nublarse por los latidos acelerados de mi corazón. No podía distinguir si era el mío o el suyo, pero entonces llamaron a la puerta.
—Señora, estoy aquí para ayudarla a vestirse.
El sonido me devolvió a la realidad y rápidamente me aparté de él.
—¡Pasa!
La criada entró con una sonrisa radiante, y luego se quedó paralizada. Nos miró a ambos, poniendo los ojos en blanco, y preguntó con una voz mucho más baja:
—¿Debo volver más tarde?
Agité las manos frenéticamente.
—No, me prepararé ahora mismo.
—No creo que sea una buena idea…
—Está bien.
La criada, con aspecto a punto de llorar, me condujo fuera del dormitorio. No me atreví a mirar atrás a Clyde, pero estaba segura de que la fulminaba con la mirada.
Debía de estar loca. Si la criada no hubiera entrado justo en el momento preciso, podría haber terminado besándolo por culpa del ambiente. ¿Pero de verdad fue solo el ambiente…?
Intenté ahuyentar la duda mientras me presionaba las mejillas, que aún ardían, con las manos. La extraña tensión que me recorría el cuerpo era realmente molesta.
Tras finalizar mis preparativos para entrar en el palacio, me di cuenta de algo.
—Vamos.
Ahora que lo pensaba, se suponía que yo debía tomar la misma aeronave hacia el palacio imperial con Clyde.
—Sí.
Tomé su mano, me ofrecí a acompañarlo y subí a bordo del dirigible. En cuanto se cerró la puerta, mis labios desaparecieron.
—¡Mmm…!
Nuestra piel se apretaba con desesperación, nuestros alientos se escapaban entre besos frenéticos y desordenados. La sensación intensa me erizaba la piel y me mareaba. Tenía la espalda pegada a la pared y, de alguna manera, los pies me levantaban del suelo. Me aferré a Clyde con desesperación. Su cuerpo caliente y firme me daba una increíble sensación de seguridad.
Nos quedábamos sin aliento, besándonos una y otra vez. Sentía como si me colmara de cariño, una suave calidez me subía al estómago hasta desbordarme, dejándome mareada.
Athena: ¡Bieeeeeeeen! Pensé que me iban a joder el momento, pero aquí está. ¡Vivan los noviooooooooos! Por favor, esperaba este momento.
Capítulo 316
Villana streamer Capítulo 316
Cuando revelé que Clyde y yo estábamos casados, todos a nuestro alrededor me miraron con ojos atónitos.
¡Ding!
[La constelación “∑Cool Dude™” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿No dijiste que en realidad no estabas casada? Pero te gusta tanto Clyde que no quieres separarte de él, así que estás mintiendo.]
¡Ding!
[La constelación “Moon's Ⓒ 𝒽𝒾𝓁𝒹“ ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[¿Primero el matrimonio, luego el amor? Me gusta ese tipo de cosas.]
Ozworld murmuró como si saboreara las palabras. «Ah, casados». Luego, esbozó una leve sonrisa, pero parecía no creerme, aunque no me importaba.
¿Y qué si no me creía?
—Creo que es natural que una pareja casada viva junta, Majestad.
En este mundo, tal como se veía en la novela, el amor era libre, pero el matrimonio tenía normas estrictas. A quien lo incumpliera se le podían confiscar todos sus bienes. En casos graves, incluso podía ir a prisión. Así que, una vez que declaré que estábamos casados, ni siquiera el emperador podría separarme fácilmente de mi esposo.
Ozworld me habló con una mirada ligeramente cínica.
—Te he proporcionado la Habitación Rubí para tu comodidad, pero supongo que no hay nada que hacer. En ese caso, ven al palacio imperial a diario.
¿Acaso conseguí un trabajo en el Palacio Imperial sin darme cuenta? ¿Por qué tenía que venir al palacio todos los días?
—¿Crees que emití una orden de registro solo para verte la cara? Por supuesto, tengo algo que hacer para ti.
—…Cumpliré vuestra orden.
Ozworld, satisfecho con mi respuesta, hizo un gesto con la mano como si la conversación hubiera terminado.
—Puedes irte ya.
Me pareció bastante incómodo que me dejara ir con tanta facilidad, después de haber sido tan obsesivamente apegada a él.
Tras presentar mis respetos con un gesto ligeramente dubitativo, me dirigí hacia Clyde, que me esperaba detrás. En cuanto me acerqué, Clyde sonrió con sorna y preguntó:
—¿Estamos casados?
Sintiendo culpa por haber actuado sin consultarle, le expliqué en voz baja:
—Ya te lo dije antes… ¿Debería decir que estamos divorciados?
¡Ding!
[La constelación “Estrella Fugaz ♬” ha patrocinado 1.000.000 de monedas.]
[Tu cambio de tono es definitivamente de primer nivel ㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋ.]
Clyde preguntó, aparentemente burlándose de mí:
—¿De verdad nos divorciamos?
—Era falso desde el principio… ¡Uy! —De repente, me metieron una galleta en la boca y tuve que masticarla.
Cuando llegué a casa después del banquete, me encontré inesperadamente con el karma de mis palabras.
—He oído que están casados.
Los ojos de Motie, generalmente tranquilos, parecían brillar de forma inusual. ¿Me lo estaba imaginando?
—¿Dónde has oído eso?
En ese momento, el sirviente que había acompañado a Clyde al banquete respondió con orgullo desde un lado:
—Envié urgentemente un mensajero para informarles.
Motie miró al criado con una expresión cariñosa.
—De no ser así, podría haber descuidado la preparación.
Karen, la criada que estaba junto a Motie, habló con expresión conmovida.
—Fuiste considerada con la pérdida de memoria de tu amo. Qué considerada…
No, no es eso.
De repente, nos cambiaron la ropa para dormir y nos metieron en una habitación. Originalmente era la habitación de Clyde, pero la habían adornado con flores y velas, dándole el ambiente de una alcoba nupcial.
—A partir de ahora, usen esta habitación juntos. Me retiro. —Dicho esto, los sirvientes nos dejaron solos.
Pregunté seriamente:
—¿Si duermo en otra habitación, habrá rumores malos?
—Pruébalo si tienes curiosidad.
El hecho de que lo dijera de forma tan irresponsable me hizo darme cuenta instintivamente de que yo definitivamente no debería haberlo hecho.
Clyde comentó con indiferencia:
—¿Dónde está el valor que tenías cuando te tumbaste en el desierto, desafiándome a que te matara, ahora que tienes miedo de tumbarte en una cama cómoda?
—¿Quién dijo que tenía miedo? Simplemente dudo porque es una cuestión de principios y de conciencia. Al fin y al cabo, esto sucedió por mi culpa.
—¿Acaso parezco odiar esto?
—¿Eh?
Mientras permanecía allí estupefacta, incapaz de reaccionar, Clyde de repente metió la mano en el subespacio y sacó un estuche de anillos. Primero se puso un anillo en el dedo anular y luego se acercó a mí.
—La mano.
Instintivamente ofrecí mi mano izquierda.
Después de colocarme el anillo de bodas en el dedo, me miró.
—Me alegro de haberlo preparado con antelación.
Ante su sonrisa juguetona, lo único que pude hacer fue asentir estúpidamente y decir:
—Eh…
—Ahora vamos a dormir.
—Sí.
Nos tumbamos uno al lado del otro en la cama.
Cuando se apagó la lámpara, la oscuridad se instaló densamente. En medio del silencio, sentí extrañamente el calor de su cuerpo, lo que me puso nerviosa. Ya habíamos compartido cama en la primera mazmorra, así que esto no debería haber sido nuevo. Pero, por alguna razón, esta vez se sentía incómoda y extraña.
Mientras daba vueltas en la cama, incapaz de dormir, la voz de Clyde, más baja de lo habitual, llegó a mi lado.
—¿No puedes dormir?
—…Sí.
Se oyó un crujido de tela. Parecía que Clyde se había vuelto hacia mí.
—Dame la mano.
Normalmente, habría preguntado por qué, pero ahora no tenía ganas. Las dudas habían desaparecido de mi mente. Obedientemente me giré hacia él y le tendí la mano.
En la penumbra, apenas pude distinguir la silueta de Clyde. Aun así, parecía llevar una máscara, su expresión era indescifrable. ¿Sería por eso? De algún modo, recordé la historia de Eros y Psique que había mencionado y una sonrisa se dibujó en mis labios.
Tomó mi mano y suavemente la envolvió con una corriente de energía divina. Era suave como una brisa primaveral, como si me arrullara para dormirme.
—Cuando llegué a este mundo, mis padres adoptivos siempre hacían esto antes de ir a dormir.
—Debieron de ser personas realmente buenas.
—Sí. Gracias a ellos pude adaptarme rápidamente a este mundo.
Clyde comenzó a compartir historias sobre sí mismo, cosas que nunca antes había mencionado.
—Al principio, muchos nobles se rebelaron contra la idea de que yo, un extranjero, hubiera heredado el poder divino.
Quienes poseían poder divino pertenecían a una clase especial. Naturalmente, recibían un trato mejor que los nobles comunes, por lo que era inevitable que los poderes existentes se resistieran.
—El poder divino puede amplificarse o disminuirse dependiendo de la habilidad del individuo. Afortunadamente, tuve el talento suficiente para convertirme en uno de los 13 caballeros.
Fue cambiando gradualmente su reputación gracias a sus extraordinarias habilidades y al reconocimiento de Hardy.
—En ese sentido, le caes extraordinariamente bien a todo el mundo.
—Debe ser porque poseo la habilidad que más desean.
Apreté la mano de Clyde un poco más fuerte y le dije:
—Si alguien te molesta en el futuro, yo me encargaré de él.
Clyde dejó escapar un sonido como el del aire escapando de un globo, riendo suavemente.
—Es agradable tener una esposa confiable.
Ahora que lo pensaba, nos habíamos acercado lo suficiente como para que pudiera verle la cara.
—Ahora tengo sueño —dije, y cerré los ojos rápidamente. Sin embargo, no solté su mano.
Clyde observó en silencio a Theresa mientras dormía y pensó: «Parece que no podré dormir esta noche».
Por algún motivo, Theresa, inconscientemente, le enviaba tanto poder divino como magia mientras dormía. Las energías no chocaban, sino que fluían juntas con naturalidad. Era como si se fundieran en una sola.
Clyde pensó que, si se quedaba así, tal vez no podría controlar sus impulsos, así que decidió soltarle la mano. Pero en ese instante, recuerdos largamente enterrados comenzaron a aflorar. Un mundo de algún modo ajeno a la realidad.
En ese lugar, él y Theresa tuvieron una boda ruidosa. Llevaban alianzas idénticas a las que llevaban ahora y se besaron. Recordó haberla protegido de los malos espíritus y la larga noche que pasaron juntos, durmiendo en la misma cama.
—¡Theresa…!
Luego, apareció la imagen de Teresa siendo arrojada a la chimenea en su lugar.
La impactante escena no terminó ahí. Cuando sus ojos se tornaron rojos, desarrolló una personalidad distinta. Su personalidad demoníaca era mucho más astuta y egoísta. Y esa personalidad defectuosa fue explotada por alguien aún más astuto.
—¿Su Majestad?
Ozworld, que debería haber estado en el Imperio Signio, apareció con una forma desconocida y le mostró algo extraño.
¡Ding!
[Misión: El amante del demonio]
▸ Recompensa: La desaparición del demonio Clyde
▸ Fracaso: La desaparición del humano Clyde
※ Si no recibes una muestra de amor del demonio Clyde antes del comienzo de las vacaciones de verano, fracasarás.
—La decisión es suya, lord Clyde.
Theresa decidió salvar al Clyde humano, lo que llenó al demonio de ira y desesperación. Intentó usar engaños para destruirlo, pero fracasó. La personalidad de Clyde humano regresó. Y… ahí estaba.
Sin darse cuenta, Clyde abrió los ojos de golpe. Un sudor frío le recorría todo el cuerpo. Se sobresaltó y comprobó rápidamente si Theresa se había despertado por su culpa. Por suerte, Theresa seguía durmiendo plácidamente.
—…Uf. —Solo entonces Clyde exhaló la confusión que le pesaba en el pecho y se frotó los ojos.
Su fatiga mental era considerable. Sin embargo, a través de los dedos que se frotaban los ojos, un tenue brillo emanaba de sus pálidos ojos azules. Aunque sus recuerdos no habían regresado por completo, los fragmentos que contenían dejaban algo claro: que Ozworld era la raíz de todo mal.
Athena: Sí, es la raíz de todo el mal. En efecto. Vale, entonces según entiendo la parte demoniaca es que desapareció del todo. Entonces es el Clyde humano el que vemos.